Innovar es un imperativo para las marcas de coches, que buscan constantemente diferenciarse del resto de sus competidores y, de esta forma, aportar un valor añadido a todos los conductores que han depositado y depositan su confianza en ellos. Un ejemplo muy claro de ello se aprecia, con total nitidez, en el modelo que va a protagonizar las próximas líneas que vienen a continuación en esta entrada.
El Nissan Qashqai e-Power no es un híbrido cualquiera, ya que por ejemplo su autonomía es más propia de un eléctrico que de un convencional de este tipo. El coche japonés fue el primer crossover en salir al mercado y, para esta nueva unidad, incorpora la tecnología que le da nombre y que estrenará en el Viejo Continente, dado que en su Japón natal ya está presente desde hace un tiempo.
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Análisis del Nissan Qashqai e-Power en 5 claves
Tras haber llevado a cabo brevemente la introducción de la nueva entrada, es el momento de ir a la acción y desgranar todo lo que puede ofrecer al usuario el Nissan Qashqai e-Power. Como es costumbre, pondremos énfasis en el diseño exterior, en la estructura mecánica, el equipamiento interno, el precio por el que se puede conseguir y una comparación con un “rival” en el mercado. Vamos allá.
1. Diseño exterior
Lo primero que hay que decir es que estamos ante el primer coche de la firma japonesa que está construido sobre la plataforma CMF-C, producto de la alianza entre Renault, Nissan y Mitsubishi, lo cual tiene su influencia más marcada en el aspecto mecánico que en el estético no obstante.
Sus medidas son muy parecidas a las del vehículo que reemplaza merced a sus 4.42 metros de longitud, 1.83 metros de anchura y 1.63 metros de altura. A esas proporciones hay que añadir una distancia de ejes cifrada en 2.66 metros. Para ser más exactos, supera en 3.5 centímetros de longitud, 3.2 de ancho y en 1 de altura a la anterior generación, además de que su batalla incrementa en 2 centímetros.
En lo que concierne meramente a su aspecto, las similitudes son más que palpables en comparación con los anteriores. Si hay algún cambio que merece ser resaltado es el de los faros, que adoptan en este modelo una mirada afilada y bifurcada en la parte delantera. A ellos hay que sumar unas tomas de aire más marcadas por los dos costados y tres aristas en su vista lateral, de las que dos son verticales. Con todo esto, se refleja un salto de diseño respecto a la versión anterior.
Para la iluminación, recurre a la tecnología LED y a una fisonomía adaptativa por carretera. La parrilla que lidera el frontal no cambia apenas, a excepción de su tamaño, que es más grande, y el contorno, al estar coronada por una franja negra. En la parte posterior conserva su tercera ventanilla lateral, aunque ahora está más acompañada por pintura oscura en el pilar C, por lo menos si se decide escoger una opción que lleve el techo bitono.
Aquí se observan faros más delgados y convencionales leds, donde también hay tomas de aire delanteras laterales verticales, de forma que va desde los faros hasta el paragolpes. En cualquiera de sus distintas versiones, su maletero parte de una capacidad base de 479 litros que, con los asientos traseros abatidos, se puede ir hasta los 1.582. Para acabar, puede llevar consigo llantas de aleación de 17 ó 20 pulgadas, las segundas no estaban presentes en los anteriores porque simplemente no cabían en los pasos de rueda.
2. Estructura mecánica
Hablando técnicamente, el Nissan Qashqai e-Power es un híbrido en serie, no enchufable, que es así como describe a su sistema, que consta de una batería de alto rendimiento, un propulsor de gasolina, un generador eléctrico, un inversor y otro motor eléctrico. Con ello, el de gasolina aporta energía eléctrica al paquete de baterías del tren motriz eléctrico.
En el caso que nos ocupa, el innovador vehículo japonés consta de un motor de gasolina de 1.5 litros y tres cilindros sobrealimentado por turbo y de compresión variable de 156 CV, lo que se traduce en una potencia conjunta resultante de 140 Kw ó 188 CV y un par motor máximo de 380 Nm, tal y como aseguran desde la compañía nipona.
Cuando decimos que no es un híbrido al uso, lo decimos porque el motor de gasolina está siempre conectado, hasta el punto de que no tiene enchufe, cuando su función es generar energía para el sistema en coordinación con las frenadas regenerativas.
Dicho esto, esos 188 CV de potencia están destinados a mover exclusivamente las ruedas delanteras. Para la recarga de estas apuesta por una batería de 2.1 kWh de capacidad. Si hay un dato que llama la atención en este apartado es el de su consumo, ya que declara tan solo unos 5.3 litros por cada centenar de kilómetros recorridos y emite unos 122 gramos de dióxido de carbono por kilómetro recorrido. Esto lo hace en su función de generador, rehuyendo del movimiento de las ruedas en todo momento.
Los últimos datos que se acaban de citar le valen la distinción de la etiqueta ECO que otorga la Dirección General de Tráfico (DGT), y es que como ya hemos dicho no contiene enchufe. De lo contrario, podría aspirar a la Cero, que es la más ecológica como bien sabréis. Su capacidad de compresión variable enunciada al principio de este epígrafe hace que su motor de combustión pueda ajustar esta relación automáticamente y en continuo, lo que implica una optimización de las emisiones y el consumo en distintas situaciones en base a la carga del motor.
Para ser más exactos, oscila entre la 8:1 y 14:1, lo cual es posible gracias al movimiento de un actuador que cambia la longitud de la carrera del pistón en base a la demanda de la potencia. En escenarios de baja demanda de potencia, esa relación está en un rango más alto, de forma que el consumo y las emisiones se ven reducidos.
3. Equipamiento interno
En el interior de su habitáculo, el Nissan Qashqai e-Power apuesta por la calidad por encima de lo que es meramente bonito. El negro y los grises predominan entre los colores, pero se aprecian rasgos como un salpicadero y una consola central que se muestran horizontales, lo cual crea una sensación de espaciosidad.
En lo que respecta a su carga tecnológica, estrena un panel de instrumentos totalmente digital de 12.3 pulgadas, las mismas que en el head-up display. En el centro presenta una pantalla flotante que lidera el sistema de infoentretenimiento con sus nueve pulgadas. Más tarde hablaremos de sus distintos modos de conducción, pero es preciso indicar que presenta un botón físico con el que activar el E-Pedal que se encuentra escondido en la consola central.
En medio de los asientos delanteros hay un reposabrazos que no se puede mover longitudinalmente pero que convive con un agradecido hueco portaobjetos, que alberga una toma USB-C y otra USB-A más tradicional. El volante está recubierto de cuero fino que le aporta un tacto agradable. La palanca de cambio, sin embargo, es relativamente baja, algo que se acentúa cuando lleva consigo un cambio automático.
Electrónicamente, presenta tres modos de conducción: Normal, Sport y Eco. El primero de estos se caracteriza por el hecho de que el motor retiene mucha energía para facilitar la recarga de la batería. El segundo, por su parte, prioriza una veloz entrega de potencia. En el tercer y último modo, el coche puede ir con fluidez la mayor parte del tiempo que el conductor no tenga pisado el pedal del acelerador, de manera que apenas le retiene. La posición B está disponible siempre que se quiera para recuperar energía cuando se necesite y de forma inmediata.
Hay que decir que también se distinguen tres niveles de acabado: el N-Connecta (con los monitores de 12.3 pulgadas para el sistema de infoentretenimiento y el cuadro de instrumentos y llantas de aleación de 18 pulgadas), el Tekna (suma un head-up display de 10 pulgadas en el limpiaparabrisas, llantas de aleación de 19 pulgadas, tapicería en piel sintética y sistema de asistencia a la conducción ProPilot) y Tekna+ (aporta sistema de sonido Bose de 10 altavoces, llantas de 20 pulgadas y suspensión multibrazo).
4. Precio
La cuantía económica a pagar depende precisamente del nivel de acabado escogido, de esta forma parte de unos 39.850 euros, el Tekna supone un coste añadido de 2.600 euros (42.450 €) y el Tekna+ otros 2.750 euros (45.200 €).
5. Rival en el mercado
Tras hacer un análisis pormenorizado del Nissan Qashqai e-Power, es el momento de ampliar miradas comparándolo con otro coche similar. Para esta ocasión, hemos elegido el Peugeot 3008.
Peugeot 3008
El coche francés presenta diferencias a nivel de diseño, como una parrilla más extendida que parece no acabar nunca, así como una banda lumínica en la zaga que recorre el ancho del vehículo. La mirada afilada de sus faros delanteros y la presencia de diversos elementos aerodinámicos son, por otra parte, rasgos que comparten.
Por dentro, el concepto de cockpit también representa una diferencia, con la consola central rodeando visualmente la zona del conductor. Los materiales de madera oscura en los acabados más sofisticados no es algo que se vea en el Nissan. En lo que respecta a consumo, registra varios litros más que el auto japonés, de forma que en carretera a ritmo normal se va hasta los 7.8 litros por cada 100 kilómetros y algo por encima de los 6 de media homologado. Su versión más equivalente a la del Nissan es la de 180 CV de potencia y su par máximo de motor se queda en 250 Nm, por lo que en este aspecto también queda ligeramente rezagado.
