La moda (o fiebre, según cómo se mire) de los SUV es un fenómeno imparable, y es que no queda prácticamente ninguna marca de coches en el mercado que haya dejado pasar la oportunidad de elaborar un modelo de este tipo. Las ventajas que ofrecen ya las comentamos en otro post anteriormente, y parece que pesan mucho más en la mente de los fabricantes y consumidores que las carencias.
Si hay una casa de la que era difícil imaginar que sacase un vehículo así esa era Ferrari, pero el Cavallino Rampante ha decidido reinventarse y sacar el conocido como Purasangre. El hecho de que sea una marca tan diferente y especializada en súper deportivos puede hacer pensar que los ferraristas más pasionales rechacen esta idea, pero esto solamente el tiempo lo demostrará o lo desmentirá.
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El Ferrari Purosangue en 5 claves
Una vez contextualizado uno de los coches más peculiares en la historia de Maranello, es el momento de pasar a la acción y desgranar todos los detalles del Ferrari Purosangue, para lo que haremos hincapié en los aspectos que suelen centrar nuestra atención en estas líneas: diseño exterior, estructura mecánica, equipamiento interno, precio y comparación con un auto que se pueda considerar su “rival” en el mercado.
1. Diseño exterior
Hablar del Ferrari Purosangue es hacerlo de un SUV, concretamente de un crossover, que presenta una carrocería coupé de cinco puertas dotada de una altura libre del suelo más generosa y con un habitáculo capaz de acoger hasta un total de cuatro pasajeros (configuración 2 + 2). Consta de unas dimensiones de 4.97 metros de largo, 2.02 metros de ancho y 1.58 metros de alto, a lo que hay que añadir una distancia de ejes de 3.01 metros.
Para hacerse una idea, el deportivo que había salido justo antes al mercado, el 296 GTB, cuenta con una altura de 1.18 metros, 40 centímetros menos. Por ello, se puede concluir que la apuesta en los todocaminos es palpable a pesar de que desde la compañía italiana eviten mencionar la palabra SUV cuando hablan de su nueva creación.
Si ponemos el foco en su frontal, se puede apreciar una gran influencia del Roma, con un aspecto muy moderno, faros escondidos y entradas de aire de gran tamaño. Si se observa desde los costados y la zaga, también parece haber bebido de otros de sus familiares como el GTC4 Lusso. Y es que su apariencia también está caracterizada por un largo capó y una corta parte trasera.
En la zaga presenta unos pilotos finos y estilizados que también se aprecian en el Roma y unos escapes con gran presencia, mientras que por los dos lados contiene pasos de rueda realmente abultados. Uno de los detalles que más llama la atención, y que hace diferente a este coche respecto al resto del catálogo del Cavallino, es su llamado aerobridge o puente aerodinámico. Este consiste en un juego de dos alturas en el que están involucrados el capó motor y el lateral del coche que tiene el propósito de optimizar el flujo de aire.
Para finiquitar el apartado estético, hay que indicar que tiene una caída progresiva en el techo que tiene su fin en un alerón trasero que desprende sutileza. El extremo del portón del maletero también contiene otro aletín.
2. Oferta mecánica
El Ferrari Purosangue está dispuesto sobre la plataforma Front Mid Engine, desarrollada con la última innovación y de arquitectura ligera. Es la misma que emplea el Roma y está dotada de aluminio y carbono. El motor se localiza justo detrás del eje delantero, mientras que la caja de cambios se encuentra en el trasero para hacer posible un reparto de pesos de 49-51 % y una tracción total.
Se distingue de la competencia gracias a su propulsor es un V12 atmosférico de 6.5 litros que saca músculo con, nada más y nada menos, que 725 CV de potencia y 716 Nm de par motor máximo que sacan el 80 por ciento de su arsenal a 2.200 revoluciones por minuto. Con él, es capaz de acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en tan solo 3.3 segundos y tiene una velocidad punta de 310 kilómetros por hora.
En lo que respecta al frenado, frena de 200 a 0 en 129 metros. Está asociado a una caja de cambios automática de doble embrague de 8 velocidades. En Ferrari aseguran que esta transmisión es más rápida que la otra de 7 relaciones que llevan otros modelos de la marca y que han rebajado su instalación en el vehículo con el fin de optimizar su centro de gravedad.
Es preciso señalar que el Purosangue estrena una nueva tecnología de suspensión activa que se nutre de un propulsor eléctrico encargado de controlar la carrocería y los neumáticos a través de los amortiguadores. De esta forma, hace más fuerza y a una frecuencia mayor que las adaptativas tradicionales. Este funcionamiento se traduce en un paso por curva optimizado y un rendimiento mayor en general de todo el sistema.
Su ABS también es nuevo y se dota del sistema de frenos brake-by-wire que estrenó en su día el 296 GTB. Su electrónica también se ha visto optimizada con el fin de dar unas garantías a la hora de conducir sobre nieve o en escenarios de poca adherencia.
3. Equipamiento interno
La simetría es una de las grandes protagonistas en el interior de su habitáculo y es una novedad respecto a lo que se suele observar en un Ferrari. Por lo demás, se parece mucho en este sentido al SF90 Stradale. Contiene dos pantallas: la del cuadro de instrumentos localizada enfrente del asiento del conductor y la otra en el del copiloto, que contiene 10.2 pulgadas. Dicho esto, el medio entre ellas está totalmente vacío como punto de unión y los aireadores que las enmarcan. Ferrari define al conjunto como Dual Cockpit debido a que parecen dos salpicaderos diferentes, a pesar de que en la zona del copiloto no hay un segundo volante.
Los asientos localizados en la parte trasera también disfrutan de una apariencia deportiva y un gran tamaño, que además están separados por una consola central a la que se puede acceder muy fácilmente mediante las puertas traseras de apertura inversa. Como novedad, cada uno de ellos se puede ajustar de forma independiente, e incluso los traseros están calefactados y se pueden reclinar. Según Ferrari, están hechos en un 85 por ciento de materiales sostenibles, entre los que se encuentra la Alcántara (68 % de poliéster reciclado).
Si nos vamos a las ayudas de conducción que ofrece, entre estas se encuentran de serie el control de crucero adaptativo, frenada de emergencia, alerta de cambio de carril, asistente de mantenimiento sobre el mismo, luces de carretera automáticas, detector de ángulo muerto, alerta de tráfico cruzado trasero y reconocimiento de señales de tráfico. También tiene la capacidad de detectar si el usuario está cansado o deja de prestar atención a lo que tiene delante.
A la hora de lidiar con descensos pronunciados, el Ferrari Purosangue puede presumir de ser el primero en incorporar un control de descenso que mantiene la velocidad constante. Para rematar, entre los elementos opcionales que puede incorporar se encuentran un techo de cristal electrocrómico que cubre el largo de la cabina y reemplaza al de fibra de carbono que viene de serie. Basta pulsar un botón para que cambie de opacidad.
4. Precio
Dicho todo esto, el Ferrari Purasangre se puede conseguir en Italia a cambio de unos 390.000 euros. A España llega en 2023 y se prevé que su precio se eleve hasta los 430.000 - 450.000 euros. No obstante, esto depende del acabado que quiera comprar el usuario y el nivel de personalización que quiera imprimir al auto.
Desde Maranello se marcan el objetivo de producir unas 10.000 unidades cada año, lo cual refuerza su exclusividad. Además, va a suponer el 20 por ciento de las ventas y los clientes tienen preferencia para hacerse con el suyo.
5. Rival en el mercado
Desvelados todos los detalles necesarios del Ferrari Purosangue, es el momento de ampliar miradas para hacerse una idea más precisa del potencial que tiene este coche en su nicho de mercado. Como la ocasión lo merece, esta vez emplearemos dos vehículos como referencia y no uno como hacemos normalmente en esta parte del post. Los elegidos son el Lamborghini Urus Performante y el Aston Martin DBX707.
5.1 Lamborghini Urus Performante y Aston Martin DBX707
Como coches deportivos que son todos ellos, aspectos como la potencia, la aceleración y la velocidad punta cobran especial relevancia en esta comparativa. Lo cierto es que el Purasangre disfruta de más CV que sus dos oponentes: el Lamborghini Urus Performante tiene 666 y el Aston Martin DBX707 707. La cosa se iguala en la aceleración y en la velocidad punta, ya que los tres pasan de 0 a 100 km/h en 3.3 segundos y superan los 300 km/h ligeramente.
Si nos atenemos a las medidas, tanto el Urus como el DBX son más altos que él: 1.64 metros de su compatriota italiano y 1.68 metros del inglés. Dicho esto, el Purosangue es un coche más compacto, y también ligero gracias, en parte, a la fibra de carbono que predomina en el techo, mientras que los otros dos apuestan por el aluminio en esta zona: 2.200 kilos es el peso que registran el Urus y el DBX. En consecuencia, es un 20 por ciento más ligero.
Finalmente, por dentro se asemejan por el hecho de que apuestan por materiales de gran calidad, como el Alcántara, y por poner el acento en la habitabilidad con una palpable sensación de espacio. Si hay una gran diferencia en este sentido son las dos pantallas del Ferrari, un detalle ausente en los otros dos.
