Han pasado ya años desde que el Citroën C5 viera la luz y apareciese en el mercado. Un periodo lo suficientemente extenso como para que, desde el grupo PSA, hayan decidido darle su primer gran lavado de cara. Desde la marca francesa aseguran que han puesto la carne en el asador en lo que a comodidad y habitabilidad se refiere.
Pero, ¿esto es realmente así? Para comprobarlo, en TopDriverz vamos a dedicarle al Citroën C5 Aircross esta nueva entrada en la que se van a desgranar todos los detalles que aguarda esta nueva creación de los franceses. Si estáis pensando en compraros un coche nuevo, en el más amplio sentido de la palabra, os animamos a seguir leyendo.
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Análisis del Citroën C5 Aircross
Tras la breve y rigurosa introducción que corresponde, es el momento de pasar a la acción y hablar de todo lo que ofrece el Citroën C5 Aircross en cuanto a diseño exterior, estructura mecánica, equipamiento interior, el precio por el que se puede adquirir y una breve comparación con un modelo similar que compite en su mismo nicho.
1. Diseño exterior
Cuando se habla del Citroën C5 Aircross se hace referencia a un vehículo catalogado dentro del segmento C de los compactos y, a su vez, a un SUV que, como se ha dicho al principio, lleva desde 2018 entre nosotros. Se encuentra inmerso en su segunda generación al calor de nuevos elementos en el diseño, como pueden ser los faros, y en la tecnología que emplea.
En este primer apartado más estético, se puede decir que encarna un nuevo concepto de diseño que le da una apariencia más ancha e imponente, para lo cual se apoya en unas líneas más estructuradas. Por delante, su frontal es prácticamente nuevo, con un parachoques que se muestra voluminoso, presenta unas luces LED finas y alargadas que están unidas por medio de una parrilla (también nueva) retroiluminada con detalles cromados, tomas de aire más grandes, luces antiniebla pequeñas en los costados y una barra de protección que puede ser negra o cromada según la versión que se escoja.
En la zona baja de sus puertas se aprecian unas protecciones de plástico acompañadas de ciertos detalles en color que van a juego con las barras del techo. Por detrás predominan las líneas verticales, donde se hallan dos luces LED rectangulares de gran tamaño y diseñadas tridimensionalmente. No obstante, aquí también se aprecian detalles cromados en la defensa.
Donde no hay cambios es en el tamaño, ya que sus dimensiones son las mismas que su antecesor con 4.50 metros de largo, 1.84 metros de ancho y 1.67 metros de alto. A ello hay que sumar una distancia de ejes cifrada en 2.73 metros y una altura libre al suelo de 230 milímetros.
2. Estructura mecánica
La oferta mecánica tampoco varía, ya que consta de dos motores térmicos, uno de gasolina, otro de diésel y variante híbrida enchufable. También ofrece tanto cajas de cambios manuales como automáticas. No obstante, es preciso indicar que la versión de gasolina está dotada de un motor 1.2 PureTech de 130 CV de potencia y 230 Nm de par motor máximo asociado a una transmisión automática de ocho velocidades con convertidor de par, o también a una manual de seis.
La de diésel, por su parte, contiene una unidad 1.6 BlueHDI de 130 CV de potencia y 300 Nm de par motor máximo, motorización que destaca especialmente por un escaso consumo de combustible y dotarse de la última tecnología en lo que a anticontaminación se refiere. Al igual que la primera comentada, puede convivir con una caja de cambios manual de seis marchas como con otra automática de ocho.
La híbrida enchufable goza de mayor potencia, concretamente de 225 CV y 360 Nm de par motor máximo, y combina un motor de gasolina 1.6 PureTech de 180 CV con otro eléctrico de 109 CV mediante un cambio de ocho velocidades. A ello se suman baterías de iones de litio con 13.2 kWh de capacidad neta, que le permiten homologar una autonomía en modo eléctrico de 55 kilómetros según el ciclo WLTP y, a su vez, disponer de la etiqueta CERO de la Dirección General de Tráfico (DGT). Su consumo es muy comedido, ya que homologa tan solo 1.4 litros por cada centenar de kilómetros recorridos.
Como es de suponer, la versión híbrida enchufable es la que mayor velocidad punta puede alcanzar, con unos 225 kilómetros por hora, mientras que las unidades de gasolina y de diésel no pueden llegar siquiera a los 200 km/h.
3. Equipamiento interior
La ergonomía es la principal seña de identidad del interior del habitáculo, donde se aprecia un volante multifunción que, a su vez, convive junto a un head-up display de 12.3 pulgadas localizado en una posición elevada con el propósito de reducir, lo máximo posible, las distracciones que el conductor pueda tener cuando se pone a los mandos del coche e interactúa con él. Aquí también se encuentra la climatización, que rehúye de las ruletas de toda la vida y que, quizá, pierda inmediatez y seguridad, sobre todo para quienes no estén acostumbrados.
En el centro se observa un sistema de infoentretenimiento comandado por una pantalla táctil HD de 10 pulgadas, la cual ofrece al usuario toda la información relacionada con el vehículo y le permite personalizarlo en diferentes parámetros. Más allá de parte delantera, conserva el techo flotante, que a su vez está reforzado con una superficie acristalada 360º y una firma cromada en forma de C, que es la responsable de delimitar la zona habitable visualmente hablando.
Los asientos cuentan con un diseño específico para garantizar esa comodidad de la que tanto hemos hablado y en la que ha hecho hincapié Citroën en el lanzamiento. El maletero tiene una capacidad de almacenamiento de 580 litros, por lo que cuatro personas perfectamente pueden guardar su equipaje. No obstante, en el caso de la versión híbrida enchufable, esta cifra se limita a 460 litros a causa de la presencia de las baterías.
Cuatro son los acabados en los que está disponible su equipamiento, y que además pueden convivir con cualquiera de los dos tipos de transmisión, salvo el Feel, que es el de acceso y que solamente puede funcionar junto a las unidades térmicas con cambio manual, y el C-Series, que no congenia con el híbrido enchufable. El Feel incluye los asientos Advanced Comfort, el cuadro de instrumentos digitales de 12.3 pulgadas, climatizador bizona, sensores de aparcamiento y las llantas SWIRL.
El Feel Pack consta de las nuevas llantas de 18 pulgadas, sensores de ayuda al aparcamiento hacia adelante, cámara de marcha atrás con Top Rear Vision, acceso y arranque manos libres y retrovisores plegados eléctricamente. El C-Series viene con la pantalla multimedia de 10 pulgadas ya citada, el sistema My Citroën Drive, navegador conectado y pack estético Pack Color Bronce Anodizado. El tope de gama lo representa en este sentido el Shine Pack, que contiene llantas de 19 pulgadas, regulación eléctrica para el asiento del conductor y las plazas de delante calefactadas.
Dispone de tres modos de conducción: eléctrico, híbrido y deportivo. Además, no faltan ayudas a la misma, como las luces inteligentes ante las situaciones de tráfico y escenarios nocturnos, freno de seguridad activo, control de estabilidad del remolque si es necesario, asistencia al conductor en carretera y sistema de conducción autónoma nivel 2 con alerta activa de cambio de carril incluido, entre otras.
4. Precio
El Citroën C5 Aircross cuenta con un precio de salida tasado en 29.085 €, que puede verse rebajado hasta los 25.585 € si el cliente se acoge a ofertas o promociones. Este montante corresponde a la versión de gasolina con motor 1.2 PureTech de 130 CV de potencia. Las siguientes superan, con mayor o menor holgura, la barrera de los 30.000 €, aunque las de gasolina que contienen el Feel Pack o la caja automática pueden bajar de ese umbral con dichos descuentos.
La de diésel parte de unos 31.280 €, aunque reducibles a 27.780 €, y la híbrida enchufable comienza en unos 44.260 € (Feel Pack) y termina en 47.210 € (Shine Pack).
5. Rival en el mercado
Para acabar, vamos a comparar brevemente el Citroën C5 Aircross con el Seat Ateca, ya que actúa en el mismo segmento
Seat Ateca
Al igual que el protagonista, el Seat Ateca se ha visto sometido a un lavado de cara recientemente, concretamente en 2020, tras lanzarse su primera generación. Englobado en el segmento C, es más corto (4.38 metros de largo) que el coche francés, y su diseño se rige más por el equilibrio que por mostrarse imponente o transgresor.
Una diferencia muy importante es que no cuenta con versión híbrida, sino que se limita a motores diésel y de gasolina. Los primeros bailan entre los 115 y 150 CV de potencia gracias a un bloque 2.0 TDI, mientras que las de gasolina van desde los 110 hasta los 300 CV del Cupra Ateca con una unidad 2.0 TSI. Por tanto, ofrece más variedad en estas variantes y la mayoría superan las potencias del Citroën. Tiene en común que puede acoger transmisión automática o manual, aunque la primera es DSG de siete velocidades pero la manual contiene las mismas seis.
El interior, que es punto fuerte del C5, flaquea un poco en el Ateca con un salpicadero inalterable, ya que es idéntico al del Seat León de tercera generación de 2013. No obstante, los materiales están bien seleccionados, con elementos acolchados y tapicería de tela y cuero, entre otros. Esto se complementa con un buen equipamiento tecnológico conformado por su cuadro de instrumentos digitales y la pantalla táctil del centro de 9.2 pulgadas dotada de un software muy avanzado.
Su maletero se mueve entre los 485 litros de sus versiones de tracción integral y los 510 de tracción delantera, por lo que supera la híbrida enchufable del de PSA pero cede ante el resto. Es más accesible económicamente, ya que parte de unos 26.000 € aproximadamente y su tope de gama, de gasolina con cambio DSG no llega a los 45.000 €. Si valoras comodidad, el Citroën C5 gana y si priorizas el coste, el Ateca tiene buena relación calidad-precio.
