Los 10 mejores consejos para cuidar la carrocería de tu coche

La carrocería es uno de los elementos más expuestos a los riesgos en un vehículo, por lo que es muy importante saber cómo darle el cariño que merece y extender su utilidad. Veamos cómo hacerlo.

Consejos para cuidar carrocería coche

Inclemencias meteorológicas, salpicaduras, excrementos, golpes, impactos de insectos… Todo esto comparte el hecho de que la carrocería de un coche es una de sus víctimas preferidas. Por ello, es importante poner el foco en la protección de esta parte de nuestro vehículo. De esta manera, su eficiencia será mayor y su vida útil también.

Dicho esto, en el nuevo artículo de TopDriverz trataremos de poner luz a tips o consejos que se pueden aplicar para cuidar la carrocería de tu coche con el mayor tacto y sensibilidad posible. Si te acabas de comprar recientemente un vehículo, o tienes pensado venderlo por un precio razonable para tus intereses, es importante que prestes atención a la información que viene a continuación.

¿Qué tengo que hacer para mantener la carrocería en buen estado?

Es la hora de ir al kit de la cuestión y detallar cada acción que puede ayudarte a mantener este elemento tan esencial de un automóvil en unas condiciones óptimas:

1. Limpieza exterior periódica

Quizá es una de las recomendaciones más obvias que van a aparecer a lo largo de estas líneas. No obstante, no quiere decir que por ello sea menos trascendente. Y es que algunas partículas derivadas de la suciedad pueden tener carácter corrosivo y desgastar el metal del que suele estar hecha esta. Por lo tanto, no solo se trata de que luzca un aspecto radiante.

Como mínimo, es aconsejable llevar a cabo esta tarea de limpieza una vez al mes echando mano de agua a presión y de tus manos, así como de productos específicamente preparados para llevar a buen puerto esta labor, que preferiblemente son jabones que deben componerse de PH neutro. Para rematar, es mejor emplear bayetas o guantes de microfibra antes que esponjas, puesto que estas acumulan suciedad y pueden provocar pequeñas ralladuras.

Es posible que te estés preguntando por qué no se recomienda llevar el coche al autolavado y agilizar todo el proceso. Tiene un porqué: los rodillos pueden ser muy agresivos y rallar el coche. No obstante, si tienes un lugar de confianza en el que se cuide este elemento para que no tenga un efecto nocivo sobre tu automóvil.

Limpiar coche

2. Guardar el coche en el garaje

Esta es otra acción fácil de llevar a cabo, y además puede evitar muchos problemas derivados de la meteorología, como las intensas precipitaciones en forma de lluvia o incluso de granizo, así como los rayos ultravioleta procedentes del sol. No obstante, si optas por resguardar el coche en el garaje es importante que contemples los siguientes supuestos de situaciones:

Parkings con plazas estrechas: en este escenario lo mejor es evitar una ubicación rodeada de otros vehículos, ya que hay riesgo de que otros conductores dañen involuntariamente la carrocería. La presencia de tuberías en sótanos: si se producen goteos continuamente es probable que aparezcan manchas muy resilientes que mermen la apariencia del coche.

De no tener garaje, entonces has de ser muy cuidados y evitar exponer el coche al sol de manera prolongada para que la pintura no se vea mermada, estacionarlo en lugares concurridos por la misma razón del riesgo de un roce o daño involuntario de terceros así como debajo de árboles, ya que emiten polen y resina y pueden caer excrementos de las especies que acuden a ellos. Si tienes una funda también es buena idea siempre y cuando lo dejes durante una o varias semanas aparcado. Por unos 60 € las hay en el mercado muy aceptables.

3. Actuar ante los golpes cuanto antes

Una pronta y rápida actuación tras un golpe evitará, por ejemplo, que la chapa se oxide si se encuentra expuesta al sol, lo que supone, a su vez, que reparar después los daños sea más complicado después. También puede estar comprometida la estabilidad del vehículo dependiendo de las partes que hayan sufrido el golpe, ya que los daños en la estructura pueden influir en la seguridad del conductor durante la conducción. Para resolver todo esto es mejor acudir a un taller que cuente con expertos que echen mano de las herramientas adecuadas.

En el caso, por ejemplo, de un chinazo en la luna, es mejor reaccionar lo antes posible con el fin de evitar que se raje por completo y no tener que reemplazar la luna entera. Se puede hacer en menos de una hora. No obstante, lo cubre el seguro y si no lo tienes puede costar unos 60 €

4. Pulir la pintura

Cada 2-3 años es pertinente realizar un pulido de la pintura, que consiste en acabar con la parte superficial de la misma mediante la ayuda de una pulidora y una pasta abrasiva. El propósito que tiene es devolver a la superficie su estado óptimo, hacer que desaparezcan marcas pequeñas y arañazos y, finalmente, recuperar el brillo que había desaparecido de la pintura.

5. El encerado después del lavado

Una vez concluido el proceso de lavado, es buena idea dar una capa de cera al coche con un bote ya que lo deja reluciente y se crea una película protectora que neutraliza los efectos nocivos que puede tener la suciedad sobre la pintura. No obstante, para ello es mejor obedecer a las indicaciones del fabricante paso a paso, ya que un exceso puede dañar la pintura.

6. Mucho cuidado con la playa y zonas costeras

En estos emplazamientos es frecuente que se acumulen depósitos ferrosos de pequeño tamaño como consecuencia del transcurso del tiempo, los cuales pueden penetrar hasta la chapa y dar lugar a puntos de oxidación. Por ello, es una buena idea la aplicación de un producto descontaminante cada dos años para que estos depósitos sean historia. Un artículo de esta característica puede encontrarse por unos 20 € en el mercado.

Además, si hay una playa cerca hay que tener cuidado con su ambiente salino, ya que es corrosivo para la estructura de soporte. Por un lado, es importante aplicar un producto descontaminante para que esos mencionados depósitos desaparezcan y una capa de cera y, por otro, aparcar el coche en una zona sombría para protegerla del calor, la arena y la sal.

Vigilar playa

7. Monitorizar los faros, los neumáticos y bajos

Los faros son esenciales dentro de la carrocería, por lo que conviene revisar con frecuencia su estado. Los cuidados que necesita son muy parecidos a los del resto de elementos presentes en esta zona. No obstante, es conveniente cambiarlos cada 3-4 años mediante un proceso de pulimiento, el cual puede hacer el usuario por su propia cuenta por unos 15 € y, de esta forma, hacer que recupere su brillo original y que el ligero deterioro que padezcan o hayan podido padecer no vaya a más.

Las ruedas pueden evitar daños en la carrocería si se cuidan como es debido, para ello una buena idea es comprobar que su presión y el desgaste que llevan a sus espaldas no repercuten en ella. Si el coche permanece mucho tiempo parado frecuentemente o al aire libre lo suyo es reemplazarlos cada 5-6 años puesto que en ambas situaciones se aceleran los daños que pueda presentar la goma en forma de grietas o de pérdida de agarre, entre otros.

Aunque no estén a la vista, los bajos son de los componentes más vulnerables de la carrocería del coche debido a las salpicaduras. Esto puede producir una acumulación de suciedad y sal en las zonas más recónditas del coche como resultado de golpeteos de gravilla y piedras y su impacto sobre los pasos de rueda y el escape, entre otros. Por todo ello, es recomendable llevar a cabo una limpieza sobre los bajos con agua a presión mediante la lanza de un lavadero por ejemplo una vez cada dos meses y revisar el estado que presenta cuando vayas al taller.

8. No tocar los bordillos y proteger las llantas

En la medida de lo posible es preferible evitar contactar con el borde de una acera para proteger la integridad de las llantas, más aún si cabe si está hecha de alguna aleación. A la hora de limpiarlas, es mejor echar mano de productos especializados que contengan PH neutro en su composición. Si no son ácidos mucho mejor, ya que en caso de serlo pueden provocar daños sobre la capa de laca que tiene la pintura y dejar impregnadas varias manchas de gran tamaño.

9. Ojo con las protecciones de plástico de los paragolpes y el capó

Puesto que pueden desprenderse en el momento menos oportuno y esperado, es esencial tener cuidado con las protecciones de plástico que se localizan en las tomas de aire de los paragolpes y el capó, entre otras zonas del coche. Su desajuste, además de lo ya comentado ahora, pueden dar vía libre a la entrada de suciedad a sitios que necesitan estar protegidos, lo que puede desembocar en daños a largo plazo.

10. Adáptate a la estación del año

A modo de conclusión y resumen de todo lo explicado, a continuación tienes unas pautas para cuidar la carrocería según la época del año que sea:

Verano

Con el calor se solidifican las manchas causadas por excrementos de pájaros y otras aves, por lo que hay que quitarlas de inmediato. La corrosión de la playa también deja efectos nocivos, por lo que si puedes aparcar a una relativa distancia de ella cuando vayas te ahorrarás varios problemas, como también lo harás si optas por sitios sombríos que sorteen el desgaste de la pintura que este produce.

Otoño

Esta estación se caracteriza por elementos propensos a ensuciar el coche, como el barro y las hojas, así que demanda una limpieza más constante que en otras partes del año. La humedad también desencadena corrosión, por lo que si no se puede evitarla hay que prestar atención a los desperfectos que haya provocado en pequeña medida. Los árboles, como se ha comentado ya, mejor ni tocarlos por lo que pueda caer de ellos.

Invierno

La sal es un remedio muy eficaz contra la nieve, pero también propenso a adherirse a la pintura al igual que el barro, por lo que es importante el lavado continuo. Por esto mismo es esencial encerarla y protegerla de la meteorología, así como proteger a los elementos más propensos a acoger sal (llantas, ruedas, bajos, limpiaparabrisas y parrilla delantera) del óxido.

Conducir invierno

Primavera

Con los cambios de temperatura los neumáticos se pueden resentir en cuanto a la presión que tenga, por lo que conviene revisarlos. Si no tienes otro remedio que aparcarlo bajo un árbol o cerca de este, ponle una funda que proteja de la resina. Finalmente, las escobillas neutralizan el ansia que suelen tener los insectos por contactar con vehículos durante estos meses, por lo que conviene cerciorarse de que estén al nivel de líquido adecuado y revisar su estado periódicamente.

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