Como ya se ha comentado en otras ocasiones en este portal, los SUV son una tendencia al alza en el mundo de la automoción gracias a su polivalencia, el gran espacio interior que les define y que acomoda a los pasajeros que viajan en ellos. Mercedes es una firma que tenía y tiene que liderar ese movimiento, y lo sabe.
Como prueba de ello, en Topdriverz vamos a hablar del Mercedes GLC, haciendo especial hincapié en sus características y precio. Y es que este modelo es uno de los más vendidos y reconocidos de la marca alemana de la estrella, no sin ser objeto de numerosos cambios a lo largo del tiempo para convertirlo en lo que es hoy.
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El Mercedes-Benz GLC, a análisis
Después de esta breve introducción para contextualizar todo, es la hora de meterse de lleno en la materia y de poner la lupa en los siguientes aspectos del Mercedes GLC: la intrahistoria que esconde, cómo es su diseño exterior, la estructura mecánica que equipa cada una de sus versiones, qué ofrece al conductor en concepto de equipamiento interior, por cuánto dinero se puede adquirir y otros modelos similares que compiten en su nicho.
1. ¿Qué hay detrás del Mercedes GLC?
Todo empezó allá por el año 2008, cuando desde Alemania vieron que esta clase de coche iba a marcar el paso en los próximos años. Como demostración, lanzaron el GLK, el primer SUV compacto al que corresponde precisamente la letra K (clase compacta traducido al castellano). No obstante, esta generación de estreno fue finiquitada en 2015, fecha en la que se lleva a cabo una profunda revolución que venía acompañada de una nueva filosofía en el diseño y otra nomenclatura.
A partir de ese momento se empezó a hablar de GLC como tal, de manera que la C indica únicamente la gama a la cual pertenece, que es Mercedes Clase C. A partir de ahí despegó con fuerza hasta el punto de convertirse en uno de los más vendidos de la firma alemana. Eso sí, más recientemente, en 2019, sufre una nueva renovación con el propósito de conservar y mejorar su atractivo de cara a los consumidores, la cual incluye un pequeño cambio del aspecto exterior, evoluciones en lo que a mecánica se refiere y equipamiento interno.
2. Diseño exterior
Al verlo, se siente una atmósfera familiar sin lugar a dudas en sus 4.65 metros de largo, 1.89 de ancho y 1.65 de alto, además de una distancia de ejes cifrada en 2.87 metros, más que suficiente para recibir con los brazos abiertos hasta a cinco pasajeros. En su zona frontal luce una gran parrilla en la que se ubica el logo de la marca con dimensiones de gran calado.
Hay que decir también que presenta protecciones y molduras sin pintar que se encuentran en la zona de los bajos de la carrocería, lo que se traduce en un aspecto más campero. El lujo y la elegancia no podían faltar en un Mercedes, y estos corren a cargo de unas luces LED tanto por delante como por detrás, grandes llantas de aleación en los neumáticos y remates cromados como lo son los bordes de las ventanillas y los tiradores de las puertas.
Para acabar, en su maletero puede almacenar hasta 550 litros, una capacidad que puede aumentar hasta los 1.600 en el hipotético caso de que se quieran abatir los asientos localizados en la segunda fila.
3. Estructura mecánica
A día de hoy está disponible con motores de cuatro y seis cilindros en línea, así como de un bloque de ocho dispuestos en forma de V. La variedad es mayor aún si cabe si se echa un ojo al combustible, ya que consta en este sentido de tres versiones diésel, cinco de gasolina y dos híbridas enchufables (de diésel y de gasolina).
Los ejemplares de gasolina, el GLC 200 y el 300, portan un motor de dos litros que se alimenta con el sistema EQ BOOST a razón de 197 y 250 CV de potencia, respectivamente. No obstante, tienen en común un sistema eléctrico de 48 voltios, así como otro de entrega y recuperación de energía de 10 kW. Por todo ello, pueden presumir de contar con la certificación ECO por parte de la Dirección General de Tráfico (DGT). El más deportivo es el Mercedes-AMG GLC 63 S 4Matic + que sube hasta los 510 CV de potencia, aunque antes también están el 43 y el 63 con 367 y 476 CV.
Cambiando de tercio, en las de diésel hay presente un bloque 2.0 sobrealimentado con 163 CV de potencia y que registra un consumo de 5.9 litros por cada centenar de kilómetros recorridos. En el caso del GLC 200d, la potencia sube hasta 194 CV y 245 CV si se opta por el 300d, que consume aproximadamente 6.4 litros por cada cien kilómetros. Lo que no cambia entre ellos es una caja de cambios 9G-Tronic con nueve marchas y convertidor de par, que a su vez transmite la potencia a la superficie mediante un sistema de tracción total permanente 4Matic.
Para acabar, entre los híbridos se encuentra por un lado el GLC 300 e 4Matic, que puede presumir de 320 CV de potencia combinada y una autonomía eléctrica fijada en los 50 kilómetros de distancia; y por otro el GLC 300 de 4Matic con 306 CV y 45 kilómetros de autonomía en modo eléctrico.
No obstante, aunque se apunte desde Mercedes que es una garantía fuera del asfalto, lo cierto es que no es un coche para llevarlo al límite en escenarios off-road ni mucho menos, ya que contiene 19.9 grados de ángulo de entrada, 14.1 de salida y 12.1 en el ventral, muy lejos de los todoterrenos más eficientes. Eso sí, contiene una funcionalidad de conducción para ponerle un poco a prueba en este sentido, además de un control de descenso inteligente.
4. Equipamiento interior
La calidad y el tacto que caracterizan a la marca están presentes aquí mediante materiales adecuados y un proceso de montaje cuidado como se merece. Hay que indicar que en la renovación de 2019 ya mencionada se introdujeron evoluciones tecnológicas y relacionadas con los distintos sistemas.
Dicho esto, en la actualidad se encuentran cuatro diseños y equipamientos diferentes: Básico, Exclusive, AMG Line y Off-Road Line. Esa progresión permite pasar de una carga tecnológica más simple a otra sofisticada, así como de un aspecto exterior sobrio a otro elegante hasta llegar a uno más campero o deportivo.
En lo que a sistemas se refiere, cuenta con un cuadro de instrumentos digital, otro de infoentretenimiento que se puede manejar mediante control de voz, el MBUX con pantalla táctil de 10.25 pulgadas, acceso y arranque sin llave, techo solar, faros LED matriciales con iluminación inteligente, cámara con visión de 360 grados y conectividad para smartphones. No obstante, puede dotarse también de fibra de carbono y madera para las molduras de decoración, un techo de cristal panorámico, asientos deportivos con calefacción, ventilación y ajuste eléctrico.
5. ¿Cuál es el precio del Mercedes GLC?
Sin ofertas ni promociones, el precio del que parte el Mercedes GLC ronda los 52.000 € en su variante más accesible. No obstante, conforme se quieran más prestaciones y equipamiento lógicamente esa cifra va a verse incrementada. Los de gasolina tienen un punto de partida que roza los 54.000 €. Si se quiere tirar la casa por la ventana, el Mercedes-AMG GLC 63 S 4matic+ de 510 CV puede adquirirse por nada más ni nada menos que 124.800 €.
¿Con qué coche compite el Mercedes GLC en el mercado?
Tras explicar todos los entresijos del Mercedes GLC, conviene ampliar las miras y comparar brevemente sus prestaciones con la de otro coche que está presente en su categoría. Nos quedamos en el país germano para hablar de una marca que sigue una filosofía parecida a la de Mercedes como es Audi. El Audi Q5 vive en su segunda generación y en 2020 se sometió a un lavado de cara importante.
A primera vista se observa una combinación de tecnología OLED (por detrás) y Matrix LED en su iluminación, y si se indaga un poco más se puede descubrir que su batalla o distancia entre ejes es de 2.82 metros, por lo que es ligeramente más estrecho por dentro que el GLC. Donde apenas existen diferencias es en la capacidad del maletero, que está comprendida entre 550 y 1.550 litros , así como en el cuadro de instrumentos digital de 12.3 pulgadas, conectividad para dispositivos móviles y control de voz gracias a Alexa, el asistente de Amazon.
Desde el año pasado, como consecuencia de esa renovación de arriba abajo, todas las versiones se comercializan en el mercado con etiqueta ECO y CERO emisiones de serie, gracias por supuesto a la irrupción de mecánicas microhíbridas disponibles con 12 y 48 voltios, además de un motor híbrido enchufable TFSIe. También dispone de tracción integral quattro ultra en la totalidad de la gama.
Los precios son muy similares también, por lo que un factor como la estética del diseño, la presencia de OLED en las luces y las prestaciones offroad de cada uno (ligeramente superiores en el Q5) pueden marcar la diferencia a favor, a priori, del Q5.
