Parece que fue ayer cuando Valentino Rossi anunció su retirada del motociclismo en 2021. Los que seguimos este deporte aún no nos acostumbramos a sentarnos en el sofá cada domingo a ver las carreras sin que Il Dottore esté con el 46 en su carenado, pero habrá que hacerlo, porque el tiempo pasa para todos, incluido para los más grandes de siempre.
En esa meteórica trayectoria, Rossi se topó con grandes rivales a los que tuvo que superar para cimentar su leyenda. Uno de los primeros, y de los más grandes que tuvo fue Max Biaggi. Junto a su compatriota protagonizó piques que siguen recordándose en el paddock y presentes en la retina de los aficionados que vivieron aquella época de comienzos de siglo.
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Biografía de Max Biaggi (1971 - actualidad)
Una vez que hemos puesto en perspectiva y explicado quién es Max Biaggi, es el momento de dar el repaso a su carrera deportiva que merece, para lo cual hablaremos de sus inicios sobre las dos ruedas, los grandes momentos que dejó para la posteridad en los circuitos y en qué proyectos anda metido tras haber colgado el casco. Al lío.
1. Primeros pasos
Massimiliano Biaggi, Max Biaggi para los amigos y amantes del motociclismo, nació en Roma el 26 de junio de 1971. Las motos siempre le apasionaron, aunque no pudo dar rienda suelta para hacer lo que más le gustaba hasta cumplir la mayoría de edad. El fútbol y la Roma también le hacían tilín, pero el motor le llamaba más la atención. Por ello, sus padres le regalaron una Aprilia RS 125 el día que cumplió 17.
Sobre el trazado de la Ciudad Eterna, Vallelunga, dejó boquiabiertos a dos amigos suyos de la juventud yendo en moto, de ahí nació la idea de competir y que, más tarde, llevaría a cabo. Con 18 se hizo con el campeonato de Italia de producción sport de 125 centímetros cúbicos.
Tras su temprano éxito, decide pasarse al cuarto de litro, categoría de la que vuelve a salir campeón en el Campeonato de Europa de 1991. Lo hizo con una Aprilia RS250, con la que hizo su debut ese mismo año precisamente entre los mejores del planeta en el Mundial de Motociclismo. El debut llegó durante el Gran Premio de Europa, que en aquel curso se celebró sobre el trazado del Jarama (Madrid, España).
Su debut no fue el mejor ya que no pudo terminar, pero tuvo la oportunidad de redimirse en Francia, Gran Bretaña y San Marino, de forma que en suelo galo firmó un puesto 13 y en Misano acabó en duodécima posición. El siguiente paso a dar estaba más que claro, y no era otro que el de consolidarse en MotoGP entre los mejores de la categoría intermedia.
2. Época gloriosa en 250cc
Donde Max Biaggi demostró ser el mejor entre el resto fue en la categoría de 250cc, en la que estuvo, de forma completa, entre 1992 y 1997. Los podios no tardaron en llegar, de manera que el primero llegó en su casa, Mugello, con motivo del Gran Premio de Italia, en lo que fue la quinta fecha de la temporada, con un 3º puesto, el cual repetiría en la siguiente carrera de Montmeló.
En Hockenheim y en Interlagos ascendió al 2º escalón y cerró el curso de la mejor forma en Welkom (Sudáfrica) con su primera victoria mundialista. Fue un aviso de lo que estaba por venir en los años siguientes, porque en el siguiente mejoró su puntuación con Honda y, entre 1994 y 1997, se coronó campeón de regreso a Aprilia. Los 3 primeros títulos llegaron con la marca italiana y el último con la japonesa. Precisamente, la casa del ala dorada le iba a acompañar en la categoría reina de 500cc.
3. 500cc y rivalidad con Rossi
El Mundial de MotoGP de 1998 es recordado como el de la llegada de Max Biaggi a la que era, por aquel entonces, la categoría reina del certamen: 500cc. Firmó el debut soñado por todo rookie, ya que se hizo con la pole position, la vuelta rápida y la victoria en su primera carrera sobre el trazado de Suzuka. Algunos quizá pensaron que el reinado de Mick Doohan estaba tocando a su fin tras ello, pero Biaggi acusó la falta de madurez ante el líder de Honda y se tuvo que conformar con el subcampeonato.
Para el recuerdo dejó aquel impresionante caballito en Brno tras conseguir su segunda y última victoria de 1998. El vídeo en el que eleva su rueda delantera hasta el infinito se ha viralizado hasta nuestros días. En 1999 decide cambiar de aires y ficha por Yamaha, pero con la marca de los diapasones no fue capaz de luchar por el campeonato en aquella temporada, a pesar de la ausencia de Doohan debido a su aparatosa caída que le acabó costando la retirada. Al siguiente, con 4 caídas en las primeras 5 carreras, parecía que tampoco iba a poder hacer nada, pero lo cierto es que remontó el vuelo lo suficiente como para mejorar a la 3ª posición final.
Aunque con Valentino Rossi ya había coincidido en ese año 2000, fue en 2001 cuando empezaron las hostilidades entre ambos. En la primera cita de Suzuka, Biaggi arrinconó hacia a la hierba al 46 en la recta principal, de lo que se vengó Rossi vueltas después haciendo una peineta tras adelantarle. Hay quien dice que el 3 se quería vengar de la mofa que expresó Rossi por una relación que mantenía con Naomi Campbell.
En la carrera de Barcelona hubo otro pique, y es que, según contó Biaggi mucho después, la discusión vino porque en el parque cerrado y en la subida a la ceremonia del podio había más personal del equipo de Valentino de lo que permitía la normativa. Además, añadió que el mánager de Rossi, Gibo Badioli, llevaba su caso en la mano con la visera abierta y le hizo un corte en la cara por lo estrecha que era la escalera de acceso a la plataforma del podio. Un asunto que hizo enfadarse a nuestro protagonista.
En lo meramente deportivo, no pudo con Rossi ni en aquel 2001 ni en 2002, con el nombre de MotoGP instaurado, en los que resultó subcampeón con Yamaha. Il Dottore estaba intratable y, de no ser por él, Biaggi seguramente hubiera sido campeón también en la categoría reina. A partir de ahí, ya nunca pudo luchar codo con codo con Valentino salvo en contadas ocasiones, como ese duelo en las últimas vueltas de Welkom 2004, donde se estrenó con Yamaha, y Mugello 2005, cuando se quedó a nada de batirle tras una persecución de varias vueltas con su Honda.
4. Aventura en Superbikes
Tras un 2006 sabático en lo que a competición se refiere al no haber alcanzado ningún acuerdo, en 2007 Max Biaggi decidió probar suerte en el Mundial de Superbike. Lo hizo acompañado de una marca para la que nunca pilotó en MotoGP como lo fue Suzuki, y además reemplazando a uno de los referentes de aquel certamen como Troy Corser. Reeditando su debut fulgurante en 500cc, se impone en la primera carrera celebrada en Losail (Catar).
No le costó para nada adaptarse a su nueva categoría al Corsario, que obtuvo 3 victorias y subió al podio un total de 17 veces de las 25 carreras. Sin embargo, Suzuki perdió a su principal patrocinador y, en consecuencia, decidió priorizar su presencia en MotoGP, por lo que le despidió a finales de año. No obstante, acabó encontrando acomodo en Ducati en la estructura Sterilgarda Go Eleven.
Con la marca de Borgo Panigale corrió solamente en 2009 y no pudo repetir, al menos, lo conseguido en su año de debut en Superbikes. Cerró el círculo de su carrera deportiva con la marca que le acompañó en sus inicios: Aprilia. Con ella se proclamó bicampeón gracias a los 10 triunfos y 14 podios de 2010 por un lado, así como a las 5 victorias y 10 veces que subió a alguno de los escalones en 2012.
5. Retirada
Se retiró a lo grande tras aquel título, aunque luego volvió como wild card en algunas carreras. No obstante, tras dejar de competir como piloto, sigue vinculado al motociclismo gracias al equipo que tiene en Moto3: el Max Racing Team. Sin embargo, una disputa legal con el expiloto alemán Peter Öttl por la titularidad del equipo le apartó en 2022, por lo que la estructura deberá cambiar de nombre.
En sus años al frente de este equipo con la fábrica de Husqvarna, ha disfrutado de varias victorias de la mano de Aarón Canet y John McPhee. Sin embargo, también se ha visto envuelto en polémicas, como cuando despidió a Alonso López antes del inicio de la temporada 2021 cuando le había renovado el contrato anteriormente. El motivo, tal y como comentó el afectado, es que Biaggi decidió fichar a Adrián Fernández, hermano de Raúl (piloto de MotoGP) porque aportaba más patrocinios y, en definitiva, pasta. Un hecho que daña la imagen extradeportiva de un mito del motociclismo que, ojalá, corrija en el futuro con los nuevos proyectos que se le presenten.
