Salir de la zona de confort es fundamental para las marcas de coches ante la imperiosa necesidad de ajustarse a las normativas de sostenibilidad enfocadas a conservar el planeta. Ampliar el catálogo de vehículos que se nutren de otros tipos de energía también representa una gran oportunidad para su negocio al diversificar su oferta, así que todo son ventajas.
Y eso lo sabe Toyota, que con el bZ4X se estrena en el mundo de los vehículos totalmente eléctricos, un hecho que representa el comienzo de una nueva era para la casa japonesa y un adelanto de lo que puede venir en los años venideros de su factoría. ¿Dará la talla? ¿Qué trata de aportar nuevo? Lo vamos a ver a lo largo de las próximas líneas para salir de dudas.
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Análisis del Toyota bZ4X
Una vez que hemos introducido a nuestro protagonista, es el momento de ir al turrón y hablar en profundidad de los diferentes aspectos que le caracterizan, concretamente de su diseño exterior, la estructura mecánica que contiene, el equipamiento interno que ofrece, el precio al que se puede conseguir y una breve comparación con un modelo similar con el que “compite” en el mercado.
1. Diseño exterior
El Toyota bZ4X es un SUV que se engloba dentro del segmento D y que vive inmerso en su primera generación, siendo el primer eléctrico que se comercializa a gran escala por la casa nipona. Eso sí, en su desarrollo también ha participado Subaru, que comercializa uno muy parecido llamado Solterra.
También es pertinente decir que está configurado como el coche pionero de la submarca bZ (beyond Zero) enfocada única y exclusivamente en los eléctricos de batería. Se cimenta sobre una novedosa plataforma BEV basada en la filosofía e-TNGA que integra la batería en el chasis, de forma que consigue un centro de gravedad bajo, un equilibrio entre los dos ejes y altos niveles de rigidez.
Su diseño aúna carácter deportivo, modernidad, personalidad, elegancia y robustez. El fin no es otro que distinguir a este coche del resto de la gama y de los rivales con los que compite en su categoría. Todo ello a través de unas dimensiones de 4.69 metros de longitud, 1.65 metros de altura y 1.86 metros de anchura. A estas proporciones hay que añadir una distancia de ejes cifrada en 2.85 metros, que le permite acoger en su interior a cinco pasajeros.
Respira un cierto aire coupé gracias a la caída del techo acentuada desde la zona de los pasajeros traseros hasta el maletero, que contiene 452 litros de capacidad para albergar equipaje. Su frontal exhibe una curiosa forma de martillo, acompañado de unos faros de gran finura y unas luces de posición que recorren el ancho.
También llama poderosamente la atención su techo con panel solar opcional, un elemento extra que trasciende a lo meramente estético, ya que capta la energía procedente del sol y la convierte en electricidad para cargar la batería del coche, al margen de que se encuentre apagado o encendido. Según la propia Toyota, es capaz de acumular “suficiente energía a lo largo de un año como para recorrer 1.800 kilómetros”.
En los costados se aprecia una línea de cintura baja, unos pilares delanteros de gran firmeza y unos pasos de rueda ciertamente prominentes, los cuales están acompañados de llantas que pueden alcanzar las 20 pulgadas de diámetro y que se encuentran muy próximas a las esquinas de la carrocería.
En la zona trasera, se hace énfasis en destacar los bordes, para lo cual los pilotos recorren todo el ancho del coche, dispone de un alerón de techo dividido y otro en forma de “cola de pato”, además de una especie de difusor trasero y una luneta inclinada.
2. Estructura mecánica
Este coche ofrece al conductor dos posibles configuraciones: una con tracción delantera y otra con tracción total. La primera versión de estas cuenta con un motor de 150 kW (que equivale a 204 CV de potencia) y un par motor máximo de 256 Nm, lo que le permite acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en cuestión de 8.4 segundos y tener una velocidad punta de 160 km/h. Es importante indicar que en ambas hay una batería de iones de litio con una capacidad de 71.4 kWh, que en este caso le permite disfrutar de más de 450 kilómetros de autonomía homologados en ciclo WLTP.
En lo que respecta a la otra, sus motores son de 80 kW independientes y distribuidos por el eje delantero y trasero. En conjunto, generan unos 217.5 CV de potencia, disfrutan de 336 Nm de par motor máximo y de una aceleración más rápida, ya que puede pasar de 0 a 100 km/h en cuestión de 7.7 segundos. Eso sí, comparte la misma velocidad punta (160 km/h) y pierde en autonomía, teniendo que conformarse con 420 kilómetros.
A la hora de recargar las baterías, se puede hacer a potencias de hasta 11 kW en corriente alterna mediante un conector Mennekes tipo 2, o de hasta 150 kW si nos decidimos por un conector CCS de corriente continua. Es digno de destacar que Toyota asegura una degradación de la batería por debajo del 10 % durante los 10 primeros años o los 160.000 primeros kilómetros.
De todas formas, para conseguir una cierta eficiencia energética, el Toyota bZ4X incluye de serie un sistema de calefacción dotado de bomba de calor, aunque está la opción del ya comentado techo con panel solar en el apartado anterior referido al diseño exterior.
La mano de Subaru en este coche se nota gracias a la tecnología X-Mode que esta casa hermana emplea en varios de sus vehículos. Lo que aporta es una adaptación del control de tracción al par motor que llega a las ruedas cuando se va por superficies deslizantes, tales como el barro o la nieve, hasta a 20 kilómetros por hora de velocidad.
3. Equipamiento interno
En el interior del habitáculo se percibe modernidad, aunque sin renunciar a un enfoque funcional, y también puede presumir de amplitud. En esta faceta se ha conseguido diferenciar del resto de la familia Toyota gracias a varios elementos: un cuadro de instrumentos de siete pulgadas colocado en una posición más rezagada de lo que es costumbre en comparación con el conductor, una gran consola táctil de aspecto flotante de 12 pulgadas en el centro que divide el espacio disponible entre el conductor y el copiloto para liderar el sistema de infoentretenimiento.
Llama poderosamente la atención su apuesta por el sistema de dirección One Motion Grip, de forma rectangular y que rehúye de la conexión física con los neumáticos delanteros y el volante mediante una dirección electrónica. Según Toyota, la intención es ofrecer un manejo más fácil y fluido al no tener que cruzar los brazos al girar dado que se puede llegar de un tope al otro con unos 150 grados de giro. Sin embargo, para el continente europeo esto no va a llegar debido a la normativa que establece la Unión Europea.
No obstante, entre los materiales brilla por su ausencia el lujo, de manera que están muy presentes los plásticos duros, aunque no falta el empaque y, por supuesto, sobra amplitud. Esto último se acentúa con los asientos traseros, ya que alberga gran cantidad de espacio disponible para las piernas mediante un suelo totalmente plano.
En cuanto a la conducción, ofrece la posibilidad de conducir el vehículo con un único pedal, de forma que es posible acelerar y frenar mediante el acelerador y que, tal y como asegura la firma japonesa, fomenta la regeneración de energía en el momento de frenar. En el caso de la versión con tracción total, existe la opción XMODE por la que se adapta el manejo en base a las circunstancias que presenta el terreno.
Entre las ayudas que ofrece se incluyen el control de crucero adaptativo, asistente de mantenimiento en el carril, sensor de ángulo muerto, detector de tráfico cruzado, asistente inteligente de luces de carretera y frenada de emergencia.
4. Precio
A la hora de hablar sobre el presupuesto que el usuario ha de guardar para conseguir este coche, es conveniente señalar que aún no se conoce el precio que va a tener, pero si van a cumplir lo que dije Toyota España de ponerlo a la misma altura que el RAV4 Plug-In, estamos hablando de que se podría situar en torno a unos 49.500 euros.
5. Rival en el mercado
Tras contaros todo lo que ofrece el Toyota bZ4X a los afortunados que se lo puedan permitir, es el momento de ampliar la perspectiva poniendo el ojo en un auto que se mueva en el mismo nicho de mercado que él. Para esta vez, hemos elegido el Kia EV6.
Kia EV6
Este crossover desprende un aire futurista en cuanto se ve a primera vista y, a diferencia de lo visto en nuestro protagonista, extiende sus luces LED hasta los pasos de rueda, lo que le confiere una mirada agresiva. Lo que sí que comparten es el contraste de colores generado por la inserción en negro del pilar C por la que ambos apuestan.
En sus mecánicas, cuenta con la presencia de la tracción trasera y total, mientras que el Toyota emplea esta última y la delantera. Su oferta mecánica es más variada al disponer de más versiones y sus baterías pueden gozar de una mayor capacidad merced a sus 77.4 kWh, aunque también tienen otra de 58 kWh.
Por dentro, emplea materiales de calidad, aunque sea plástico reciclado para los asientos y no unas pieles como otras marcas de alta gama. También es espacioso, pero tecnológicamente tiene otro concepto gracias a sus dos pantallas de 12.3 pulgadas dispuestas de tal forma que parecen una: el Head-Up Display y la pantalla del sistema de infoentretenimiento. Su precio base de mercado es similar al que hemos puesto como referencia del RAV4, así que esta vez concluimos que, para gustos colores.
