Las marcas que compiten en el mundial de la Fórmula 1 a veces aprovechan algunos de los recursos que explotan en la competición para sacarle partido a sus modelos de calle. El propósito no es otro que ofrecer al usuario una experiencia excelente a la hora de conducir, ya sea mediante unas emociones o la eficiencia en el consumo.
El primer caso es el que se puede ajustar perfectamente al Mercedes-Benz AMG ONE, un deportivo que incorpora un propulsor que procede del que acompañó a Lewis Hamilton hacia su título de campeón del mundo en 2015. Es la obra más ambiciosa de AMG y una manera fantástica de celebrar su 55º cumpleaños. Fue presentado en el Salón de Ginebra de 2017, pero ya es una realidad y se puede ver por las calles y comprar.
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Análisis del Mercedes-Benz AMG ONE en 5 claves
Puesto en contexto el protagonista de las líneas que vienen a continuación, es el momento de pasar a la acción y analizar, de manera pormenorizada, todo lo que puede ofrecer el Mercedes-Benz AMG ONE a quien se anime a comprarlo.
Para ello pondremos el foco en su diseño exterior, la estructura mecánica que contiene, el equipamiento interno que pone a disposición del usuario, el precio al que se puede conseguir y una comparación con un auto que compita en su mismo nicho de mercado.
1. Diseño exterior
Hablar del Mercedes-Benz AMG ONE es hacerlo de un super/hiper/mega coche deportivo dotado de los elementos más avanzados. Si echamos la vista a su diseño, se puede apreciar un aspecto muy agresivo en su frontal representado en sus ópticas LED con forma casi triangular, el splitter o divisor de aire delantero que acompaña al parachoques que hay justo debajo de las luces, en los deflectores retráctiles en el paso de rueda delantero y unas grandes tomas de aire que adoptan un color negro.
Color que se replica en las salidas de aire presentes en el capó, que se encuentran divididas de forma vertical con la intención de reconducir el flujo aerodinámico. Los pasos de rueda que luce están muy marcados, detalle que da protagonismo a sus llantas de aleación, aunque no tanto como el que tienen sus puertas con apertura en forma de tijera en sus costados.
En la zaga presenta una especie de “aleta de tiburón” muy parecida a la que emplean, por ejemplo, los coches LMP1 que participan en Las 24 Horas de Le Mans, dotada también de una gran toma de aire en su inicio. Aquí los faros están reducidos al máximo, ya que su parte posterior está repleta de tomas de aire para refrigerar su propulsor.
Sin ir más lejos, tiene una “parrilla” que contiene tres salidas de escape unidas, aunque con una mucho más grande que las otras dos. Por debajo ya se encuentra su palpable difusor. La aerodinámica es uno de los aspectos que más se han cuidado en la confección de este vehículo, y el conductor puede disfrutarla de manera activa con tres opciones de configuración:
- Highway: para circular en el día a día, mantiene recogidos el alerón trasero y su aleta, y también están cerradas sus lamas de ventilación.
- Track: se autoriza emplearlo exclusivamente en circuitos de competición. De esta forma, el alerón trasero se extiende completamente, al igual que la aleta de tiburón. Las lamas de ventilación se abren para subir la carga del eje delantero.
- Race DRS: mantiene el potencial del auto aunque con un 20 % menos de carga en el momento que se pulsa un botón y gana velocidad en recta. Al frenar se desactiva.
Si echamos un vistazo a sus dimensiones, se puede concluir que es un coche bajo hasta el máximo posible y muy muy ancho. De esta forma, mide 4.76 metros de largo, 2.01 metros de ancho y 1.26 metros de alto.
2. Estructura mecánica
Su estructura mecánica gira en torno a un motor V6 de 1.6 litros y 574 CV de potencia que ha sido adaptado del que, como hemos dicho al comienzo del post, se empleó para que Lewis Hamilton consiguiese el campeonato de 2015. Este va acompañado a su vez por otros cuatro eléctricos que aportan conjuntamente 611 CV. Su distribución es la siguiente: uno acoplado al turbocompresor, otro unido al cigüeñal junto al motor de combustión y dos en el eje delantero que nutren de potencia a cada una de las ruedas.
Ese reparto permite ajustar el par de cada neumático en base a las necesidades de conducción que haya en cada momento, así como sacarle el máximo partido posible a la frenada regenerativa. En conjunto, el Mercedes-Benz AMG ONE tiene la capacidad de desarrollar unos 1.063 CV de potencia, de acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en tan solo 2.9 segundos, a 200 km/h en cuestión de 7 segundos y se encuentra limitado electrónicamente a una velocidad punta de 352 km/h.
La batería que lleva a bordo cuenta con una capacidad eléctrica de 8.4 kWh, lo que permite al usuario conducir en modo totalmente eléctrico durante poco más de 18 kilómetros de distancia. Es preciso indicar que la recarga se puede llevar a cabo a través del motor de combustión o con la recuperación de energía en las frenadas.
La marca de la estrella asegura que los propulsores eléctricos delanteros son capaces de recuperar hasta el 80 % de la energía de frenado en situaciones cotidianas de marcha. Homologa un consumo de 8.7 litros por cada centenar de kilómetros recorridos y está asociado a una caja de cambios manual automatizada de 7 marchas. El motor está limitado a 11.000 revoluciones por minuto, no muchas menos que el límite contemplado en la F1 de 15.000, mientras que el ralentí también baja notablemente desde unas 5.000 hasta las 1.600 revoluciones por minuto.
3. Equipamiento interno
En el interior del habitáculo del Mercedes-Benz AMG ONE se pueden contemplar dos baquets hechos de fibra de carbono fundidos en el monocasco, también acoge a dos pantallas TFT de 10 pulgadas para el cuadro de instrumentos y el sistema de infoentretenimiento. Llama poderosamente la atención su volante cuadrado, muy similar a los que se ven en los monoplazas de F1, forrado en Alcántara.
El material predominante en esta zona del vehículo es la fibra de carbono, que obedece al firme propósito de que el coche tenga un peso contenido (1.695 kilos), por lo que también carece de lujos que no aporten rendimiento. No obstante, también es posible encontrar revestimientos de metal por ejemplo, además del ya citado Alcántara.
De serie, el deportivo viene con climatización, sistema de audio con conexión Bluetooth y USB, sistema de arranque sin llave y elevalunas eléctricos. El usuario puede elegir entre seis modos de conducción diferentes, que son los siguientes:
- RaceSafe: es el estándar, para lo que cuenta con circulación híbrida y arrancada en modo eléctrico. Con ello, el motor de combustión entra en juego si se necesita más potencia.
- Race: también ofrece circulación híbrida aunque con carga activa de la batería.
- EV: para circular en modo eléctrico plenamente.
- Race Plus: está pensado para los circuitos, por lo que aquí se aprovecha la aerodinámica activa y la reducción de la altura libre al suelo con el fin de obtener más rendimiento. Con ello, la suspensión se endurece y la gestión de la potencia se agudiza.
- Strat 2: también se emplean en las pistas, aunque en este caso es lo equivalente a una clasificación de F1.
- Individual: cuenta con ajustes personalizados.
Si se quiere gozar de la mejor aceleración, el Race Plus y el Strat 2 son los idóneos.
4. Precios
Las primeras 275 unidades del Mercedes-Benz AMG ONE que tienen dueño se adquirieron a cambio de unos 2.27 millones de €. Todo hace indicar que no se van a fabricar más, pero aún así tendríamos que ganar un gran premio en la lotería para poder aspirar a tenerlo en nuestro garaje.
5. Rival en el mercado
Una vez que hemos contado todo lo que puede aportar este gran deportivo de la marca de la estrella, es el momento de contrastar sus prestaciones con las de un modelo similar al que se le pueda considerar su rival en el mercado. Para esta vez, hemos escogido al Ferrari SF90 Stradale.
5.1 Ferrari SF90 Stradale
Disponible en versión Coupé y descapotable, el Ferrari SF90 Stradale es un deportivo de la más alta gama que es más ligero que el protagonista alemán gracias a sus 1.600 kilos de peso. No obstante, su mecánica es distinta ya que equipa un motor V8 central que disfruta de 1.000 CV de potencia, por lo que en ese sentido anda ligeramente por debajo. Comparte una gran dedicación a la aerodinámica activa, de forma que disfruta de las bondades de su sistema patentado shut-off Gurney que se localiza en la zona posterior. Lo que ocurre entonces es que se regula en base a distintos parámetros de conducción mediante dos actuadores eléctricos.
También es híbrido, aunque en su caso enchufable, de forma que se constituye por cuatro motores, de los que tres son eléctricos y el otro de gasolina. El reparto se lleva a cabo mediante dos propulsores eléctricos del eje delantero y con el V8 asociado al tercero para manejar el eje trasero con un cambio de doble embrague de ocho velocidades.
La batería con la que alimenta al trío de motores eléctricos contiene 7.9 kWh de capacidad, por lo que se puede recorrer hasta 25 kilómetros de distancia y alcanzar una velocidad punta de 135 km/h. Acelera de 0 a 100 y a 200 en menos tiempo (2.5 segundos y 6.7 respectivamente). Por dentro de su habitáculo no apuesta tanto por las pantallas ya que en una misma LCD de 16 pulgadas se pueden manejar las funcionalidades del sistema de infoentretenimiento y el cuadro de instrumentos. Además, su cuentarrevoluciones es analógico.
