¿Cuántas veces no hemos hecho algo por miedo? El miedo es esa sensación de angustia provocado por la presencia de un peligro real o imaginario, un sentimiento de desconfianza que impulsa a la persona a creer que ocurrirá un hecho contrario a lo que desea. Para vencer al miedo hay que hacerle frente. Exponernos a él puede ser angustioso, sí, pero siempre podemos pedir ayuda a quién lo ha superado para revertir la situación. La exposición paulatina al miedo es el mejor remedio para vencerlo poco a poco.
Si lo extrapolamos a la conducción, el miedo a conducir es un problema mucho más habitual de lo que te puedes imaginar: el 22% de los conductores españoles sienten miedo cuando conducen solos, y el 19% dejan de conducir de forma indefinida por no poder darle la vuelta a la situación. Si te explicamos esto es porque estás tranquilo, hay muchas, muchísimas formas de sobrellevar esta situación. Una de ellas es dejarte aconsejar y no encerrarte en aquellos pensamientos que puedan jugar en tu contra.
Pero no hemos venido a poner el miedo en el cuerpo ni a hacer una charla de superación. Una vez hemos conseguido sacarnos el permiso de conducir, nos espera lo mejor: nuestro coche repleto de música y buenos momentos a solas o bien acompañados.
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¿Qué tenemos que hacer cuando somos conductores “novatos”?
En España, los jóvenes consideran que el carné de conducir es una prioridad, un ritual que debe cumplirse al llegar a la mayoría de edad. En relación, 3 de cada 4 jóvenes consideran que el carnet es imprescindible en su día a día para el trabajo y el ocio. ¿Qué opináis? ¿Es tan necesario para los jóvenes de hoy en día?
Debates a parte, los conductores noveles dicen de manera generalizada que en la autoescuela se enseña mal, que sólo enseñan a aprobar el exámen. Y un estudio realizado por el RACE, da credibilidad a esta creencia concluyendo que los jóvenes conductores noveles, piensan que realmente no están preparados para conducir por sí solos con seguridad.
Sea como sea, desde TopDrivez creemos importantísimo ofrecer una batería de consejos de seguridad al volante para conductores noveles. Igual de útil para quien empieza a conducir, como para quien llega años de rodaje en la carretera.
1. El coche y tú sois uno, familiarízate con él
Todos los coches son diferentes y dados a sus dueños, incluso aquellos que comparten marca y modelo, difieren según la conducción que se les dé. No son pocos los conductores noveles que deciden comprarse el mismo vehículo con el que se examinaron para familiarizarse más rápido con el coche. Sea cual sea el coche que te compres, será diferente al de la autoescuela, por lo que será necesario un proceso de habituación y familiarización con los pedales, el tacto al volante, el reposacabezas, los retrovisores, la altura y distancia del asiento…
En definitiva, todo. Así que no tengas prisa en conocer a fondo el coche en el que te vas a mover. Además, te recomendamos tener controlada la documentación y la tarjeta de inspección técnica, ¿el seguro es a terceros o a todo riesgo? ¿Ya sabes abrir el depósito de combustible? ¿Gasoil, gasolina, híbrido o eléctrico? Como ves, debemos chequear varios parámetros antes de tirarnos a la carretera.
2. No tengas prisa por subir a tus amigos
Una de las causas de mayor mortalidad entre los jóvenes conductores son las distracciones al volante junto al exceso de confianza. Queremos el carné lo antes posible para llevar a nuestros amigos y demostrar que la etapa del transporte público ya ha pasado. De ahí que nos entren las prisas para dar los primeros viajes relacionados con el ocio lo antes posible.
Tranquilo, date el tiempo necesario para familiarizarte con la carretera y el vehículo antes de querer “ demostrar” tus habilidades al volante, hacerlo antes de tiempo puede ser una idea muy cara a pagar. Has de ser consciente que la conducción requiere que todos los sentidos estén puestos en la carretera, y que mantener una conversación o poner la música que más suena en la rádio puede ocasionar graves problemas de atención durante la marcha que requieran maniobras evasivas con las que aún no estamos familiarizados. En definitiva, espera un tiempo y da vueltas solo, cuando de verdad te veas capaz de conducir con pasajeros invitalos a subir al coche sin olvidar que tu tarea es la de conducir.
3. Antes de nada, circula por caminos conocidos
Antes de hacer desplazamientos nuevos, es muy recomendable, en el caso de ser un conductor novel, conducir por aquellos caminos que ya conoces. ¿Para qué? Para soltarte y ganar seguridad. Como te habrán explicado en la autoescuela, es muy importante situarse en el carril adecuado de la calzada en función de donde te quieras mover. Por lo que hacerlo repetidamente en un trayecto que ya conoces incrementará paulatinamente tu confianza.
Así que antes de meternos en la gran vía o en núcleos urbanos muy concurridos, dar vueltas de reconocimiento por aquellos lugares que te inspiran más confianza ya sea porque los has visto desde que eres pequeño o porque están poco transitados, es la mejor manera de evitar llevarnos un golpe en el coche.
4. La “L” es tu mejor aliada, que no te de vergüenza llevarla
No sabemos el porqué, si por orgullo o por inferioridad, pero llevar la “L” está demostrado que no gusta a la mayoría de los jóvenes conductores. Llevar la placa de la “L” es obligatorio en todos los conductores noveles durante el primer año de carnet y su significado, va más allá de una simple señalización.
La educación vial probablemente no está pasando por uno de sus mejores momentos en nuestro país. A pesar de que ha mejorado mucho, en España existe cierta tendencia a la excitación cuando uno está dentro de su coche: la paciencia mengua y la empatía carece de significado en la carretera. A pesar de todo, el respecto hacia los nuevos conductores, por muy utópico que pueda parecer, ha mejorado mucho. Por supuesto que siempre habrá algún conductor que rompa la norma, pero existe una tendencia de respeto y empatía hacia los conductores noveles por parte del resto de conductores que favorece su integración.
Así que no tengas reparos en mostrar la “L”, te mantendrá al margen de las hordas de conductores furiosos y exaltados que circulan con prisas por nuestras carreteras, y te hará ganar esa confianza tan importante a medida que hagas kilómetros. Además, la multa por no llevar la L es de 100€.
5. Novato o no, el móvil fuera
Todos sabemos las ventajas que un teléfono móvil puede ofrecernos diariamente; no obstante, durante la conducción puede ser el detonante de una serie de acontecimientos fatales. Por lo tanto, hacemos un llamamiento a la responsabilidad: el móvil es un gran aliado si te pierdes o necesitas cualquier tipo de asistencia, pero a la vez, puede ser letal si lo usas durante la marcha.
Y más aún en conductores noveles, donde la situación puede volverse irreversible si reaccionamos demasiado tarde o sin la suficiente antelación y convicción. Así que trata de imponerte buenos hábitos al volante, el móvil cuando mejor está en el coche es en silencio y apartado de nuestras mano. En definitiva, todo lo que pueda reducir nuestra atención en la carretera, fuera.
6. Practica con quien tengas confianza
Una vez empezamos a automatizar el proceso y los hábitos de conducción, es muy recomendable que las primeras personas que suban al vehículo sean aquellas que mayor confianza y tranquilidad te inspiren (y si tienen experiencia al volante, mejor).
Sin duda, este consejo te ayudará a practicar para cuando tengas que llevar a otros pasajeros no tan cercanos a tí. De ahí que nuestra recomendación sea evitar personas que te pongan nervioso o te hagan sentir inseguro. Evitar a las primeras de cambio experiencias angustiosas, beneficiará tu bienestar y seguridad al volante.
7. Cuanto más puedas conducir, mejor
La práctica te ayudará día a día para llegar al punto de competencia inconsciente, es decir, ese punto que se da cuando dominamos algo, la parte final de un proceso de práctica. El mejor consejo que se puede dar para llegar al punto de competencia inconsciente es coger el coche cuantas más veces mejor.
De esta manera, automatizamos mucho antes los movimientos y nos familiarizamos mucho más con el asfalto y la circulación, así que a base de práctica y soltarse, uno es cuando más aprende. Eso sí, no te relajes cuando veas que empiezas a dominar conceptos al volante, la experiencia siempre es buena, pero la automatización de tareas puede llevar a la relajación y, en la carretera, uno nunca puede desconcentrarse.
8. No caigas en el error de compararte con los demás
Como último consejo te decimos que no te compares con los otros conductores noveles que te cruces por la carretera. Debemos partir de la base de que no todos los conductores somos iguales, que no todos nos soltamos a las primeras de cambio y que no todos tenemos las mismas habilidades al volante. Todo esto no es malo, solo es diferente, así que tiempo al tiempo.
