A pesar de estar en un oligopolio dominado por el diesel y la gasolina, los coches eléctricos poco a poco van ganando terreno a los motores de combustión creciendo hasta el 1,69% de las ventas en el 2020. Si los híbridos continúan creciendo alcanzando un 16,3% de la cuota de mercado y subiendo 8,2 puntos porcentuales respecto al año anterior, ¿por qué no pueden hacerlo también los eléctricos?
Es posible que aún no lo notes, pero el parque automovilístico está cambiando a ritmo vertiginoso bajo la influencia de las instituciones públicas y autoridades que cada vez se están poniendo más serios con la contaminación y el medio ambiente. El nuevo reglamento europeo amenaza con sanciones a los fabricantes para que “capen” hasta los 95 gramos la media de emisión de CO2 que emiten todos sus modelos (con matices). Además el sector público empuja a la compra de coches eléctricos a través de beneficios fiscales e incentivos.
Bien es cierto que llevan relativamente poco en el sector y aún se encuentran en fase de desarrollo, pero su velocidad de avance se refleja en unos precios cada vez más estables y una autonomía mayor. Ya no hablamos del eléctrico como ese coche que favorece a la sostenibilidad y al medio ambiente únicamente sino que empieza a plantar cara a los motores de combustión que han reinado toda la vida en el mundo del automóvil.
- Te recomendamos leer: "¿Merece la pena comprarse un Tesla? 10 ventajas e inconvenientes"
Coches eléctricos: sostenibilidad y calidad de vanguardia
Podemos definir los coches eléctricos como aquellos vehículos cuyo impulso en la carretera proviene de uno o varios motores alimentados por una fuente de energía eléctrica. Actualmente el formato predominante de este tipo de vehículos son las baterías de iones de litio.
No hay que confundirlos con los coches híbridos ya que los eléctricos utilizan exclusivamente la electricidad como fuente de energía principal (luego la convierten en energía cinética).
Los eléctricos se diferencian de los impulsados por combustión interna por una serie de elementos comunes. Se caracterizan por llevar motores de corriente alterna o continua que están conectados a un cargador que se alimenta únicamente de electricidad desde una fuente de alimentación para cargar la batería que alimenta a todo el coche. Pero, ¿qué beneficios conlleva tener un coche eléctrico? ¿Es igual de fiable que los vehículos con motor de combustión? En este artículo te explicamos en detalle las 7 ventajas de tener un coche eléctrico.
1. Distintivo Cero Emisiones de la DGT (ventajas fiscales muy tentadoras)
El distintivo Cero Emisiones de la DGT diferencia los coches menos contaminantes de los coches más contaminantes (pegatinas ECO, B y C). Los vehículos eléctricos (BEV) están dentro de los cero emisiones junto a los vehículos eléctricos de autonomía extendida (REEV) y los vehículos eléctricos enchufables (PHEV).
Esta etiqueta otorga beneficios a los vehículos más respetuosos con el medio ambiente, incentivando la compra de coches sostenibles y promocionando estas nuevas tecnologías a través de beneficios fiscales relativos a la circulación por el país. Además discrimina negativamente a los vehículos más contaminantes de la carretera en épocas de alta contaminación. Es decir, los vehículos eléctricos están exentos de las restricciones de circulación en los centros neurálgicos por contaminación en épocas de picos (cada vez más comunes) y además, poseen bonificaciones en las zonas de aparcamiento públicas (zona azul y zona verde) y parquímetros.
La compra de vehículos cero emisiones facilita ayudas estatales y autonómicas para financiar o comprar el coche. Las administraciones muestran el apoyo a los cero emisiones reduciendo hasta un 75% el impuesto de circulación. También se permite el uso de los carriles VAO en las autopistas entre otros factores.
2. Adiós a las gasolineras, adiós al consumo de carburante
Se acabó el hecho de ir a las gasolineras y si lo haces, será porque disponen de electrolinera. Muchas ciudades están comenzando a instalar puntos de recarga gratuitos que funcionan con energía solar. Pero el beneficio no está en ir o no ir a las gasolineras, el coche eléctrico no consume ningún combustible y esto se refleja en el gasto equivalente por kilómetro, aproximadamente a 1€/100km.
Obviamente la electricidad no es equiparable en precio a los combustibles y eso a medio/largo plazo, el bolsillo lo agradece. Como hemos dicho, en un coche eléctrico el gasto por 100 kilómetros es aproximadamente de un euro, mientras que en los diesel y gasolina, el precio aumenta hasta las 6 y 8 euros.
3. Apenas hemos de preocuparnos por el mantenimiento
Lo primero que pagas cuando compras un coche es el vehículo en sí mismo, pero al mismo tiempo eres consciente de que a la larga, vas a tener que costear las averías y mantenimientos (que con el paso del tiempo son más frecuentes). Partiendo de que el sistema de los coches eléctricos es más sencillo y con menos componentes, el riesgo de avería se reduce y los conductores asumirán menos gastos de mantenimiento.
Además disponen de frenada regenerativa o más conocida como KERS: este sistema de frenado implementando en la fórmula 1 el año 2009, reutiliza y almacena parte de la energía cinética desaprovechada en baterías o condensadores para transformarla en energía eléctrica contribuyendo en la frenada. Evitando así el famoso mantenimiento entre conductores de las pastillas de los frenos. En definitiva los coches eléctricos no poseen elementos que estén sometidos a altas presiones, rozaduras y desgastes como ocurre con los de combustión. Olvidarse de componentes como la correa de distribución, los filtros y el embrague supone un alivio tanto personal como económico.
4. Máximo confort en la conducción
Los coches eléctricos a diferencia de los de combustión son extremadamente silenciosos y las vibraciones son insignificantes.
Esta tranquilidad en la conducción y el hecho de no tener que utilizar el cambio de marchas contribuyen a una conducción más segura al reducir la fatiga. Largas conducciones o situaciones de atasco son propicias a fatigar al conductor y por lo tanto, a no prestar la atención necesaria a lo que sucede en la carretera. Por lo tanto, es un coche ideal si has de acomular horas al volante o circular siempre por espacios urbanos, ya que la conducción será más relajada y eso siempre contribuye a una mayor seguridad dado que el cansancio se reduce.
Además, algunos eléctricos poseen un par motor mucho más avanzado que el de los coches de combustión (testado en pruebas de aceleración). Por lo que en cruces, rotondas o situaciones de emergencia, la aceleración y rapidez en subir la velocidad contribuye a una mayor seguridad. De hecho, los fabricantes de este tipo de automóviles destacan sus prestaciones de 0 a 100 km/h.
5. Los coches utilitarios eléctricos ahora son más espaciosos
Los coches eléctricos parten con la ventaja de que sus componentes son mucho más pequeños que los coches de combustión. Eso significa que un eléctrico puede ser pequeño pero gozar de un amplio espacio en el interior para conductor y pasajeros además de ganar en maletero.
Ten en cuenta que se gana mucho espacio vaciando la parte delantera del capó. Por lo que son muy recomendables para ese tipo de usuarios que, por motivos de trabajo, buscan un pequeño coche para desplazarse a diario por una misma zona
6. Cada vez gozan de mayor autonomía en la carretera
Es cierto que el mayor handicap de los eléctricos es la autonomía, los tiempos de carga y la falta de infraestructuras enchufables. En consecuencia, este tipo de coches han sufrido una lenta proliferación en nuestras carreteras. No obstante, la tecnología en el mundo del automóvil evoluciona a un ritmo vertiginoso. Los coches eléctricos que actualmente salen al mercado tienen una autonomía inimaginable hace unos años, entre los 300 y 800 km. Los puntos de recarga y las electrolineras empiezan a coger forma en las carreteras atendiendo la creciente demanda de conductores con vehículos eléctricos.
7. Cero contaminación
Si realmente te preocupa el medioambiente has de saber que los eléctricos no emiten ninguna emisión de gases contaminantes, como hemos dicho en los primeros puntos, son 100% eléctricos. Dados los serios problemas de polución en todo el mundo, la alternativa de los coches eléctricos es sin duda una gran apuesta.
4 modelos de coches eléctricos con relación calidad/precio para distintos bolsillos
Cabe destacar que la oferta de coches eléctricos en el mercado sigue siendo justa. A la vez, casi todas las marcas están poniendo ya en el mercado algún caballo ganador de este tipo de vehículos, lo que significa poder gozar de un amplio abanico de modelos a la hora de elegir el tuyo.
En este punto te recomendamos una serie de vehículos eléctricos que se adaptan a las diferentes economías de cada posible conductor, desde un mini utilitario hasta un SUV todocamino.
1. Seat Mii Electric
Actualmente es el coche más barato del mercado, el primer coche eléctrico al 100% de SEAT. Posee el mismo diseño y medidas que su hermano gemelo de combustión también llamado Mii. Es capaz de proporcionar una autonomía de 259 km tras carga llegando a los 358 km en uso urbano. Su motor eléctrico es de 83 CV con un par motor de 212 Nm que le permite una rápida aceleración, de 0 a 100 km/h en 12,3 segundos.
Se trata de un coche ágil y muy utilitario en conducción urbana (centros urbanos y grandes ciudades), gracias a sus dimensiones y sus buenas prestaciones de espacio en el interior. Además, se percibe un vehículo muy estable y sin ruidos dado su tamaño en velocidades superiores a los 100 km/h (su máximo es 130 km/h). El precio del SEAT Mii oscila entre los 17.000 y los 20.000 euros sin los descuentos aplicados a su condición de eléctrico.
2. Nissan LEAF
El Nissan LEAF es el coche eléctrico más vendido del mundo. De este modelo cabe resaltar su relación entre confort, precio y utilidad. Es capaz de proporcionar una autonomía de 270 km tras carga. Su motor eléctrico proporciona una potencia máxima de 150 CV con un par motor de 320 Nm permitiendo una buena aceleración, acelerando de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos.
Es un 5 plazas del segmento C (compacto) que se vende a precio de segmento B (compacto pequeño). El Nissan LEAF lo encontramos desde 25.900 euros sin los descuentos aplicados a su condición de eléctrico.
3. Hyundai Ioniq Electric
Un poco más grande que el Nissan LEAF, es el que menos consume entre los eléctricos Hyundai. Posee una buena tecnología y lo que resalta es su calidad interior. Con una autonomía de 311 km tras carga, tiene un par motor de 265 Nm con una potencia máxima de 136 CV (lo han mejorado de su predecesor). Ofrece una buena aceleración, acelerando de 0 a 100 km/h en 10,8 segundos.
Lo que verdaderamente resalta de este Ioniq es su comodidad y calidad, destacando sus buenos ajustes en lo que respecta al espacio (sobretodo los asientos traseros). El Hyundai Ioniq Electric lo encontramos desde 30.000 euros sin los descuentos aplicados a su condición de eléctrico.
4. Audi e-tron (50 Quattro)
Cabe destacar que el e-tron es el primer modelo totalmente eléctrico de Audi y se comercializó a finales de 2018, nosotros, destacamos el modelo 50 Quattro. Hablamos de un SUV a caballo entre el Audi Q5 y el Q7.
Es un todocamino 5 puertas, con tracción total, con una autonomía de 333 km tras carga y con un par motor de 540 Nm que otorga una potencia máxima de 313 CV alcanzando los 100 km/h en 6,8 segundos. También está disponible con la variante Sportback, que viene acompañada de un aumento de potencia y ofrece más seguridad con un sistema de frenos más potente. El Audi e-tron (50 quattro) lo encontramos desde 73.040 euros sin los descuentos aplicados a su condición de eléctrico.
