La exclusividad es una de las señas de identidad que definen, de forma inequívoca, a la marca BMW. Son muchas las berlinas que la casa de Múnich ha brindado a usuarios de todo el mundo a lo largo de la historia. No obstante, la que va a protagonizar las siguientes líneas pretende representar una idea nueva sobre este tipo de coche.
Por esto último, en TopDriverz vamos a hablar a continuación del BMW i4, el cual lleva poco tiempo en el mercado y que en breve llegará a los concesionarios españoles. Se va a hacer hincapié en las diferentes características que presenta y las prestaciones que puede ofrecer al usuario.
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Análisis del BMW i4 2022
Una vez que ya nos hemos adentrado un poco en el tema principal de esta entrada, es oportuno decir que a lo largo de la misma se va a hacer hincapié en el diseño exterior, en la estructura mecánica de las distintas versiones, el equipamiento interior que ofrece, el precio de sus distintas versiones y una breve comparación con otro modelo similar al que se le puede considerar su “rival”.
1. Diseño exterior
Como se puede deducir de lo dicho en las primeras líneas, se trata de una berlina que está englobada dentro del segmento D. Es preciso indicar también que comparte ciertas premisas en el diseño con el Serie 4 Gran Coupé, como se puede ver en sus faros con tecnología LED, la parrilla cerrada de grandes proporciones y con un patrón de simetría llamativo.
Donde sí que se aprecian cambios en las tomas inferiores, aunque pequeños, respecto al modelo térmico, de forma que pierden un poco de área para que la reciba la carrocería. Con la parte del difusor pasa algo similar, que presenta como novedad un detalle cromático de color azul y tono eléctrico. Este tiene como propósito remarcar la superficie que, en tiempos pasados, ocupaban los tubos de escape, y además ofrece un contraste con el blanco de la unidad presentada.
La línea del techo se muestra estilizada y suave, que además ve su desembocadura en una zona trasera elegante, donde se encuentra un portón de dimensiones contenidas. En sus luces traseras también se observa esa similitud con el Serie 4. Otros detalles en los que marca distancia con su familiar son las grandes llantas aerodinámicas, con diámetros comprendidos entre 17 y 20 pulgadas y el anguloso paragolpes que se encuentra en el frontal.
De las dimensiones no se tienen cifras oficialmente, pero se sospecha que deben ser calcadas, o muy parecidas al menos, a las que presenta el Serie 4: 4.8 metros de longitud, 1.85 de anchura y 1.45 de altura. Su maletero alberga una capacidad para almacenar 470 litros.
2. Estructura mecánica
El BMW i4 dispone, en estos primeros pasos en nuestras vidas, de dos versiones: la de acceso eDrive40 y la M50. La primera de estas se caracteriza por equipar un motor trasero de 250 kW (340 CV de potencia) y un par máximo de motor cifrado en 430 Nm. Este ofrece una aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora en cuestión de 5.7 segundos y su velocidad punta está limitada, de manera electrónica, a 190 km/h. A su vez, está asociado a una batería eléctrica con una capacidad neta de 80.7 kWh y tiene la capacidad de recorrer un total de 590 kilómetros homologados, según el ciclo WLTP.
La otra, la M50, tiene el honor de ser el primer eléctrico de la Serie deportiva M. A diferencia de la otra, ostenta dos motores que se reparten por los dos ejes, de ahí que ofrezca una tracción integral. Desde BMW aseguran que cuenta con una potencia eléctrica de 400 kW (544 CV) y un par motor máximo de 795 Nm. Es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 3.9 segundos y la velocidad máxima que puede alcanzar es de 225 km/h.
Su batería es prácticamente igual a la de la versión anterior y promete una autonomía de 510 kilómetros con un consumo de entre 19 y 24 kWh por cada centenar de kilómetros recorridos. Por todo lo comentado, se postula como un coche que asegura un rendimiento exquisito. Sobre las recargas, hay que decir que acepta potencias de carga de hasta 210 kW, de manera que pasa del 10 al 80 % en 31 minutos y que se puede recuperar más de 164 kilómetros de autonomía en 10 minutos en el eDrive40 y 140 kilómetros al hablar del M50.
3. Equipamiento interior
De serie, el BMW i4 ya incluye un portón trasero eléctrico, ofreciendo como opción manos libres incluso, Bluetooth, climatización trizona y aire acondicionado con el coche totalmente parado para ajustar el habitáculo a la temperatura que se desee a distancia. Hay que decir que es el segundo vehículo que está dotado de la generación más reciente del conjunto BMW iDrive.
Opcionalmente, el usuario puede disfrutar de carga del smartphone por inducción, así como un sistema de remolque capaz de tirar hasta 1.600 kilogramos y un head-up Display. La compatibilidad tanto con Android Auto como con Apple CarPlay se ha visto aumentada, de forma que la cartografía que ofrecen se pueden aprovechar en el cuadro de instrumentos y las indicaciones se muestran en el citado head-up display.
Por si fuera poco, la marca de la manzana prepara una evolución del GPS destinada a funcionar con este eléctrico, de forma que si la distancia del recorrido es superior a lo que dura la cantidad de batería restante se programa una o dos paradas para recargar.
En cualquier caso, el habitáculo se caracteriza por un creciente protagonismo de las pantallas en la zona del salpicadero, aunque conserva a su vez una consola central que contiene un mínimo de mandos físicos y un control giratorio para el sistema de infoentretenimiento, lo cual está pensado para evitar distracciones mientras que se está conduciendo. para ser exactos, el cuadro de mandos cuenta con un monitor de 12.3 pulgadas y la de infoentretenimiento se va hacia las 14.9, aunque al situarse de manera tan contigua parecen una sola.
Ofrece tres niveles de conducción con el equipamiento opcional BMW IconicSounds Electric, que tiene como aval principal el hecho de que pone en escena el sonido de la propulsión del coche en el interior. El primero es el Sport, sinónimo de potencia y dinamismo, el segundo es el Confort para un equilibrio a nivel acústico y el tercero es el Eco Pro que lleva a la comodidad a otro nivel en este sentido sin llevar a cabo una puesta en escena añadida.
4. Precio
Lógicamente, el precio por el que se puede adquirir el BMW i4 está sujeto a la versión que decida escoger el usuario. Por ello, la eDrive 40 con 340 CV de potencia y una autonomía de 590 kilómetros homologados parte desde los 59.900 €, mientras que el tope de gama que representa el M50 de 544 CV y 510 kilómetros de autonomía se eleva hasta los 74.500 €. Una diferencia de casi 15.000 € que el consumidor ha de valorar si está dispuesto a asumir o no.
5. Rival en el mercado
Tras este análisis llevado a cabo sobre el BMW i4, se puede concluir que es un coche que brinda unas prestaciones exquisitas. No obstante, para poner en contexto lo dicho hasta ahora, se va a hacer una breve comparación con otro coche similar. Hablamos del Tesla Model 3.
Tesla Model 3
Esta berlina del segmento D perteneciente a la marca de Elon Musk lleva en España un tiempo ya, concretamente desde diciembre del año 2018. A diferencia del protagonista alemán, ofrece tres versiones, cuya autonomía oscila entre los 414 kilómetros y los 544 kilómetros. La de acceso es la Standard Range Plus, que presume de 256 CV de potencia, 415 kilómetros homologados, aceleración de 0 a 100 km/h en 5.6 segundos y cuenta con un único motor localizado en el eje trasero.
El resto goza de tracción integral y dos motores eléctricos que copan los ejes. En este se encuentra la Long Range Battery All-Wheel drive con 351 CV de potencia, 561 kilómetros de autonomía, aceleración de 0 a 100 km/h en 4.8 segundos y velocidad punta de 233 km/h. El tope es la Performance, con 462 CV, 3.5 segundos para pasar de 0 a 100 km/h y alcanza 250 km/h.
Tanto en la de acceso como en el tope de gama están muy parejos ambos, aunque la eDrive40 se impone en autonomía con claridad pero pierde por menos de un suspiro en aceleración y por mucho en velocidad punta con esa limitación electrónica. La intermedia del Model 3 se impone en autonomía y velocidad punta a la M50 pero esta se la devuelve en aceleración y en potencia. Finalmente, la Performance le saca unas décimas de aceleración y unos 25 km/h de velocidad.
Como curiosidad, en esta última Tesla ofrece un modo de conducción pensado para circuito, el Track Mode, con un alerón de fibra de carbono, pedales de aluminio, una frenada regenerativa más intensa y una refrigeración de los motores más agresiva. Por no hablar de su diferencial electrónico pensado para el paso por curva y modo drift para hacer derrapadas. Todo esto representa la diferencia más clara entre ambos, porque ambos están bien dotados tecnológica y estéticamente.
