En el seno de las familias, hay pasiones que se heredan, como son los deportes, y esa herencia o inculcación hace muchas veces que los comienzos sean, al menos, más claros para los pequeños aprendices de la casa, e incluso mucho más sencillos en otras tantas ocasiones a lo largo de la historia.
Como es un tema que despierta muchas suspicacias y que no muchas veces se comenta en profundidad, en TopDriverz vamos a repasar algunos padres e hijos que se dedican (o se han dedicado) al deporte de motor. De esta forma, podremos ver hasta qué punto ha ayudado la mentoría del progenitor al heredero en cuestión, así como quién ha superado a quién.
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De tal palo, tal astilla: padres e hijos en el deporte de motor
Tras esta introducción, es el momento de pasar a la acción y hablar de esos padres e hijos que siguieron un camino más o menos parecido en sus respectivas carreras deportivas. Veamos cómo se ha aplicado la frase tan común “de tal palo, tal astilla”.
1. Graham y Damon Hill
La Fórmula 1 ha tenido a muchos dúos familiares de estas características a lo largo de sus más de 70 años de historia. Uno de los primeros fue el de la familia Hill. Naturales de Reino Unido, Graham y Damon fueron de lo mejorcito en el Gran Circo en sus respectivas épocas. Graham corrió en las décadas de los 60´y 70´ y tuvo el honor de conseguir la Triple Corona del Automovilismo antes de fallecer en un accidente de avión (1975).
Por su parte, Damon fue uno de los referentes en la década de los 90´ y, a diferencia de su padre, se proclamó campeón del mundo F1 en 1996 con la escudería Williams. Quizá el hecho de enfocarse en este campeonato a diferencia de lo que hizo su padre, quien probó suerte en distintas carreras de resistencia (24 Horas de Daytona e Indy 500), le permitió alcanzar este hito.
2. Mario y Michael Andretti
En esta familia italo americana también hay un campeón del mundo de Fórmula 1, que en este caso recae sobre el padre Mario (1978) con Lotus. Además, también tocó la gloria en las 500 Millas de Indianápolis, en la IndyCar y en la cita de Daytona. Por su parte, Michael no pareció estar muy interesado en la categoría más prestigiosa de las cuatro ruedas, ya que solo estuvo una temporada (1993) que abandonó a tres carreras de su final.
Al igual que su progenitor, cosechó éxitos en Estados Unidos, sobre todo en la CART PPG Indy Car World Series de 1991. En total, ganó 42 carreras en ese certamen. Ahora lidera el equipo que lleva su nombre en la IndyCar y en las 500 Millas de Indianápolis, con varios títulos de ambas competiciones en su palmarés.
3. Keke y Nico Rosberg
Con todos vosotros, la única dupla familiar de campeones de F1 que existe. Keke y Nico Rosberg tienen en su palmarés un título en el Gran Circo gracias a sus éxitos conseguidos en 1982 y 2016, respectivamente. Keke lo hizo con Williams, mientras que Nico estuvo acompañado por Mercedes en su camino hacia la gloria, aunque el contexto en el que lo hicieron fue muy diferente.
Aquel año que coincidió con el mundial de fútbol en España estuvo marcado por el fallecimiento de Gilles Villeneuve y Ricardo Paletti, las disputas de la FIA y la Asociación de Constructores (FOCA) que desembocó en boicot durante el Gran Premio de Sudáfrica y la cancelación del de Argentina. Mucho más tranquilo fue el ambiente de 2016, a pesar de que la tensión con Lewis Hamilton se podía cortar con un cuchillo. Más allá de eso, nada conflictivo.
4. Jos y Max Verstappen
En el caso de los neerlandeses Jos y Max Verstappen, el hijo ha superado claramente al padre. El progenitor corrió para modestas escuderías como Arrows, Minardi y Tyrrell después de tener el privilegio de compartir equipo en Benetton con Michael Schumacher y de conseguir dos podios. Sin embargo, nunca estuvo cerca de los mejores del campeonato. Todo lo contrario que “Mad Max”, que desde que dio el salto al primer equipo de Red Bull se codea con los grandes y, en 2021, se proclamó campeón del mundo. ¿Cuántos títulos seguirán a aquel celebrado en Abu Dhabi in extremis?
5. Michael y Mick Schumacher
El que es, probablemente, el mejor piloto de todos los tiempos en la F1, tiene heredero en la familia. El Káiser y sus siete títulos mundiales logrados con Benetton y Ferrari son un listón muy alto para Nick, que debutó con Haas en la temporada 2021 tras proclamarse campeón de F2. Con la escudería norteamericana parece prácticamente imposible que vaya a seguir mínimamente los pasos de su progenitor, pero quién sabe si un curso repleto de buenas actuaciones le abra las puertas de un equipo ganador.
6. Kenny Roberts Sr y Jr
Los homólogos de los Rosberg sobre dos ruedas son, sin ninguna duda, Kenny Roberts Senior y Junior. El mayor de los dos fue también el más ganador, ya que se proclamó hasta en tres ocasiones campeón del mundo de 500 centímetros cúbicos, el primero de su país en hacerlo. Todas ellas subido a una Yamaha entre el final de la década de los 70´ y el comienzo de los 80´.
Por su parte, Kenny Roberts Junior alcanzó la gloria con el cambio de siglo en el 2000, aunque en su caso lo hizo con Suzuki, de forma que se quitó el mal sabor de boca del subcampeonato del año anterior cuando no pudo con Álex Crivillé y su Honda. A partir de aquel fantástico momento, ya no se mostró tan competitivo hasta que se retiró en 2007, aunque subió al podio cinco veces más.
7. Harri y Kalle Rovanperä
En el mundial de Rallyes encontramos a los finlandeses Harri y Kalle Rovanperä, que parecen destinados a seguir una senda similar a la de los Verstappen. Harri consiguió una sola victoria en el mundial cuando se proclamó vencedor del Rally de Suecia en 2001 cuando corría para Peugeot. En ese curso también alcanzó su mejor posición final con un quinto puesto.
Kalle, por su parte, parece destinado a romper todos los récords, y es que debutó en el mundial siendo menor de edad (2017) con Ford. Desde 2020 compite con Toyota, marca con la que consiguió su primer triunfo en Estonia (2021) y con la que puede alcanzar la gloria muy pronto a sus 22 años.
8. Graziano y Valentino Rossi
Algo muy parecido a la saga Verstappen sobre las cuatro ruedas lo podemos ver con los Rossi. Graziano compitió en el mundial de motociclismo entre el final de la década de los 70´ y el principio de los 80´. Su paso por el campeonato estuvo marcado por las categorías de 250 y 500 centímetros cúbicos y en ese periodo consiguió tres victorias y siete podios. Tuvo relativamente cerca el título del cuarto de litro con Morbidelli en 1979, pero no fue capaz de ganarlo.
Todo lo contrario que su hijo, el gran Valentino. Il Dottore obtuvo nueve coronas antes de despedirse del mundial de MotoGP en 2021. El primero de 125 centímetros cúbicos lo consiguió en 1997, el segundo de 250cc llegó en 1999, fue el último campeón de la historia de 500cc (2001) y el primero de la era MotoGP (2002). Sin lugar a dudas, el mejor piloto de motociclismo de la era moderna.
9. Ángel Nieto Sr y Jr y Pablo
El 12 + 1 veces campeón del mundo de motociclismo, Ángel Nieto, puso el listón demasiado alto para sus hijos. Gelete y Pablo trataron de seguir los pasos de su padre en el mundial de motociclismo. No obstante, es importante indicar que el maestro consiguió esa gran cantidad de títulos porque los pilotos podían compaginar presencias en distintas categorías.
El mayor de sus hijos compitió en 125 centímetros cúbicos entre 1995 y 2001, aunque sin grandes resultados. Eso sí, ayudó a Emilio Alzamora a conseguir el título de 1999 cuando le dejó pasar en la carrera de Australia para que sumase un punto tras haberse caído. Un punto fundamental ya que esa fue la ventaja que le sacó a Melandri para campeonar. Mejor lo hizo Pablo entre 1998 y 2008, que ganó una carrera, la de Estoril en 2003, y subió otras seis veces al podio.
10. Carlos Sainz Sr y Jr
La familia Sainz tiene en sus filas a un campeón del mundo de Rallyes y de Dakar, así como a un aspirante al trono en la Fórmula 1. Es la dupla padre e hijo que ha seguido un camino más diferente en el deporte de competición. El padre tocó la gloria en 1990 y 1992 entre tramo y tramo antes de quedarse a las puertas otras tantas y de dar el salto al Dakar, donde ya acumula tres trofeos.
De momento, parece que a Carlos hijo no le hace tilín batirse el cobre en el desierto ni en medio de paisajes, sino que está enfocado en los circuitos y en conseguir su gran sueño de convertirse en campeón del mundo de la F1. Con Ferrari promete luchar por ello en los años venideros.
