Hoy vamos de compras. Pero no vamos a hacer unas compras normales. Nos hemos propuesto conseguir hacer el coche más hortera del asfalto. Y, para conseguirlo, hemos adquirido un Seat Ibiza del ’86, hemos ido al gimnasio (bueno, al bar del lado del gimnasio) para ponernos como Torrente y hemos pedido unos cassettes de Alaska y Loquillo. Ahora somos el típico personaje español con quién actualmente no querrías charlar en una barbacoa.
¿Nos falta algo? Una camiseta de tirantes de la última pachanga de fútbol playa y unas gafas de sol falsificadas y ya estamos. Para dar más rabia a los demás conductores, hemos pedido prestados nuestros sobrinos a la tía Mari, que ya son bastante insoportables de por sí. Y diremos expresiones tales como dabuten tronco, nasti de plasti o me voy a la keli.
- Te recomendamos leer: "Estos son los 10 coches más feos del mundo"
Las mayores horteradas para la carretera: ¿se puede tener peor gusto?
Dejamos claro que cada época ha tenido sus debilidades y meteduras de pata. Si nuestros padres en los ’60, ’70 y ’80 llevaban en el coche una serie de objetos que a nosotros nos darían un poco de vergüenza (o mucha, para que nos vamos a engañar), en la actualidad, también hay cosas que, en el futuro, vamos a querer olvidar. Cada uno ya sabe las que son. Empecemos.
1. Pato motero
Tengo que reconocer que no conocía a nuestro amigo pato motero. Ha sido cuando he buscado accesorios horteras por Internet, que Google me ha lanzado un anuncio sobre él. Tiene el mismo porcentaje de cuqui y adorable (10/10) que de hortera. Y es muy barato, ya que lo puedes comprar por 1,5€. O lo que es peor, te lo pueden regalar por el amigo invisible.
La web patosdegoma.com, especialista en estos temas, nos vende uno por 6,99€ con la siguiente descripción: “si te encuentras con nuestro pato de goma motorista, ten cuidado, es el REY de la CARRETERA”. Así, sin ningún pudor. También es extensible a los que llevan la figura de Elvis. Por favor, que el Rey del Rock no se merece este despropósito.
2. Dados en el retrovisor
Cuestan alrededor de 6€ en Amazon, así que no hay excusas para no comprarlos. El origen de llevar unos dados en el coche no está claro. Hay quien apunta a que los aviadores americanos en la Segunda Guerra Mundial los llevaban para tener buena suerte. Máximo Sant, el autor del canal de Youtube Garaje Hermético, explica que en los EUA servían para indicar si un conductor quería hacer una carrera de velocidad de semáforo a semáforo con otro conductor.
Y hay algunos estudios que dicen que existía una relación entre los dados y una mayor agresividad del que llevaba el volante. Ahora simplemente no solo quedan mal, sino que pueden obstaculizar la visión.
3. Volante con funda estampada de leopardo
Es una funda muy vinculada a mujeres pijas, cincuentonas y canallitas, pero la verdad es que te la puedes encontrar en el lugar más insospechado. Las podemos encontrar en Internet por 11,99€ con la funda del volante y cuatro posavasos también de leopardo. Estaba mirando las reseñas y parece que tiene mucho éxito entre los italianos. De hecho, no me sorprende en absoluto. El típico italiano cantando canciones de Toto Cotugno lanzando miradas de lascivia hacia las conductoras de otros coches. Huele todo demasiado a peli cutre de los ’80, tanto que nos quedamos la funda.
4. Pegatinas diversas
Llegamos a la culminación no de las horteradas, sino de la historia del arte. Theodor Adorno dijo que después de las pegatinas de Bebé a bordo ya no se podría escribir más poesía. O quizá no dijo eso. En fin, que es increíble cómo la gente se lanzaba a colocar adhesivos de todo tipo en el coche.
Había ciudadanos del mundo que tenían pegatinas de todos los países que habían visitado. Había los que lanzaban mensajes a los otros conductores. O los españoles, muy habituados al Toro español o al Burro catalán, que era una suerte de adscripción política un poco turbia. Por suerte, ahora solo se llevan las de la ITV y las de la DGT.
5. Imanes
Los imanes representan la evolución natural de las pegatinas. Según la teoría de Darwin, se quedan las especies que tienen una ventaja adaptativa. En este caso, los imanes suelen utilizarse para decorar un coche o furgoneta de empresa. Y todo correcto hasta aquí. Lo que pasa es que la ordinariez ha utilizado estos accesorios para sobrevivir. Hay coches y furgonetas que son frutos de una mala noche del encargado de publicidad. Un imán estándar nos puede costar unos 20€, así que también nos lo llevamos.
6. Fundas para los asientos
Como periodista de investigación, era necesario que entrase a buscar si todavía se venden fundas horteras. Seguramente, no lo tendría que haber hecho, pero me debo a mis lectores. Fundas con estilo hippie de paz y amor, estampados LSD con flores de colores, diseños hechos con el Paint, etc. Mi preferida, sin duda, es la funda camuflaje, no sea que de camino al trabajo tengas que pasar por las calles de Irak. Y si alguien las fabrica, es que alguien las debe de comprar, ¿no? Ahora me ha salido una funda con un dibujo de una ardilla surfera. Ver para creer.
7. Funda de bolas
No, no nos hemos dejado la mítica funda o cubreasiento de bolas. Ella merece un lugar especial en el coche y nuestro corazón. La podemos encontrar a partir de 11,25€, pero la media es de unos 20€. ¿Quién no pagaría 20€ para tener un coche así? Además, tiene un efecto relajante y es de instalación rápida. Da igual que tengas que comerte dos horas de atasco todos los días, que con la funda de bolas irás más tranquilo que después de una sauna. Y no te pienses que solo se vende en lugares turbios: en Norauto la tienen ofertada. Yo no he podido esperar y ya tengo cuatro.
8. Símbolos religiosos
Esto no va para aquella gente creyente. No hablamos ni de cristianos, ni de musulmanes, ni de sikhs. Se trata de los que no creen en Dios y tienen en el coche la estampita de San Pancracio, uno de los santos sanadores medievales. O el rosario en el retrovisor. O la figura de la Virgen en el posavasos. Y estos símbolos religiosos, no sé vosotros, los vinculo mucho a los amantes de la velocidad callejera. A aquellos que iban a 120 por calles peatonales, como si la suerte de no quedarse paralítico en el accidente dependiera del pobre San Pancracio. Si habéis heredado un coche de vuestros padres que parece una iglesia, os quiero en mi equipo.
9. Pomos
Pomos para el cambio de marchas. Es un tema que daría para cuatro tesis doctorales. Lo que no queremos es que disimuléis. Todos sabemos que algunos de vosotros lleváis pomos que no son “normales”: bolas de billar, pokeballs, bolas de colorines, bolas de dragón de Dragon Ball… Venga, que estoy mirando en AliExpress y estoy reconociendo a muchos de vosotros. El primer paso para resolver un problema es admitirlo. Y no son caros, por 3€ te puedes llevar el que quieras. Yo me quedo con uno de 12,99€ que es una calavera roja con cara de enfadada. Con esto, ya me aseguro de que todos las citas de Tinder van a fracasar.
10. Cojines
Y ahora entramos en un tema polémico. ¿Cojines sí o cojines no? Para viajes largos no está mal que, en los asientos traseros, los pasajeros puedan tener este elemento de comodidad. Ahora bien, la clave es saber escoger los cojines. Y no hablamos de la textura ni del relleno. Hablamos de los estampados o los dibujos. Tenemos que apostar por cosas poco extravagantes, ya que nunca sabemos quién va a terminar subiendo al coche. Quizá tengas que llevar a tu jefe o a tus suegros. Y hablando de suegros, abstenganse de poner en el coche cojines de lana hechos por tus abuelos. Lo sentimos: no quedan bien.
11. Silbato disimulador del tubo de escape
Para decorar el coche por fuera, no hay nada que me guste más que esta maravilla de la ingeniería moderna. Un silbato que, puesto en el tubo de escape, convierte el horrendo sonido que hace tu coche en el bonito y refinado sonido de un turbo. En Youtube he podido degustar dos pruebas de silbato: en la primera, la gente opina que suena a grillo de campo; en la segunda, que suena a tetera. El que hace la primera prueba nos dice que no invirtamos en estas horteradas, pero, como no confío en gente que dice palabrotas, nos lo llevamos. Por 5,80€ lo podemos encontrar en Amazon.
12. Alerones
El último accesorio es el mejor. Es el arma definitiva para impresionar a la gente. Alerones, alerones es lo que tu coche necesita. Grandes, que parezca que vas a volar cual ET con su bicicleta. Y píntalos con pintura metalizada. O ponle unos vinilos. Da igual, porque con unos alerones vas a ser el rey de la carretera. Es que los puedes poner detrás o delante o encima. La aerodinámica no tiene secretos para ti.
Una pincelada de nostalgia
Revisando el artículo, me he acordado de aquel programa llamado MTV Tunning. Si no lo conocéis, os recomiendo que busquéis videos en Youtube, porque era una maravilla. A los que lo habéis visto alguna vez, convendréis conmigo que ha sido una suerte que no tuviera demasiado impacto en nuestra sociedad. Si no, nos habríamos llenado de coches extravagantes, con potentes equipos de sonido y televisores, muchos televisores en el interior.
