Hay coches en el mercado que destacan por la idea de dirigirse a diferentes públicos y satisfacer esa misma variedad de necesidades. Las marcas tratan de exprimir al máximo el éxito que cosechan o han cosechado gracias a un modelo ampliando el espectro de usuarios y, para ser más exactos, con una nueva carrocería.
El Opel Astra es un ejemplo bastante nítido de esto que acabamos de comentar, y va a ser la última de sus versiones, la Opel Astra Sports Tourer, la que protagonice las próximas líneas que vienen a continuación. Se presenta familiar, versátil y deportivo, una constelación de virtudes que pretende calar muy hondo entre los conductores, especialmente los que tienen unos hijos que cuidar.
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Análisis del Opel Astra Sports Tourer
Tras haber puesto en contexto a nuestro protagonista, es el momento de ir al grano y hablar de los cinco puntos con los que, habitualmente, describimos las características y las prestaciones de un vehículo determinado: diseño exterior, estructura mecánica, equipamiento interno, precio y una comparación con otro auto que puede rivalizar con él en el mercado.
1. Diseño exterior
El nuevo miembro de la familia Astra está cimentado sobre la plataforma EMP2 de Stellantis, algo que no representa una novedad, pero que, principalmente, se distingue del modelo “a secas” por presentar una carrocería más larga que alcanza los 4.64 metros de longitud. A ella hay que añadirle 1.86 metros de anchura y 1.48 metros de altura, como también una distancia de ejes cifrada en 2.73 metros, por lo que en principio puede acoger a más pasajeros.
Su maletero parte de una capacidad de 608 litros, aunque si se abaten las plazas traseras entonces estamos hablando de 1.634 litros, una cifra que es una maravilla a la hora de ir de viaje, más si cabe con la posibilidad de que el suelo pueda dejarse plano completamente por medio de la solución conocida como Intelli-Space opcional. En el caso de las unidades híbridas enchufables, la base es de 548 litros y la máxima es de 1.574.
El frontal es el mismo que el del Astra, donde se encuentra la parrilla Vizor, nexo de unión entre los afilados faros Matrix LED delanteros dotados de tecnología Intelli-Lux LED Pixel Light, de forma que todo parece formar una sola pieza y un aspecto que hace recordar al de una máscara negra.
Los costados lucen una imagen más alargada y su alma de deportivo lo encarna la caída del techo bastante horizontal. Ese techo es de color oscuro acaba sobre una luneta posterior. La zaga se corresponde con la línea Sports Tourer de la casa alemana, cuyo portón trasero puede ir, de manera opcional, con accionamiento manos libres.
2. Estructura mecánica
Los motores que puede llevar consigo el Opel Astra Sports Tourer son de gasolina, diésel e híbridos enchufables. Veamos por partes cómo se presenta exactamente la oferta de propulsores de este vehículo.
Del primer tipo de combustible hay que decir que ofrece dos unidades turbo, con tres cilindros en línea y 1.2 litros, con potencias de 110 y 130 CV de potencia. Si echamos un vistazo al gasoil, contiene un motor turbodiésel de 1.5 litros y que goza de una potencia de 130 CV.
Incluye de serie una caja de cambios manual de seis relaciones, aunque en el caso del motor de 130 CV de gasolina puede convivir también con una transmisión automática de convertidor de par, la EAT8 de Peugeot para ser exactos de ocho velocidades.
En lo que respecta a la propuesta de híbridas enchufables, dispone de dos alternativas con 180 y 225 CV de potencia, que incorporan de serie esa transmisión automática, así como una batería de 12.4 kWh. En su seno acoge un propulsor turbo de gasolina de 1.6 litros y otro eléctrico, con una autonomía en ese modo cercana a los 60 kilómetros de distancia y que podrá presumir de la etiqueta Cero de la Dirección General de Tráfico (DGT).
3. Equipamiento interno
El interior del habitáculo del Opel Astra Sports Tourer es igual al de su hermano con cinco puertas, por lo que la calidad de sus materiales es muy alta, con elementos blandos localizados en gran parte de los revestimientos y mucho mimo en el vínculo que hay entre la calidad y la imagen.
Por delante tenemos el Pure Panel, la pantalla panorámica que recorre el ancho del salpicadero y que, a su vez, une el cuadro de instrumentos digitales y el sistema de infoentretenimiento, los cuales están comandados por sendas pantallas LCD de diez pulgadas. En la parte que se podría considerar el “ecuador” del habitáculo, se pueden encontrar los botones físicos, algo de lo que se evaden el climatizador y el volumen, que disponen de mandos especiales para ello.
Esa pantalla LCD de diez pulgadas que comanda el sistema de infoentretenimiento es táctil, compatible tanto con Apple CarPlay como con Android Auto de forma inalámbrica. De todas formas, es importante indicar que puede incluir un head-up display, lo que es un plus siempre para la conducción al poder ver de frente la información más importante del coche.
En lo que se refiere a los asientos, estos pueden ser opcionalmente AGR, con cuero Nappa para una gran comodidad y que pueden ser regulados con distintas posiciones, calefactables, ventilados y con función de masaje. Todo ello para conformar un interior futurista y bonito a todas luces que hace las delicias de niños y mayores.
4. Precio
Se estima que el Opel Astra Sports Tourer supondrá un sobrecoste de 2.000 euros en comparación con el Astra de cinco puertas, lo que podría situarle en unos 25.000 euros de tasación de entrada.
5. Rival en el mercado
Una vez que se ha explicado con todo lujo de detalles las propiedades del Opel Astra Sports Tourer, es buen momento para ampliar perspectivas comparando lo que ofrece con lo que propone un coche que se mueve en el mismo nicho de mercado que él. Para esta ocasión, nos hemos decantado por el Peugeot 308 SW.
Peugeot 308 SW
El Peugeot 308 SW se encuentra dentro del segmento C y, como ocurre con nuestro protagonista, representa la versión familiar de un modelo compacto, en este caso el 308 de la casa del león como reza su nombre. También se asienta sobre la misma plataforma, el EMP2, que eleva la distancia de ejes hasta los 2.73 metros, un calco del Astra, así que a priori no le tiene que envidiar en lo que a espacio interior para pasajeros se refiere. El accionamiento eléctrico del portón trasero y el sistema de manos libres para abrir automáticamente son otras de las prestaciones que comparte.
En lo que concierne a la capacidad de almacenamiento en el maletero, las unidades que equipan un motor térmico parten de unos 608 litros y de 548 en las híbridas enchufables. Calcadas en ese sentido y con las plazas abatidas, ya que presume también de 1.634 litros en las de gasolina y de diésel, así como de 1.574 en las híbridas enchufables. En el plano estético, se presenta más variado con hasta siete opciones: Rojo Elixir, Blanco Perla, Blanco Benquise, Gris Artense Grey, Gris Platino, Negro Perla y Azul Avatar.
El frontal representa un concepto muy diferente, con una parrilla más prominente y unos faros LED afilados, acompañados de esos “colmillos” que le aportan una mirada agresiva pero que no conforman una banda luminosa a diferencia de lo que ocurre con el primo alemán. Con la zaga esto se extiende, con unos pilotos más estilizados y no tan futuristas, aunque con elementos discutibles como las falsas salidas de escape, que no obstante están acompañados de unos embellecedores.
Por dentro se presenta también muy atractivo, con sus asientos delanteros certificados AGR para la máxima ergonomía y un sinfín de ajustes, reglajes eléctricos y memoria. No faltan, claro está, la opción de la función de masaje y calefacción. Lo que sí se difiere es la posibilidad de llevar consigo cristales de mayor grosor en las cuatro ventanillas, así como su parabrisas calefactado y su retrovisor interior puede prescindir de marco.
El sistema multimedia es plenamente táctil, lo que hace necesaria una manipulación previa para que el usuario pueda desenvolverse a las mil maravillas con el nuevo interfaz y saber lo que se puede hacer en cada uno de los menús que contiene.
La oferta mecánica que ofrece al consumidor es idéntica a la que ya hemos visto con el Opel, con unidades de gasolina, diésel e híbridas enchufables compatibles tanto con una caja de cambios manual como con una transmisión automática de convertidor de par de ocho velocidades.
Donde sí que se impone es en la mayor cantidad de alternativas en cuanto a acabados, lo que a su vez repercute en una amplia horquilla de precios que arranca en los 24.100 euros y que culmina en unos 44.500 euros de la versión híbrida enchufable con acabado GT, 225 CV de potencia y la EAT8 de convertidor de par.
Con todo lo dicho hasta ahora, la elección de uno u otro puede radicar en lo estético principalmente, ya que los motores que pone a disposición del usuario, los precios de los que parten y el habitáculo giran en torno a una misma idea. Así que eso es muy subjetivo para poner una elección por nuestra parte a favor de uno u otro.
