Más allá del mercado europeo, hay coches que se venden muy bien a lo largo y a lo ancho del planeta. No obstante, esos modelos que se sitúan entre los elegidos acaban recalando en el Viejo Continente. Al fin y al cabo, a las marcas les interesa maximizar sus ventas y eso pasa por ampliar horizontes a la hora de comercializar cada uno de los productos que integran su catálogo.
Uno de esos modelos de coche tan cotizados es el Toyota Camry, la berlina principal de la marca japonesa y que vive inmersa en su primera generación. No obstante, se ha actualizado desde que llegó a nuestras vidas allá por el año 2019 y promete un gran repertorio de funcionalidades y posibilidades al usuario que lo desee conducir. Motivos con peso de sobra para protagonizar las próximas líneas.
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Análisis del Toyota Camry en 5 claves
Una vez que hemos puesto en contexto al vehículo que se va a someter a análisis a continuación, es el momento de pasar a la acción y hacer hincapié en los puntos que habitualmente centran nuestra atención: diseño exterior, estructura mecánica, equipamiento interno, precio y comparación con un rival en el mercado. Al lío.
1. Diseño exterior
El Toyota Camry es una berlina sedán que vio la luz en su día para reemplazar al Avensis en el Viejo Continente. De esta forma, llegó a Europa en 2019 y, a mitad de su ciclo de vida comercial, se sometió a una gran actualización, concretamente en 2021. No obstante, su historia se remonta a mucho más tiempo atrás, ya que llegó a nuestras vidas en 1982. A partir de entonces, se han vendido al menos 19 millones de unidades en todo el mundo a razón de unas 700.000 cada año.
Como decimos, en 2021 fue objeto de actualización, lo cual implicó una serie de cambios en varios aspectos. Si ponemos el foco en el estético, hay nuevos elementos cromados que pueden incluirse en el parachoques delantero y el trasero. La parrilla que exhibe en el frontal también es una novedad, lo que con el paragolpes que le acompaña aporta sensación de amplitud, y además está disponible tanto en gris oscuro como en negro. En los costados adicionalmente se puede incluir molduras en sentido decorativo con toques cromados.
No obstante, si hay una versión que pone en valor este punto es la TRD, que sin embargo no va a desembarcar en Europa. Para ello ha optado por paragolpes, spoilers y llantas de 19 pulgadas concretas. Su plataforma TNGA-K también se ha visto optimizada. Llama ciertamente la atención sus dimensiones: 4.88 metros de largo, 1.84 metros de ancho y 1.44 metros de alto.
A ello hay que sumar una distancia de ejes cifrada en 2.82 metros y una no menos sorprendente capacidad de almacenamiento de 525 litros, que puede ir por encima de los mil si se abate la segunda fila de asientos en su proporción 60:40. Con todo ello, está homologado para acoger en su habitáculo a unos cinco pasajeros. La razón que explica su comercialización europea, aunque su tamaño es el que es, está relacionada con su carácter híbrido y su eficiencia.
2. Estructura mecánica
El compromiso de Toyota con la movilidad sostenible es firme, como lleva demostrando desde hace tiempo quitando el diésel de su oferta y apostando con decisión por la hibridación. Por tanto, y como no podía ser de otra forma, la oferta de propulsores que pone a disposición de los usuarios se limita a un sistema híbrido integrado, por un lado, por un motor de gasolina de 2.5 litros y 4 cilindros y otro eléctrico asociado a una batería de 6.5 kWh.
Entre los dos propulsores el conductor puede disfrutar de 218 CV de potencia, un par motor máximo de 221 Nm a razón de entre 3.600 y 5.200 revoluciones por minuto, velocidad punta de 180 kilómetros por hora, tracción delantera y de una caja de cambios automática de tipo CVT. Homologa en ciclo WLTP un consumo de 119 gramos de dióxido de carbono en cada kilómetro que recorre, unos 5.3 litros por cada centenar, lo que le permite presumir de la etiqueta ECO que otorga la Dirección General de Tráfico (DGT). Tiene la capacidad de pasar de 0 a 100 kilómetros por hora en unos 8.3 segundos.
3. Equipamiento interno
En el interior del habitáculo el Toyota Camry también tiene muchas cosas nuevas que enseñar. Entre ellas su sistema de seguridad activa Toyota Safety 2.5, que consta de una cámara y un radar de última generación con el propósito de ofrecer un mayor listado de funciones de ayuda al conductor y mejorar las que ya estaban.
Esta innovación se traduce en un control de velocidad de crucero adaptativo más preciso y que puede convivir con un asistente de mantenimiento de carril capacitado para tomar la dirección y hacer correcciones. Adicionalmente, reconoce las señales que ve en la carretera, puede adaptar la velocidad a los límites si el usuario así lo quiere y goza de un sistema de iluminación activa de última generación, de forma que puede ajustar el haz de luz a lo que necesita el conductor y la vía donde se esté circulando.
Es preciso indicar que la nueva pantalla central del sistema de infoentretenimiento es flotante y está acompañada por un head-up display de 10 pulgadas. La conectividad está muy en mente dado que se emplea lo último en este sentido con Android Auto y Apple Car Play y no faltan detalles que se agradecen, como su asistente por voz de Amazon Alexa.
Más allá de lo puramente tecnológico, se caracteriza por superficies blandas con un tacto agradable, lo que transmite una gran sensación de calidad a los ocupantes que entran en él. Así, la movilidad 100 % eléctrica ve reforzada su comodidad durante la marcha. Dicho esto, ofrece dos niveles de acabado: Advance y Luxury. El último citado es el más dotado.
El Advance trae a bordo elementos como los asientos delanteros calefactables, cámara de visión posterior, climatizador bizona, cuadro de instrumentos digitales con pantalla TFT de 7 pulgadas, faros LED, sensores de lluvia, encendido automático de luces, sensores delanteros y traseros para aparcar, llantas de aleación de 17 pulgadas, sistema multimedia Toyota Touch 2 con pantalla táctil de 7 pulgadas y el Toyota Safety Sense.
A ello, el Luxury añade el volante multifunción calefactable con forrado de cuero, luces de freno traseras LED, cargador inalámbrico para teléfonos inteligentes compatibles, sistema de acceso y arranque sin llave, llantas de aleación gris oscura de 18 pulgadas, alerta de tráfico trasero con frenado automático, detector de ángulo muerto y pantalla multimedia Toyota Touch de 9 pulgadas.
4. Precio
Con todo lo que se acaba de comentar, el Toyota Camry actualizado se puede encontrar en el mercado a cambio de 36.000 euros, si se opta por el acabado Advanced, o por 45.000 si se quieren todos los extras que incorpora el Luxury. Por desgracia, la decreciente comercialización de las berlinas hace difícil conseguir una unidad de kilómetro cero o de segunda mano que haga posible hacerse con él pagando un precio notablemente menor.
5. Rival en el mercado
Una vez que hemos analizado en profundidad y con todo lujo de detalles la berlina híbrida e insignia de Toyota, es el momento de contrastar sus prestaciones con las de otro modelo que compite en su nicho de mercado. Para esta vez hemos elegido el Kia Stinger.
5.1 Kia Stinger
El Stinger supuso un paso hacia adelante para Kia como marca, ya que se quitó el cartel de marca accesible a cambio de escasa calidad en la confección de sus elementos para seguir siendo accesible pero también excelente al mismo tiempo. Por fuera desprende un aroma deportivo mayor gracias al gran protagonismo que tiene la aerodinámica en su zona delantera, cuatro tubos de escape en la zaga, las branquias y el look de su capó… entre otros elementos.
Dicho esto, es más corto (4.83 metros), más ancho (1.87 metros) y más bajo (1.40 metros) que el protagonista nipón. No obstante, presume de una batalla más larga (2.99 metros) pero carece de cierta capacidad base en el maletero a su lado (406 litros) aunque puede ampliarse abatiendo la segunda fila de asientos.
Ese enfoque se traslada a su oferta mecánica, donde ofrece motores de diésel (1) y de gasolina (2) aunque la mayoría de ellas por encima de los 218 CV de potencia del Cambry. Por lo tanto, prescinde de versiones híbridas y eléctricas que a buen seguro agradecerían los usuarios ante lo que se viene. Sin embargo, por dentro se muestra más sobrio, sin tanta presencia de elementos tecnológicos, a pesar de que también opta por buenos materiales en la tapicería para hacer confortable la estancia al conductor y a los acompañantes, y tampoco faltan las asistencias a la conducción.
A pesar de que no se ha sometido a una actualización tras ver la luz en 2017, su precio base es muy similar al del Toyota Cambry, ya que se cifra en 39.500 euros. Dicho esto, si se quiere comodidad y tecnología, el Cambry es una opción más atractiva, pero si se quieren emociones entonces el Stinger ha de ser la elección.
