Según la Asociación de Marcas de Bicicletas de España (AMBE), desde el año 2017 la venta de bicicletas no ha parado de crecer alcanzando un crecimiento del 78% en los últimos años y sobrepasando el millón doscientas sesenta mil bicicletas. Datos que revelan el furor que está causando esta práctica en la sociedad, vendiéndose a diario unas 200 bicicletas, casi nada.
Si antes era difícil subirse al coche y no encontrarnos con ningún ciclista, ahora hay que sumarle esos usuarios que a primera hora de la mañana se llevan sus bicicletas para llegar a un destino y disfrutar del tiempo libre. De hecho, la venta de bicicletas de montaña ha crecido un 16,3%, eso quiere decir que cada vez más dicha práctica está encarada hacia la naturaleza siendo la excusa ideal para escapar de la rutina y la ciudad, pero, ¿cómo llegamos en muchas ocasiones a la montaña? En coche.
Mientras unos utilizan la bicicleta como medio de transporte rutinario para ir a sus trabajos, otros la utilizan para evadirse de la ciudad y para ello hay que moverse primero en coche. De ahí que cada vez más veamos portabicis de techo, portabicis de portón trasero o portabicis de bola de remolque. Para ello se deben conocer los diferentes tipos de sistemas de transporte y cuál se adapta mejor a nuestro vehículo, saber las ventajas e inconvenientes de cada sistema, contribuyen a una mayor seguridad teniendo en cuenta las características del vehículo.
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La bicicleta: ¿dentro o fuera del coche?
Antes de entrar en detalle debes saber que principalmente hay dos formas de llevar la bici en el coche: dentro del vehículo o fuera del vehículo. Pero ¿Cuál es la mejor forma y que dice la ley en cada uno de los casos?
Si decides que el transporte sea utilizando el propio maletero (condiciones)
Si el tamaño del maletero y las dimensiones de la bicicleta lo permiten se deben tener en cuenta algunos factores que por Ley, estamos obligados a cumplir si no queremos poner en riesgo nuestra seguridad o ser multados. Lo primero de todo es que estamos obligados a mantener nuestra propia libertad de movimientos, el campo de visión y la atención a la vía para garantizar nuestra seguridad y la del resto de ocupantes; eso significa que debemos asegurar la bicicleta dentro del coche de forma correcta y segura para evitar que se mueva o golpee el habitáculo durante el trayecto o que puede impactar en algún ocupante en caso de frenada. Por lo que siempre se debe evitar que haya objetos sueltos dentro del compartimiento. De ahí que la ley nos permite abatir los asientos si fuera necesario. También debes tener muy en cuenta que ninguna de las partes de la bicicleta tapen los cristales.
Si decides que el transporte sea utilizando un portabicicletas (condiciones)
Por otro lado, si no podemos hacer el transporte de la bici en el maletero por cuestiones de tamaño o necesitamos los asientos traseros, tendremos que recurrir a un portabicicletas, que como veremos a continuación hay de diversos tipos. En cualquier caso, debemos tener en cuenta un seguido de indicaciones.
La ley dice que la carga que sobresalga por detrás de un vehículo, se debe señalizar con la señal V-20. Se señalizarán con 2 señales en caso que la bici ocupe el ancho completo del vehículo (una en cada extremo). Además, las bicicletas no pueden sobresalir de los laterales del vehículo incluyendo los retrovisores. En segundo lugar, el sistema no puede tapar los dispositivos de alumbrado o señalización, en ese caso, debemos instalar todos los dispositivos ocultos por el sistema y la placa de matrícula en la parte exterior (visible) del portabicicletas. En suma, la instalación debe ser segura y siguiendo las pautas para su correcto funcionamiento, de tal forma que no conlleven caídas en la carretera o arrastres.
Cómo transportar bicicletas en el coche: tipos de sistemas y legalidad
A continuación detallaremos qué maneras concretas hay de transportar nuestras bicicletas en el coche de forma segura y legal, además, se expondrán qué ventajas e inconvenientes ofrece cada sistema para que tu mismo elijas el que más te convenga según el tamaño de tu bicicleta y las características de tu coche.
1. Dentro del maletero
Es la primera opción a la que a todo conductor recurre y se le pasa la cabeza, una de las opciones más frecuentes es la de meter la bici dentro de tu maletero. No obstante, la ley dice que los coches (utilitarios) no son vehículos de carga, por lo que no puedes llevar (en este caso bicicletas) dentro como si tal cosa. Como comentamos, es una de las formas más recurridas y habituales de llevar la bici. Si gozas de un amplio maletero, puedes desmontar las ruedas o tan solo una para administrar bien el espacio y la sujeción de la bici.
Si nuestro coche no ofrece tan amplias prestaciones de espacio, puedes abatir los asientos de atrás, lo que implica que la carga irá dentro del habitáculo y puede suponer un peligro en caso de colisión. En relación, la ley dice que debes fijar la bicicleta con una cuerda que no sea elástica y fijarla a los anclajes interiores del vehículo.
Una de las ventajas significativas que conlleva transportar la bicicleta dentro del vehículo es que no alteramos la aerodinámica del coche, si la bici va entro, el vencimiento del aire por parte de la carrocería será el mismo y con ello el consumo de gasolina. Como contrapunto, supone un lío y extra de esfuerzo desmontar la bicicleta y abatir los asientos (si fuera necesario).
2. Portabicicletas de techo
Es la opción más económica si después de pelearnos durante horas con nuestro maletero, vemos que es imposible transportar la bici dentro de nuestro coche. Para usar el portabicicletas de techo debemos tener instalado en nuestro vehículo unas barras portaequipaje o una baca (si las tenemos, es la opción más económica).
En relación a este sistema podemos encontrar dos tipos de portabicis: el que apoya la bicicleta sobre un raíl y la fija entera sin desmontar ninguna de las dos ruedas, sujetando el cuadro mediante unos brazos. O por otro lado, el que requiere desmontar la rueda delantera para sujetarse en las puntas de la horquilla mientras que la rueda trasera va sujeta con una correa.
La principal ventaja de estos sistemas es que deja libre el interior del vehículo y lo puedes dejar montando en el coche aunque no salgas con la bici. Además, en según qué tipo de coches puedes montar hasta cuatro bicicletas. En contra tenemos la dificultad de subir la bici encima del techo de nuestro vehículo, ya que en numerosas ocasiones se trata de vehículos grandes cuya distancia al suelo es mayor que un turismo convencional.
Otro punto negativo es la pérdida en la aerodinámica que supone llevar una o varias bicicletas en el techo, la rozamiento entre el aire y la bicicleta, afectará en el ritmo de la marcha y el consumo de combustible. Para terminar, ten presente que si se trata de un coche pequeño y la bici sobresale por detrás (por las puntas), deberá señalizarse como indica la normativa.
3. Portabicicletas de portón trasero
Es quizás el sistema al que más usuarios recurren en nuestras carreteras, no tan solo por su precio, sino por las ventajas que ofrece tanto por comodidad e instalación. El sistema mediante portón permite transportar como máximo 4 bicicletas que se apoyan sobre una plataforma con barras y soportes que se anclan al vehículo mediante chinchas.
La principal ventaja de esta opción es que no debemos desmontar las bicicletas una vez el sistema está instalado. Además, las bicicletas son fáciles de colocar y no requieren grandes esfuerzos como en el caso del portón de techo. A pesar de todo, tiene un gran inconveniente, que al estar en el maletero, debemos quitarlo y ponerlo constantemente; cuando le coges el “tranquillo” no te supondrá más que unos minutos, pero al principio es una tortura.
Al estar situado en la parte trasera de nuestro vehículo debemos asegurarnos de que no afecta ningún sistema de alumbrado y posicionamiento. Y es que puede obstaculizar la visibilidad de la matrícula, las luces de posición, de frenado, intermitentes y marcha atrás, lo que es sin duda, un peligroso inconveniente que se debe tener en cuenta antes de emprender la marcha. Además, asegúrate de que no has de abrir el maletero durante el trayecto, ya que una vez cargadas las bicicletas, no podrás abrir el portón.
Para terminar, el ancho de las bicicletas no puede sobrepasar el ancho del vehículo, ya que no solo afecta a los sistemas de alumbrado y posicionamiento como hemos dicho anteriormente, sino que reduce la visión a través de los retrovisores.
4. Portabicicletas de bola de remolque
La última opción (y la más cara) es el portabicicletas de bola de remolque. Pese a ser la solución más cara ya que necesitamos instalar en el coche la típica bola de remolque que tanto miedo nos da cuando la vemos en el vehículo que nos precede, es la más segura y cómoda. Dicho sistema está compuesto por una especie de plataforma que incluye placa de matrícula y pilotos. De esa plataforma se sujetan las bicicletas mediante unos carriles que se fijan con correas y pinzas específicas.
Es considerado de los sistemas más cómodos ya que no interfiere en la aerodinámica y permite abrir el maletero (incluso con las bicis montadas) a diferencia del portabicicletas de portón. Se recomienda su uso a esos usuarios que salen con mucha regularidad a hacer salidas y excursiones con la bici: es la inversión más rentable, práctica, y segura que se adecua a la vigente normativa de tráfico.
A pesar de todo, también hay puntos negativos a tener en cuenta como que hay que tener un sitio donde poder guardar la plataforma cada vez que la desvinculamos del coche (ocupa mucho espacio). O el hecho de prestar mucha atención al dar marcha atrás o cuando circules por tramos más cerrados al girar. Por todo ello, es obligatoria la placa V-20 en la plataforma.
