Hay veces que, a la hora de aportar cierto lujo o exclusividad, se sacrifica parte de algunas prestaciones a conducción en algunos coches. Con mayor o menor acierto, es una estrategia encaminada a hacer más hincapié en la estancia en el interior del habitáculo que en el comportamiento del vehículo propiamente dicho.
Y eso es lo que ocurre con el nuevo BMW X1, una nomenclatura que se responsabiliza de gran parte de las ventas obtenidas por la casa de Baviera en España. Para dar con una o varias razones, a lo largo de las próximas líneas vamos a ver sus distintas características, así como el precio al que se puede encontrar cada una de sus versiones.
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Análisis del BMW X1
Una vez hecha la introducción de nuestro protagonista, es conveniente anticipar los aspectos que se van a tratar sobre el mismo: diseño exterior, estructura mecánica, equipamiento interno, el coste económico que implica su adquisición y una breve comparación con otro modelo al que se puede calificar de “rival” en el mercado.
1. Diseño exterior
El BMW X1 es un SUV compacto que vive inmerso en su tercera generación. Su andadura comenzó en el año 2009 y hay que decir que, entre el resto de modelos de este segmento pertenecientes a la marca bávara, es el más comercializado. Esto es posible, en parte, porque se presenta como el modelo de acceso a los mismos.
Para ello se cimenta sobre la plataforma UKL, que es más frecuente de ver en los vehículos de MINI, y que es capaz de adaptarse a una gran variedad de coches. Eso sí, no solamente está presente en la firma inglesa, sino que también la equipan el BMW Serie 1 y el Serie 2, además de los componentes de la familia Active Tourer. Esta plataforma viene junto a un sistema de tracción delantera.
Con esta, las proporciones que presenta el X1 son de 4.44 metros de largo, 1.82 metros de ancho y 1.59 metros de alto. A ello hay que sumar unos 2.67 metros de distancia de ejes, lo que implica una cómoda habitabilidad en principio para un máximo de cinco viajeros dentro del habitáculo.
En lo que concierne a su maletero, hay que decir que es ampliable gracias a una segunda fila de asientos que se puede desplazar longitudinalmente acompañada de asientos abatibles de forma individual. Con ello, se consigue un volumen mínimo de 505 litros y un máximo de 1.550 litros. Así que no hay duda de que espacio no va a faltar para meter equipaje.
Si hablamos de su apartado estético, presenta un diseño muy parecido a su antecesor, que se sometió a una actualización en 2019, pero con varios detalles que le hacen diferente: una parrilla que gana en tamaño y que está dotada de ventilación inteligente (las láminas se abren y se cierran en base a lo que pida la refrigeración), los faros LED son más pequeños, y el diseño de los pilotos es más transgresor.
De serie viene con llantas de 17 pulgadas, aunque pueden crecer hasta las 18 con el acabado XLine y el paquete M Sport. No obstante, en estas dos versiones puede llevar consigo llantas de 19 y 20 pulgadas.
2. Estructura mecánica
Se puede decir sin ningún tipo de dudas que el BMW X1 presenta una amplia oferta de motorizaciones: tres unidades de gasolina, tres de diésel y una híbrida enchufable. En ellas, los propulsores se mueven entre los tres y los cuatro cilindros. Veamos detenidamente las características de cada una de ellas.
La versión de acceso la encarna el sDrive18i, que contiene un motor de tres cilindros, una potencia de 136 CV, tracción delantera y que va asociado a una caja de cambios automática de doble embrague con siete velocidades. En el siguiente escalón se encuentra su homóloga de diésel: la sDrive18d. Esta se va hasta los 150 CV y constituye la versión más vendida. El resto de propiedades las comparte.
En el otro extremo están las xDrive20i y xDrive25d, que constituyen los topes de gama de los dos tipos de combustible tradicionales con 192 y 231 CV de potencia, respectivamente. Esta última con un par motor máximo de 450 Nm. También hay que señalar que la mayoría de opciones ofrecen tracción xDrive a las cuatro ruedas y una transmisión automática.
La más reciente es la híbrida enchufable, que hace su estreno en el X1. Para ello, viene junto a un motor de tres cilindros alimentado por gasolina de 1.5 litros y 125 CV de potencia, así como otro eléctrico dotado de una batería de iones de litio de 10 kW de capacidad. El conjunto goza de unos 220 CV de potencia y homologa, de media, un consumo de 1.9 litros por cada centenar de kilómetros recorridos.
No obstante, también llegará una variante eléctrica con una autonomía superior a los 40 kilómetros y también con tracción total. Ya para 2023 estarán disponibles las microhíbridas de las sDrive18i y sDrive20d, que en lo único que serán diferentes será una potencia ligeramente mayor en 20 CV adicionales, su posesión de la etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico (DGT) y menores consumos.
3. Equipamiento interno
En el interior de su habitáculo refleja con claridad la exclusiva filosofía de BMW con buenos materiales, exquisitos remates y acabados. En cualquier caso, se distinguen tres niveles: el estándar, el XLine y el M Sport. El primero incorpora de serie, entre otros, los siguientes elementos: llantas de aleación de 17 pulgadas, climatizador bizona, cámara de marcha atrás, volante deportivo, control de crucero y Curved Display.
El XLine aporta extras como el cuadro de instrumentos Luxury, llantas de 18 pulgadas; el M Sport también presenta esas llantas de 18 pulgadas, suspensión M adaptativa con enfoque deportivo, kit aerodinámico y llantas específicos, detalles en color negro opcionales, techo M en color antracita y volante hecho de cuero.
Hay que decir que su cuadro de instrumentos digitales elude la abundancia de mandos físicos y apuesta por una doble pantalla curva de 10.2 pulgadas y el sistema de infoentretenimiento de 10.7 Curved Display. No faltan huecos portaobjetos para mantener todo en orden y una armonía en el habitáculo, como tampoco la opción de añadir una tapicería en Sensatec performado de cuero sintético. La banqueta de asientos traseros dispone de tres plazas independientes en las versiones de gasolina y de diésel, no así en las híbridas enchufables por la presencia de su batería
En cualquier caso, el usuario tiene la posibilidad de personalizar el coche con elementos extras tales como los faros matriciales, el techo panorámico, suspensión de dureza variable y el asistente de aparcamiento con memoria marcha atrás. No obstante, algunos de ellos están encuadrados en paquetes cerrados. En cada escalón se va modificando el aspecto exterior por una parte y, por otra, la carga tecnológica de acceso. De esta forma, vienen más cosas de serie.
4. Precio
Tras todo lo comentado hasta el momento, hay que decir que el BMW X1 parte de un precio tasado en 40.900 euros, que es la cantidad que tasa a la unidad de acceso de diésel, la sDrive20d de 150 CV con transmisión automática. En el siguiente escalón podemos encontrar un precio de 41.700 euros, cifra que corresponde a la versión de acceso de gasolina, la sDrive18i de 136 CV de potencia con cambio automático.
En el otro extremo figuran las unidades híbridas enchufables de 245 y 326 CV que llegarán más tarde al mercado, y que en principio tendrán una tasación de 51.900 euros y 54.900 euros, respectivamente. Por lo tanto, habrá que rascarse el bolsillo para poder disfrutar de todas sus bondades.
5. “Rival” en el mercado
Una vez que hemos hablado en detalle de todo lo que ofrece el BMW X1 al conductor que lo quiera, es el momento de ampliar perspectivas y poner ahora el foco en un modelo similar con el que se le pueda comparar, por lo que hablaremos de un coche que se mueva en el mismo nicho y que cuente con ciertas similitudes en lo que a segmento y forma se refiere. Para esta ocasión hemos escogido al Peugeot 3008.
Peugeot 3008
Este crossover lleva una generación menos a sus espaldas que el X1, aunque un año más de vida dado que se empezó a fabricar allá por 2008. Es ligeramente más largo que nuestro protagonista gracias a sus 4.45 metros de longitud. En su diseño predominan los trazos fuertes que, en los acabados GT y GT Pack pueden ir acompañados de detalles en negro que le confieren un look más agresivo.
En su oferta mecánica hay menos alternativas al alcance del conductor, ya que solamente cuenta con una diésel, dos de gasolina y dos híbridas enchufables. Eso sí, algunas de ellas están disponibles tanto con una caja de cambios manual como automática. Por dentro comparten más similitudes, sobre todo a lo que concierne a materiales y calidades.
Sus distintas ayudas a la conducción le permiten adaptarse a la práctica totalidad de superficies y la tecnología que presenta no carece de nada. Finalmente, su precio de salida es menor ya que se sitúa en torno a unos 31.900 euros, así que su relación calidad-precio es, a priori, mejor que la del BMW.
