¿Cómo calcular el consumo real de combustible de tu coche?

Para los fabricantes es una prioridad ofrecer unos buenos datos de consumo de combustible a sus futuros clientes, pero ¿cómo sabemos que aquellos datos son correctos? Con el objetivo de conseguir datos reales, lo mejor que podemos hacer es calcularlo nosotros mismos. En este artículo te enseñamos cómo hacerlo.

Consumo combustible

Primeramente, las marcas de coches hacían campañas publicitarias enfocadas a los sentimientos, a la parte emocional de las personas, al corazón.

Después vino la época de los datos, las informaciones, las comparaciones que permitieran dar una excusa al raciocinio para poder comprar uno u otro coche. Fue en este momento, que de hecho es el ahora, que aparecieron con fuerza dos conceptos clave: emisión de contaminantes al aire y consumo de combustible. De repente, ningún coche contaminaba demasiado y todos los motores eran eficientes y nosotros hacíamos como que nos lo creíamos para satisfacer nuestro sesgo de confirmación.

Después del escándalo de Volkswagen se abrieron muchos ojos y creció la suspicacia de los consumidores. Todos queremos un buen coche, pero no que se nos tome por tontos, así que queremos los datos reales de consumo y contaminación. Y hoy aprenderemos aquí cómo calcular el consumo real de combustible de nuestros coches. Empecemos.

¿Nos mienten las marcas?

En primer lugar, hay que hacer una pequeña reflexión: ¿las marcas nos mienten? La verdad es que, si nos mienten, no lo sabemos, porque las mentiras suelen ser secretas. Lo que sí que hacían era hacer pequeñas trampas en los datos. Normalmente ponían que el coche tenía un consumo menor del real. Hagamos un resumen de la situación.

Hasta el 31 de agosto de 2018 las marcas adulteraban los datos de consumo

Sí, como lees. Hasta el 31 de agosto de 2018 las marcas ponían en sus catálogos unos consumos que no terminaban de ser reales y, por supuesto, eran inferiores al consumo cotidiano. La clave, o trampa si se quiere, era poner el vehículo a examen en las pruebas NEDC vigentes hasta el 2018, donde se valoraba el consumo y la emisión de contaminantes, a través no de situaciones reales, sino a partir de un comportamiento de conducción poco realista. Como guinda, solo ponían los valores promedio.

Con la llegada de la normativa WLTP, se incrementó la precisión de los datos

Todo cambió el 1 de septiembre de 2018, cuando las marcas tienen que someter sus coches a los nuevos tests WLTP, un examen mejorado que incluye más tiempo de prueba, un kilometraje más largo, velocidades reales con acelerones y frenazos, etc. Es decir, una conducción más realista. Ahora no se indican los valores promedio, sino los peores y los mejores. Como era de esperar, los valores de consumo y contaminantes aumentaron, acercándose así a los valores reales.

La conclusión es que ahora los fabricantes tienen más dificultades para timarnos en mayor o menor medida, pero no por eso tenemos que estar confiados. El problema principal a la hora de establecer estos números es que cada uno tiene una manera de conducir muy diferente y eso afecta siempre el consumo. Por tanto, aunque tengamos un valor en el panfleto o en la web, vamos a tener que hacer nosotros el cálculo.

Consumo real: un ejercicio de matemáticas simple

No hace falta ser un graduado en matemáticas para hacer el cálculo, así que no os preocupéis. Los pasos para medir el consumo por cada 100km son fáciles. En primer lugar, tenemos que llenar el depósito del vehículo hasta el máximo que podamos. A continuación, pondremos el cuentakilómetros parcial al cero y haremos como mínimo 200 kilómetros. En este punto, es interesante pensar antes qué tipo de referencia queremos y así ir más por ciudad o por montaña.

Apuntamos los kilómetros que hemos recorrido y vamos a la gasolinera a llenar otra vez el depósito al máximo. Estos litros de llenado son los que has consumido en tu recorrido. Finalmente, hacemos una regla de tres: litros consumidos x 100 / kilómetros recorridos. Y ya tenemos el consumo real del vehículo.

Si queremos dar un paso más y queremos calcular el consumo real en un viaje, primero anotamos lo que gasta tu coche a los 100km. Después nos apuntamos la distancia del trayecto que vamos a hacer. Hacemos la famosa regla de tres: kilómetros totales del viaje x kilómetros a los 100 / 100 km. Por último, multiplicamos los litros que vamos a gastar por el precio al que esté el combustible en ese momento.

Con este pequeño proceso, podremos saber el consumo real y podremos elaborar estrategias de conducción que nos permitan economizar el consumo de combustible.

MILE 21: la cooperación de los conductores

Una de las preocupaciones de los organismos reguladores es saber si la nueva homologación WLTP refleja el gasto real de los coches y, por eso, se necesita recoger datos de consumo en distintas condiciones de circulación y contrastarlos con los que los fabricantes han homologado. De ahí se puede deducir también de manera real el nivel de emisiones, ya que cuanto más combustible fósil gasta un coche, más CO2 emite.

MILE 21 (More Information Less Emissions – Empowering Consumers for a Greener 21st Century) es el proyecto que financia la Unión Europea para obtener esos datos y contar con una información fiable. En resumen, es una base de datos colaborativa donde los conductores podrán aportar las cifras de consumo de su coche y comparar lo que gastan con los consumos y emisiones de un gran número de coches nuevos y usados disponibles en la UE. También forman parte del proyecto MILE 21 la OCU, las asociaciones Test Achats, Altro Consumo y Deco, así como la Universidad de Tesalónica, ICCT y TNO.

La cuestión está en que este proyecto puede funcionar si muchos conductores comparten sus datos en la base de datos de MILE 21. Si se consigue, se podrán completar los objetivos del proyecto que son:

Desarrollar una herramienta para comparar el consumo real de los coches nuevos y usados vendidos en Europa, que combinará las cifras oficiales, los datos de los usuarios y los datos obtenidos por dispositivos de medición instalados en los coches. También se presentarán los consumos oficiales de cada modelo de vehículo.

Facilitar a los consumidores una base de datos en la que pueden anotar su gasto de combustible al repostar para tenerlo controlado y comprobar la diferencia con el homologado por el fabricante en el ciclo WLTP. La utilidad de estos datos radica en que son interesantes para los demás usuarios, ya que se pueden comparar con otros vehículos.

Los datos recogidos en esta base de datos darán una información detallada y fiable del consumo de combustible real de los coches y de sus emisiones. Todo ello sirve a los conductores a decidir qué comprar con datos objetivos y realistas y a las autoridades a evaluar los resultados de sus políticas para dirigir las futuras decisiones en materia medioambiental.

El proyecto MILE 21 también ofrece consejos a los conductores para ahorrar combustible en los viajes.

Ya tengo el consumo real, ¿y ahora qué? 5 útiles consejos

Ahora es el momento de mejorar todavía más el consumo, con estos consejos que nos dan los expertos del MILE 21. Porque el objetivo de todo esto es tener una eficiencia óptima en la conducción.

1. Evita conducir distancias cortas

Planifica para combinar en un solo desplazamiento varios trayectos cortos que necesites hacer. Ahorrarás combustible, pues el motor consume más cuando arranca de frío y, además, evitarás hacer kilómetros innecesarios.

2. Mantén un estilo de conducción tranquilo

Conducir con tráfico con continuos acelerones y frenazos te hace aumentar el consumo entre un 20 y un 40 % más. Así que te recomendamos una conducción cómoda durante la marcha, es decir, apartar los hábitos agresivos y deportivos que solo hacen que aumentar el consumo.

3. Conduce a una velocidad eficiente y sigue un mantenimiento periódico

Aparte de ser más seguro, conducir a 110 km/h en vez de a 130 km/h te ayuda a ahorrar entre un 6 y un 24 % (sin emplear mucho tiempo más, salvo en viajes muy largos).

Si el motor de tu coche no funciona correctamente, el consumo puede aumentar entre un 3,5 y un 10 %.

4. Usa el aire acondicionado solo si es necesario; usa el ventilador si no hace mucho calor

Cuando inicias un viaje y el coche está caliente, abre las ventanillas los primeros 5 minutos. Después cerrarlas, sobre todo a altas velocidades. El consumo debido a las ventanillas abiertas es mayor que usando el aire acondicionado.

5. No lleves objetos que no necesites en el coche y no los transportes en el techo

Si transportas objetos con un peso extra de 100 kg y el vehículo pesa 1.500 kg, el consumo aumentará entre un 6 y un 7 % cuando conduzcas en ciudad. Los cofres portaequipajes, portaesquís, portabicicletas... perjudican la aerodinámica del coche y aumentan el consumo entre un 5 y un 8 %.

Conclusión: no te dejes llevar por un simple canto de sirena

Cuando tenemos la información real sobre algo, nos sentimos más seguros y podemos pensar mejor y tomar mejores decisiones. La conclusión es que, entre todos, y solo cooperativamente podemos derrotar las maquinarias publicitarias fraudulentas. Y con lo que nos ahorremos en combustible, nos podremos comprar un buen televisor para ver la F1.

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