10 detalles que debes revisar antes de comprarte un coche de segunda mano

No es oro todo lo que reluce. Muchos vendedores de segunda mano tienden a maquillar y a poner bonitos sus vehículos aprovechándose de la falta de conocimientos sobre mecánica de los compradores. Así que hay que estar alerta.

Detalles revisar antes comprar coche segunda mano

Variadas y diversas son las causas por las que una persona decide comprarse un coche de segunda mano. Los vendedores más experimentados lo saben y tapan las carencias con una carrocería bonita y en “perfecto estado”. Un coche bonito por fuera puede esconder numerosos problemas internos que con un poco de atención, son fácilmente detectables y pueden cambiar drásticamente tu perspectiva sobre ese vehículo.

Por lo tanto, mucho ojo con lo que te ofrecen, al fin y al cabo, el vendedor te va a persuadir sin que te des cuenta para que compres ese vehículo. Pero, ¿tienes miedo de no estar seguro en comprar ese vehículo? ¿Has de recurrir a tu amigo experto en coches para que lo revise? No te dejes llevar por los anuncios de internet y la palabrería del vendedor, aunque no lo parezca, una “ganga” de coche al principio puede suponer un verdadero quebradero de cabeza y un pozo sin fondo en tu bolsillo.

¿Qué tengo que revisar antes de comprar un coche de segunda mano?

No todos los coches de segunda mano tienen por qué estar en mal estado o dañados, de hecho, muchas veces son una buena opción económica para el comprador. Eso no quiere decir que, con echar un simple vistazo al coche, ya tengas suficientes indicios para realizar una compra segura. Cuidado, comprar un vehículo (sea de segunda mano o no) no es tarea fácil dada la cantidad de factores que se han de tener en cuenta para elegir el tuyo.

Si además nuestra decisión es comprar un coche de segunda mano, debemos ser conscientes que siempre habrá dudas de cuál es su estado real. En este artículo analizaremos las tres capas de un vehículo para detectar posibles anomalías sin ser un profesional del mundo del motor: desde los exteriores, hasta la mecánica pasando por el interior del automóvil. En el artículo de hoy, presentamos los 10 detalles que debes revisar antes de comprarte un coche de segunda mano.

1. Exterior del coche

Que lo bueno está en el interior es indudable hasta en los coches. La mecánica (sistema de frenado, motor, caja de cambios, dirección, etc.) es el eje principal de todo vehículo. Pero en muchas ocasiones, el estado de la carrocería nos puede dar indicios sobre la conservación de los componentes mecánicos por parte de su antiguo propietario. Por eso, el estado exterior del vehículo es lo primero que hemos de inspeccionar antes de analizarlo por dentro.

1.1. Chapa y pintura

Una carrocería con signos de abolladuras, rasgos de oxidación, un tono no uniforme en la pintura y con poco brillo son unos indicadores muy fiables del estilo de vida que mantenía el vehículo. Si en la primera inspección ocular detectas alguno de estos síntomas es muy probable que el coche haya sufrido alguna de estas situaciones: el poco brillo y el desgaste de la pintura son indicadores de que el coche dormía en la calle y no en parking.

Además, las diferencias de tonalidad en diferentes partes de la carrocería pueden evidenciar que ha sufrido golpes los cuales han requerido de una sustitución de ciertas piezas (pregunta las causas al vendedor, quizás haya una reparación previa). En el caso de no detectar irregularidades en la pintura pero si abolladuras o reflejos de cualquier golpe (toca la zona sospechosa con los dedos) hay el truco del imán: si este no se adhiere con la misma facilidad que en el resto de la superficie es un indicador que allí ha habido un golpe. Cuando te encuentres en alguna de estas situaciones has de preguntar al propietario, nunca sabes lo que puede esconder una pequeña reparación.

1.2. Los bajos

Es hora de bajar un poco el centro de gravedad e inspeccionar los bajos del vehículo. Somos conscientes que los bajos en un coche siempre se llevan la peor parte del pastel. Es por ello que son uno de los indicadores más fiables a la hora decirnos cómo era el estilo de conducción del anterior propietario. No tengas vergüenza de agacharte e inspeccionar si los bajos tienen arañazos considerables, óxido en zonas golpeadas o rozaduras.

Si encuentras alguno o varios de estos indicios, son consecuencia de una conducción agresiva al pasar por resaltos y badenes, lo que puede comportar daños severos en la suspensión delantera. Además, coge una distancia razonable para ver todo el morro del coche y agáchate a la altura del capó para visualizar posibles desvíos en la alineación debido a una conducción agresiva.

Bajos coche

1.3. Puertas y cristales (lunas)

Que las puertas abran y cierren bien es más importante de lo que podemos pensar. Una puerta con holguras en las bisagras, pequeños descolgamientos y con las juntas de goma desgastadas o rotas (cubren las puertas), nos pueden dar experiencias indeseadas ante situaciones meteorológicas adversas. Las puertas protegen, aíslan e insonorizan el coche del exterior.

Por lo tanto, comprueba una por una las puertas sujetándolas con las dos manos por los bordes, tirando de ellas arriba y abajo e intentando cerrarlas a la primera sin desviar tu movimiento. Un chequeo más simple es el de las lunas (delantera y trasera), fíjate que no haya picotazos ni pequeños impactos, estos a la larga pueden quebrantar el cristal del coche.

2. Interior del coche

Aún sin llegar al centro de la tierra (mecánica), abriremos las puertas que habremos revisado en el anterior punto y entraremos dentro del coche para ver el estado general del interior. No solo para detectar manchas y desgastes en el tapiz o ver el estado del salpicadero (fácilmente reprochables), sino para seguir profundizando en qué tipo de uso le ha dado el propietario del vehículo anteriormente.

2.1. Volante y cambio de marcha

Los laterales y exteriores de un volante nos puede indicar los entornos por los que el coche ha circulado a lo largo de su vida. Si un volante está más desgastado de la cuenta con respecto al kilometraje que tiene es porque principalmente ha circulado por ciudad o núcleos urbanos, dicha circulación conlleva a un mayor desgaste de la mecánica.

Lo mismo podemos ver reflejado con el cambio de marchas, al ser más pequeño y entrar más en contacto con la mano, nos dará indicios de un mayor o menor desgaste que podremos relacionar con el volante. Con el motor en marcha revisa que las marchas entran perfectamente. Es por ello que debes relacionar estos dos componentes internos para tener argumentos suficientes a la hora de preguntar al propietario porque tipo de vía ha sido usado el vehículo. Recuerda que circular por ciudad desgasta la mecánica, si es así, exige al vendedor que revise la dirección del vehículo.

2.2. Asientos

Los asientos también nos dan indicios no solo del cuidado del vehículo, sino de los hábitos de conducción del vendedor. Es muy importante primero de todo que revises la estabilidad del asiento, es decir, que la banqueta esté fija y que se regule sin ninguna dificultad además de los reposacabezas, has de moverlos con total libertad.

Si los laterales interiores del asiento están hundidos nos pueden dar pistas acerca de un exceso de acelerones, que en consecuencia, dañan el motor y los neumáticos. Si los asientos están especialmente hundidos y no se corresponden con el kilometraje, pregúntale si los ha cambiado hace poco y por qué.

Asientos coche

2.3. Tapiceria, plasticos y alfombrillas

Es tiempo de regatear y ser justos con el precio. Primero de todo exige ver la tapicería de serie, la original (ojo no pongan fundas). Si detectas una mala conservación o un mal estado en relación al poco kilometraje realizado, no dudes en reclamar una rebaja en el precio o una reparación en donde el vendedor asuma los costes.

En paralelo van los plásticos del interior como manivelas, salpicadero o los botones de las ventanillas. Si detectas un excesivo desgaste reclama, y si alguna de las piezas están rotas exige el cambio. Por último, las alfombrillas son un buen complemento para determinar el cuidado interior del vehículo en relación al kilometraje, si las ves excesivamente arrugadas y en mal estado, exige unas nuevas.

2.4. Airbags y cinturones

La seguridad por encima de todo. Es hora de inspeccionar dos de los elementos que nos pueden salvar la vida en la carretera. Por desgracia, no podemos hacer que salten los airbags para determinar que, efectivamente, están en buen estado. Pero sí que podemos fijarnos en que las tapas del airbag encajen sin ningún problema y lo sujeten correctamente, de lo contrario podría ocurrir lo siguiente: que salte sin razón alguna o que no salte en caso de accidente. Además, el mal encaje de las tapas puede darnos evidencias de un accidente en el pasado.

Comprueba todos los cinturones del vehículo chequeando todos los asientos. Fíjate de que no te cuelguen una vez puestos, ni muy tensos ni con falta de adherencia al cuerpo. También observa desde dentro que no queden sueltos en los asientos, los cinturones una vez quitados han de recuperar su posición inicial sin que los pasajeros hayan de apartarlos para sentarse.

3. Mecánica del coche

Y llegamos al centro de la tierra, al núcleo del vehículo. Inspeccionados los elementos externos e internos hemos podido recoger indicios sobre el estado de los componentes mecánicos del coche. Es verdad que la fiabilidad de la mecánica marcará la diferencia, su estado determinará en gran medida si compramos o no el coche. A continuación, te damos algunos consejos para una primera valoración (previa revisión) de la mecánica.

3.1. Motor

La madre de todas las madres, los principales quebraderos de cabeza provienen del motor ya que es el elemento que realiza más esfuerzo y a temperaturas elevadas. Lo primero que debemos hacer es pedir toda la información en relación al motor: cada cuánto se ha hecho una revisión, averías sufridas y el kilometraje real entre otros datos.

El kilometraje real es muy importante dado que cada 100.000 km ha de cambiarse la correa de distribución (muy costosa). No debemos pasar por alto este factor, ya que si el vehículo que vamos a comprar está muy cerca de los 100.00 km, prepárate para rascarte el bolsillo. Ahora sí, encendemos el motor y afinamos el oído para buscar ruidos extraños y vibraciones a ralentí.

Luego circulamos a 50 km/h en segunda y sin pasar dicha velocidad aceleramos a fondo para analizar el humo de forma muy sencilla: si el humo es negro, puede ser que el sistema de alimentación no esté en buen estado, si es blanco es por falta de carburante en la combustión y si es azul, indica un desgaste del motor ya que consume aceite. Una vez en parado déjalo a ralentí y fijate en la temperatura, esta no debería subir, si sube es probable que sufra problemas de refrigeración. No son problemas extremadamente graves, pero si es verdad que el precio de reparación de dichas problemáticas ronda los 200-600 euros.

Revisar motor

3.2. Suspensión y dirección

¿Recuerdas que hemos explicado la inspección de los bajos? Bien, si no te han dado buena espina, muy atento al chequeo de las suspensiones. Una mala suspensión es muy fácil de detectar (con el vehículo parado). Sin miedo, apóyate en cada una de las esquinas del capó, empuja hacia abajo y afina tus sentidos para comprobar que esta no es excesivamente blanda.

Si está en buen estado, volverá al punto inicial sin rebotes (no ha de rebotar más de una vez). Si te ves con confianza, pide una conducción por una carretera bacheada, si las ruedas rebotan demasiado es que los amortiguadores sufren desgaste (indicios de una conducción agresiva). Si no te fías de tus conclusiones y quieres salir de dudas, inspecciona los anclajes de la suspensión, si están rotos, descarta el coche.

Cuando hablábamos de los bajos, hemos recomendado coger cierta perspectiva para analizar (a bote pronto) la alineación del vehículo. Bien, profundizando en la alineación comprueba la dirección girando el volante hacia los dados; una vez girado comprueba que la dirección tiende a enderezarse, en caso contrario, puede existir algún fallo en la dirección.

En movimiento, circula por autopista en línea recta, si el coche no da signos de desvío hacia los lados no existen defectos en la alineación. En caso contrario, además de un defecto en la alineación, los neumáticos pueden desgastarse de manera irregular, lo que te obligará más temprano de lo habitual a sustituirlos.

3.3. Frenos y embrague

Si antes hemos hablado de los airbags y los cinturones, los frenos son cruciales para nuestra seguridad. Los frenos, junto al embrague, son dos componentes que se desgastan con el paso del tiempo, por lo que revisar la frenada y el embrague son dos factores importantes.

Para hacer una primera valoración y descartar anomalías de las pastillas, la bomba y los discos es recomendable hacer el siguiente test: circula por algún sitio plano y sin tráfico a unos 60 km/h, frena con firmeza sin bloquear las ruedas y atento a la reacción de los frenos. Si el coche no chirría y no se va hacia los lados no existe ningún problema en los componentes mencionados anteriormente. También recomendamos comprobar el freno de mano en alguna pequeña pendiente.

Para el embrague haz una pequeña comprobación al empezar a circular. Levanta el pie del embrague poco a poco y si el pedal emite vibraciones o sube muy rápido son signos de un deterioro del embrague. Finalmente engrana marchas (sin miedo, hasta la 4rta), a priori no deberían oponer resistencia y entrar todas con suavidad.

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