Consumir bebidas alcohólicas tiene efectos nocivos en el usuario que, posteriormente, se va a poner a los mandos o al volante de un vehículo determinado: movimientos y reacciones más lentas, fatiga muscular, aparición de somnolencia, falta de coordinación, percepción perturbada de lo que tiene alrededor, incapacidad de calcular correctamente las distancias, etcétera. De hecho, es la tercera causa que más accidentes de tráfico causa en España.
Puesto que esos peligros siempre están ahí y desde TopDriverZ te animamos a tomar una actitud responsable cuando conduzcas, en las próximas líneas se va a hablar sobre la tasa de alcoholemia establecida en la normativa de tráfico, así como de los distintos límites que corresponden y las consecuencias de superarlos.
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Tasa de alcoholemia: cómo está regulada y qué multas tiene superarlas
Con todo lo dicho hasta ahora, es el momento de meterse en materia y explicar, en primer lugar, qué se entiende por tasa de alcoholemia y, posteriormente, los distintos umbrales de alcohol consumido establecidos en la regulación vial de nuestro país. Es el volumen que hay de alcohol en sangre, para su medición se emplea como unidad los gramos por litro (gr/l) o incluso también por aire expirado. A día de hoy existen fundamentalmente umbrales establecidos para dos colectivos acerca de la presencia de alcohol en sangre y en aire:
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General, ciclistas y conductores de vehículos de movilidad personal: en aire espirado el límite está situado en 0.25 mg/l mientras que en sangre se alza hasta los 0.5 mg/l.
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Conductores noveles y profesionales: en aire es de 0.15 mg/l mientras que en sangre se dobla con 0.3 mg/l.
No obstante, es importante saber que, aun estando por debajo de esas cifras, el riesgo de sufrir un accidente de tráfico como consecuencia de estar bajo los efectos del alcohol no desaparece en absoluto. Por no hablar de que el riesgo de sufrir un accidente de tráfico se multiplica hasta por 25 cuando esa cantidad de alcohol en sangre se encuentra entre 1.5 y 2.4 gr/l.
Además, dar positivo en un control es muy fácil ya que el cuerpo tarda aproximadamente unas 20 horas en acabar por completo con una cantidad pequeña de esta droga. Y es que el hígado tiene la capacidad de metabolizar entre ocho y diez gramos de alcohol por hora. Dicho esto, a la hora de consumir lo mejor es ser precavidos para evitar que ocurra algo malo. Eso sí, esto también depende del peso y del sexo al que pertenezca la persona infractora y en esto profundizaremos más adelante.
Sanciones administrativas por conducir bajo efectos del alcohol y drogas
Según la sustancia consumida y la presencia de antecedentes o no en el conductor, existen distintas cuantías de las multas y pérdidas de puntos en el permiso de circulación:
1. Alcohol
Si una persona registra una tasa en aire espirado de entre 0.25 y 0.5 mg/l como norma general (y si es novel o profesional entre 0.15 y 0.3) la sanción implica el pago de 500 € de multa y la pérdida de hasta cuatro puntos en el carnet de conducir. Si este indicador supera los 0.5 mg/l (0.3 en noveles y profesionales) la penalización asciende hasta los 1000 € y seis puntos menos en el permiso de circulación.
Con los conductores que sean reincidentes el castigo depende de la tasa que den, que puede ser la pérdida de cuatro o seis puntos a la que hay que sumar una cantidad de 1000 € a pagar.
2. Otras drogas
Más allá del alcohol, la presencia de otras drogas en el organismo de un conductor también implica motivo de sanción ya que lógicamente también supone un riesgo para la seguridad vial. En este caso, la consecuencia sería el pago de 1000 € y la pérdida de seis puntos.
Sanciones penales a la conducción bajo efectos del alcohol y drogas
Lo que viene a continuación son palabras mayores ya que pueden hacer que un conductor entre en prisión:
1. Alcohol
Tanto conducir bajo la influencia de una o varias bebidas alcohólicas, o registrar una tasa en aire espirado que supere los 0.6 mg/l (o en sangre haciendo lo propio con 1.2 gr/l) puede hacer que el conductor se tenga que enfrentar a penas de prisión de entre tres y seis meses, a una multa a pagar periódicamente durante un periodo comprendido entre 6 y 12 meses o a llevar a cabo trabajos en beneficio de la comunidad durante 30 días como mínimo y 90 como máximo. A una de estas opciones habría que sumar una prohibición a conducir que puede durar entre 1 y 4 años.
2. Otras drogas
A idéntica sanción puede enfrentarse cualquier usuario que haya decidido conducir bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas: posible pena de prisión que puede ir de los 3 hasta los 6 meses, una multa de carácter económico que se tiene que pagar cada mes durante medio año en el mejor de los casos y uno entero en el peor de ellos, o bien realizar una serie de labores para el bien de la comunidad por 30 días al menos y por hasta 90 como mucho. También aquí entra la inhabilitación para conducir de entre 1 y 4 años.
No obstante, hay que señalar que en la ley se establece que al delito por conducir bajo los efectos del alcohol o de otras drogas (art. 379) se le puede añadir el de conducción con temeridad (art. 380), así como el agravante de desprecio por la vida de los demás (art. 381).
En resumen, la alcoholemia constituye un delito cuando el agente que está al mando de los controles ve que el usuario está visiblemente afectado por la dosis de alcohol que haya ingerido o por otras drogas que haya podido consumir, así como cuando supere el límite de 0.6 mg/l en aire o de 1.2 mg/l en sangre, al margen de que se perciba o no que el conductor está bajo la influencia de cualquiera de las sustancias mencionadas.
¿Y si el conductor se niega a someterse a un test?
Si eso ocurriera, independientemente de lo que haya consumidor el usuario, se enfrentaría a una pena de prisión que puede ir desde los 6 meses hasta un año entero, así como a una prohibición de poder conducir que va desde 1 hasta 4 años.
Factores que influyen en la tasa de alcoholemia
Como se ha dicho antes, hay varios factores que influyen a la hora de dar positivo en un control de alcoholemia, así como en la tasa que se registre finalmente:
Comida ingerida
Tener el estómago lleno en el momento que se decide consumir una bebida alcohólica es una gran ayuda para minimizar el impacto de esta sustancia en sangre. Si se decide comer después de haber bebido no hay ningún efecto reductor.
Sexo del usuario
Por lo general, las mujeres presentan tasas de alcoholemia más elevadas que los hombres en un contexto de igual consumo, por lo que ellas son más sensibles a sus efectos.
Peso
Es de los más importantes para hacer un cálculo sobre el volumen de alcohol en sangre, y es que un conductor delgado registrará una tasa más alta que otra más voluminosa a una misma cantidad de alcohol consumida.
Edad
Tanto en edades precoces (18 años en adelante) como en otras más avanzadas (más de 65) las capacidades cognitivas se resienten con el consumo de alcohol. Esto es especialmente grave en conductores noveles ya que no se han familiarizado completamente con el control de un vehículo, por lo que cualquier susto o altercado puede llevar a lo peor.
La hora y momento del día
Esto es producto del papel de los biorritmos de las personas, que hacen que la asimilación del alcohol sea diferente de día y de noche. Además, al dormir se ralentiza la eliminación de alcohol en sangre.
Rasgos personales
La medicación que se esté tomando el usuario o el metabolismo que tenga también condicionan este indicador.
Bebidas que pueden influir en la tasa de alcoholemia
La bebida que se haya ingerido también juega su papel aquí, así que para una mejor comprensión de esta realidad conviene detallar cómo se comporta cada bebida cuando es ingerida:
Cerveza
Si cuenta con cinco grados de alcohol, lo mejor es no superar los dos tercios consumidos en el caso de los hombres que tengan un peso que oscile entre los 70 y los 90 kilos. Mientras que la cantidad recomendable es de un tercio para las mujeres que registren un peso comprendido entre 50 y 70 kilos.
Vino o cava
En su caso, ambos tienen doce grados, por lo que la cantidad recomendada es de tres vasos máximo para varones de entre 70 y 90 kilos, mientras que para mujeres de entre 50 y 70 kilos se reduce al triple con un único vaso.
Licor
El licor cuenta con 23 grados, por lo que el límite de lo recomendado se ubica en tres vasos para hombres de entre 70 y 90 kilos de peso, mientras que para mujeres de entre 50 y 70 kilos el umbral es de dos.
Brandy
Cuenta con 38 grados y se indica que el consumo límite recomendado es de dos vasos para hombres con un peso registrado entre 70 y 90 kilos, mientras que para las mujeres de entre 50 y 70 kilos se reduce a la mitad con tan solo uno.
Combinado
La última bebida que aparece en la tabla de la Dirección General de Tráfico (DGT) para explicar la tasa que genera cada una de ellas contiene 38 grados. La dosis máxima recomendada es de dos vasos para hombres de entre 70 y 90 kilos y, al igual que con el brandi, se reduce a uno en el caso de las mujeres de entre 50 y 70 kilos registrados.
¿Hay algún truco para bajar la tasa de alcoholemia?
No, y si lo hay es no tomar alcohol antes de conducir. Ninguno de los mitos que habrás escuchado (hacer ejercicio, tomar chicles, beber aceite, fumar mucho) van a ayudarte a sentirte mejor en ese sentido. Si has bebido, lo mejor es esperar unas 16-19 horas tras la primera copa que hayas tomado.
