En la fiebre que vivimos de los SUVs, hay vehículos que ya tienen una cierta edad aunque parezca mentira. Esa circunstancia hace que las marcas tengan que dar un empujón a esos coches que han alcanzado cierta madurez. De esta manera, los posicionan como uno de sus buques insignia de cara a los tiempos venideros. Un ejemplo de ello lo vamos a ver, a continuación, en las siguientes líneas.
En TopDriverz ponemos el foco en este post sobre el Opel Grandland, uno de los activos más importantes de la marca alemana y del grupo Stellantis en el presente. Se sometió a actualización en el año 2021 tras haber alcanzado la primera mitad de su ciclo comercial. El propósito no es otro que posicionarse entre los mejores de su segmento. Para imaginar si lo puede hacer o no, lo mejor es leer la reseña que viene a continuación.
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El Opel Grandland en 5 claves
Una vez que hemos puesto todo en contexto sobre el Opel Grandland, es la hora de ir al grano y describir sus prestaciones en detalle, para lo que haremos lo que solemos hacer en las reseñas que hacemos sobre coches: analizar su diseño exterior, la estructura mecánica que presenta, el equipamiento interno que ofrece, el precio al que se puede conseguir y una comparación con un vehículo similar. Allá vamos.
1. Diseño exterior
Hablar de este coche es hacerlo de un SUV compacto, de ahí que se englobe en el segmento C, cuyo diseño mantiene la esencia de Opel en vez de tratar de parecerse a modelos de las firmas hermanas (Citroën, Peugeot, Fiat…). Lo que sí tiene en común es el empleo de la plataforma EMP2, que es la misma sobre la que se cimenta el Peugeot 3008, así como el lugar donde se produce, la fábrica que la marca de León tiene en Sochaux (Francia).
De esta manera, parece inspirarse en modelos como el Manta GSe ElektroMOD con rasgos compartidos, como por ejemplo la parrilla, que está ideada bajo el concepto Pixel-Vizor. Esa idea reflejada en la calandra consiste en un aspecto más limpio que, en este caso, luce de color negro carenada que hace contraste con el logo de Opel, que aparece cromado.
La parrilla está escoltada en los lados por los nuevos faros que vienen de serie, finos y alargados de apariencia, aunque opcionalmente el conductor puede decantarse por los que contienen la tecnología IntelliLux LED Pixel. Estos se fusionan con la pieza de color oscuro que actúa como parrilla.
Los paragolpes, tanto delante como por detrás, presentan una apariencia más robusta que antes de la actualización. Lo que se aprecia desde los dos costados lateralmente es la combinación de esa robustez con la elegancia que expresan sus líneas. En esa imagen colaboran los esculpidos pasos de rueda que dispone, rematados en el mismo color que la carrocería, los protectores que contiene sobre la zona inferior, la fluidez de los trazos que continúan sin problemas hacia la parte posterior. Ahí destaca su pilar C, que se encarga de crear un enlace dinámico a la zona trasera.
Los faros posteriores también cambian respecto a cómo eran anteriormente, como también lo hace el portón, que incluye el nombre del auto en letras grandes. La zaga sigue estando rematada en plástico y acompañada de elementos cromados que “hacen de” salidas de escape.
Dicho todo esto, el Opel Grandland presenta unas dimensiones de 4.47 metros de largo, 1.85 metros de ancho y 1.60 metros de alto, proporciones a las que hay que añadir una distancia de ejes cifrada en 2.67 metros y homologada para acoger a 5 pasajeros dentro.
En su maletero puede acoger unos 514 litros, aunque potencialmente unos 1.652 si se abate la fila posterior de asientos. En el caso de las híbridas, se reduce a 390 litros por la presencia de las baterías y sus elementos anexos.
2. Estructura mecánica
Aunque la apuesta por la electrificación es decidida, también es cierto que ofrece unidades que equipan motores de gasolina y diésel. Veamos cómo está estructurada su oferta de propulsores.Sus versiones de gasolina son dos: un motor 1.2 turbo de 130 CV de potencia y otro 1.6 que va hasta los 180 CV. Ambos están asociados a una caja de cambios manual de 6 relaciones de serie, aunque tienen a su disposición el convertidor de par con 8 marchas de manera opcional.
De gasoil tan solo presenta una, igual de potente que la primera de gasolina (130 CV) aunque en su caso está constituida por un motor 1.5 CDTI que incorpora de serie la transmisión manual de 6 relaciones, aunque puede disponer, si así lo quiere el conductor, la automática.
En los siguientes escalones se encuentran las híbridas enchufables, que ofrecen 225 y 300 CV de potencia. La primera de estas aúna un motor de gasolina con 4 cilindros y otro eléctrico, con 57 kilómetros de autonomía homologados en ciclo WLTP en este modo. Asimismo, presenta también una batería de iones de litio de 13.2 kWh de capacidad
La segunda presenta la misma combinación, aunque en su caso el propulsor de gasolina asciende hasta los 200 CV y contiene dos motores eléctricos (uno en cada eje), y la autonomía que homologa en modo eléctrico es de 59 kilómetros. En cualquier caso, ambas pueden presumir de la etiqueta Cero de la Dirección General de Tráfico (DGT).
3. Equipamiento interno
El interior del habitáculo del Opel Grandland respira cierta calidad gracias al amplio repertorio tecnológico que ofrece, y además presenta novedades en comparación con lo que albergaba antes de someterse al restyling. El conjunto de tecnología lo reina un sistema de doble pantalla de grandes dimensiones, el nuevo Opel Pure Panel que está conformado por la del cuadro de instrumentos y el monitor del sistema de infoentretenimiento.
La primera contiene 12 pulgadas, mientras que la segunda, llamada Navi Pro y de fisonomía táctil (aunque también ofrece botones físicos), se ve reducida a 10. Esa unión le aporta una mayor dosis de modernidad al conjunto, que dispone de los mandos de climatización separados. Está dotado con la versión más reciente del sistema Opel Connect, así como de tecnología de conducción autónoma en nivel 2 y Night Vision, que permite ver personas y animales desde 100 metros de distancia.
Los asientos disfrutan de certificación AGR que garantizan la comodidad y disfrutan de una posición elevada, lo que se traduce en una entrada y salida más sencilla, además de una mejor visibilidad. Su tapicería está hecha de cuero y hay una gran presencia de plástico duro en muchas zonas, como por ejemplo las que recubren las puertas, lo cual probablemente constituye la mayor carencia.
Por detrás, gracias a la batalla que presenta, pueden ir sentados tres adultos al margen de la envergadura que tengan, incluso en el centro cualquiera puede colocar y apoyar los pies con comodidad gracias también a lo poco voluminoso que es su túnel de transmisión. En cualquier caso, se distinguen hasta 5 niveles de equipamiento, de los cuales tres están disponibles para las unidades térmicas y 2 son adicionales para las híbridas: Business Edition, Design Line, Ultimate, Edition Hybrid y Ultimate Hybrid. El más básico, el Business Edition, incluye lo siguiente:
- Llantas de aleación de 17 pulgadas
- Reposabrazos central delantero
- Asiento del conductor ajustable en altura
- Tapicería de tela
- Varios airbags (frontales, laterales y de cortina)
- Aviso de cambio involuntario de carril, asistente de arranque en pendiente, control de crucero y limitador de velocidad
- Faros halógenos y luces LED para circulación diurna
- Sensores de aparcamiento trasero
- Bluetooth, conexión USB por delante, conectividad con Android Auto y Apple Car Play y radio digital
- Aire acondicionado, elevalunas eléctricos, retrovisores exteriores que se ajustan eléctricamente y con carácter calefactable
- Volante multifunción ajustable en altura y profundidad
4. Precio
Tras detallar todo lo que ofrece, es preciso indicar que el Opel Grandland parte de un precio de 28.073 €, cantidad que corresponde a la versión que equipa el motor de gasolina 1.2 turbo de 130 CV y va asociado a la transmisión manual. La de diésel, con la automática de 8 velocidades y su propulsor 1.5 CDTI, está disponible por 31.634 €. En lo que respecta a las híbridas enchufables, se encuentran por encima de los 40.000 €: con el motor de 225 CV la cantidad inicial es de 44.050 € y con el de 300 CV la base es de 50.050 €.
5. Rival en el mercado
Descritas todas las características del Opel Grandland, es el momento de ampliar miradas y comparar lo que ofrece con un coche que compite en su mismo nicho de mercado. Para esta vez, hemos elegido el Seat Ateca.
Seat Ateca
El primer SUV que la marca española sacó al mercado es más corto (4.38 metros), ligeramente más estrecho (1.84 metros) y ligeramente más alto (1.61 metros de altura) que el Grandland, aunque su distancia de ejes también es inferior (2.64 metros). En su maletero alberga también menos capacidad de almacenamiento, entre 485 y 510 litros de base según la versión que sea aunque ampliables a 1.604 si se abate la segunda fila de asientos.
El concepto que define a su diseño es el equilibrio y las líneas marcadas, a diferencia de la robustez y el alma ciertamente deportivo de nuestro protagonista franco-alemán. No obstante, carece de motores híbridos en su oferta mecánica, pero a cambio ofrece materiales de calidad en varios de sus niveles de equipamiento, como el FR, en el que se emplean pieles combinadas con Alcántara y costuras en rojo.
Tecnológicamente, no presenta la doble pantalla que se ha visto con el Opel, sino que el cuadro de instrumentos y el sistema de infoentretenimiento van por separado. Finalmente, y por su menor variedad mecánica, los precios a los que se puede adquirir son más bajos, de forma que la versión de acceso a la gama arranca en 26.000 € y culmina en los 43.684 € de su propulsor de gasolina 2.0 TSI de 190 CV.
