Las 15 (+1) partes del motor de un coche (características y funciones)

Es la unidad que hace que todo funcione como un reloj suizo en un vehículo de cuatro ruedas. Razón de peso suficiente para dedicar un post a las principales partes del motor de un coche.

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Para que nuestro compañero de cuatro ruedas responda a lo que le pedimos en cada momento, la totalidad de los componentes que integran su mecanismo han de funcionar correctamente. Y aquí entran en juego un sinfín de elementos interdependientes entre sí que hay que conocer. De hecho, en la prueba del carnet de conducir a veces hay que identificarlos.

Por estas dos razones, en TopDriverz se le va a dedicar la próxima entrada a los elementos del motor de un coche. El fin no es otro que dar una ilustración lo más clara posible de cómo funciona a todos los lectores que consultáis nuestro portal informativo. ¡Tomad nota!

Todo lo que tenéis que saber del motor: ¿qué piezas lo conforman?

Tras la rigurosa introducción, es el momento de meternos de lleno en el tema principal de estas líneas que vienen a continuación.

1. Depósito del líquido del limpiaparabrisas

Como su propio nombre indica, acoge el agua u otros productos líquidos específicamente preparados para este miembro del automóvil. Y es que dentro de él puede haber agua como tal, agua destilada u otra sustancia que tenga como fin la higiene de esta parte. Es fundamental que siempre se encuentre en niveles adecuados ya que tiene gran responsabilidad en garantizar la visibilidad del conductor cuando el cristal delantero y el trasero estén sucios.

Afortunadamente, se puede rellenar cuando el usuario quiera y pueda, al margen de que el coche esté encendido o apagado, o si el motor está frío o caliente. No obstante, es importante tener en cuenta que empleando agua a secas se pueden crear depósitos de cal que compliquen el buen hacer de la estructura o que lo obstruyan.

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2. Depósito de líquido refrigerante o anticongelante

Muy próximo al anterior está el depósito de líquido refrigerante o anticongelante, que asegura que la temperatura siempre sea la óptima. Además, no corre a cargo del conductor su relleno, sino que es responsabilidad del taller de confianza, aunque sí que es recomendable hacer una revisión periódica ya que, si resulta que está perdiendo líquido, es sinónimo de avería gorda.

3. Cilindros

Los cilindros son una serie de orificios unidos bajo una misma pieza de hierro o aluminio. Su importancia es tal que acoge la combustión que hace funcionar a los coches de gasolina y diésel, aunque eso no significa que siempre tenga la misma forma. Es muy habitual ver configuraciones de 4 cilindros, más transversal, así como otras de 8 en forma de V, disposición que es empleada sin ir más lejos por los coches de la Fórmula 1.

4. Pistones, cigüeñal y biela

Sí, efectivamente hemos unido 3 piezas distintas en una, pero tiene un porqué que vais a conocer ahora mismo. Los pistones suben y bajan de manera continua dentro de los cilindros y, a su vez, hacen que se mueva el cigüeñal, que está justo debajo perpendicularmente. Su unión es posible gracias a la biela, que las junta y da lugar a que se produzca el movimiento.

5. Alternador

El alternador es una pieza hecha de metal con forma redonda que ha de ser accionada mediante una correa y que dispone de unas ranuras que permiten la visualización de unos cables de cobre en su interior. Su labor es generar la electricidad necesaria por el coche mientras que el motor se encuentra en marcha.

Revisar este componente es sumamente complicado y no hay por qué hacerlo, pero sí pedirle a tu taller y mecánico de confianza que cambie la correa cuando haya alcanzado los kilómetros indicados por la marca, que suelen estar en torno a los 90.000.

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6. Válvulas y árbol de levas

Por un lado, las válvulas se encuentran justo por encima de los cilindros y, a su vez, gozan de la protección de las culatas. De hecho, su labor protectora llega a la parte superior del bloque y eso es lo que le permite aguantar las explosiones que tienen lugar. El propósito que tienen no es otro que meter distintos elementos: las de admisión lo hacen con el combustible y el aire en los cilindros mientras que las de escape hacen lo propio con los gases que sobran y que salen del bloque. Por otro lado, el árbol de levas controla las válvulas para que se abran y se cierren en el momento oportuno.

7. Grupo óptico

El grupo óptico es la parte interna del faro, que además integra los cables que suministran de alimentación a las bombillas. Permite cambiarlas accediendo desde el capó cuando se funden y, cuando se tratan de luces convencionales (sin función activa ni xenón), con unos pequeños tornillos se puede regular su altura.

Hay que decir que no es necesario en absoluto desmontar el faro, pero sí se debe hacer con la tapa trasera que impide que entre líquido y humedad en el interior. Las bombillas de las luces largas y cortas también se pueden reemplazar, lo mismo pasa con el intermitente. En lo que se refiere a las luces diurnas, pueden estar colocadas de forma totalmente independiente.

8. Culata y junta

La culata, como se puede suponer tras lo explicado sobre las válvulas y el árbol de levas, es la responsable de proteger ese bloque en su zona superior. Entre ella y dicho bloque se encuentra la junta, que se responsabiliza del sello cerrado de la cámara. Para hacerse una idea de su importancia, si por lo que sea se produce un sobrecalentamiento la junta se puede averiar y esto implica asumir unos costes económicos muy altos.

9. Varilla del aceite del motor

Esta barra larga y fina consta de un pequeño nivel en la punta que muestra si hay suficiente aceite o no. Para averiguar una cosa o la otra, hay que prestar atención al color que muestra. Para hacer esto hay que asegurarse de que el coche esté nivelado, el motor frío y el sistema apagado por completo. El aceite lubrica a todas aquellas partes del mecanismo que sufren fricción durante el tiempo de funcionamiento, así que hay que prestarle mucha atención.

10. Cárter

El cárter es un recipiente que se sitúa justo debajo del bloque de las válvulas y el árbol de levas. Es vulnerable a ciertos percances, de manera que si se pisa una piedra muy grande se puede romper perfectamente. Su función principal es proteger el motor y, a su vez, evitar que el agua, la tierra o el polvo de la superficie sobre la que circula el coche, se meta en el interior. No obstante, también es responsable de almacenar el aceite para que este lubricante circule como debe.

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11. Depósito de líquido de frenos

Como su propio nombre indica, se encarga de enviar a los frenos el impulso suficiente para cumplir con su función, de manera que hace posible la transmisión de la fuerza emitida por el conductor cuando pisa el pedal hacia los cilindros de freno en las ruedas. Su revisión corre a cargo del taller en concepto de mantenimiento del coche.

El estado de las pastillas de freno es el que marcan el estado de los discos de freno en mayor medida. No obstante, a medida que pasa el tiempo habrá que quitar el circuito para extraer el líquido y rellenar el depósito hasta los niveles que recomienda el fabricante del coche para el modelo en concreto.

12. Batería

La batería es el componente que se responsabiliza de “darle de comer” a los sistemas eléctricos. Es esencial monitorizar su estado porque, en el caso de que falle o se descargue por falta de uso, hay que cargarla echando mano de un dispositivo especializado para ello, o bien recurrir a unas pinzas que ayuden a arrancar el vehículo a través de la alimentación eléctrica de otro automóvil.

13. Colector de admisión

Este conjunto de tubos gordos se ubica en el costado derecho y cada uno de los que le integran pertenecen a distintos sensores que, a su vez, forman el circuito por el que circula el aire que desemboca en los cilindros. Dentro acoge al caudalímetro, que mide la masa de aire entrante al propulsor. También en su recorrido está el filtro de aire, que hay que cambiarlo cada vez que se recorren 30.000 kilómetros.

14. Caja de fusibles

Escorada totalmente en el costado derecho podemos encontrar la caja de fusibles, que suelen ser varias por lo general. La principal está cerca al motor, otra debajo del asiento del conductor o de otra zona del habitáculo. La primera citada contiene fusibles de arranque, del sistema de inyección u otros componentes vinculados. Aquí también se encuentran los relés, que son unos interruptores automáticos.

15. Inyección

Comparte con el colector de admisión el hecho de que acoge varios tubos, aunque no tienen el mismo grosor ni mucho menos. Estos se complementan con unas piezas, de manera que conforman una especie de entramado. Los tubos se distinguen entre los que portan combustible y los que acogen cables en sus senos, estos últimos controlan los sensores, los calentadores, inyectores, etc, en los diésel. Por su parte, los inyectores son cuatro elementos hechos de metal que se recubren de plástico y que se enroscan en la culata.

16. Turbo

El turbo se acopla entre los colectores de admisión y el escape. De esta forma, los gases de escape mueven una turbina que arrastra a otra encargada de aspirar el aire de fuera y meterlo a presión en los cilindros para mejorar el rendimiento.

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