A lo largo de la historia, hay personajes que trascienden por su personalidad, la influencia de sus obras en la sociedad y por sus logros. Los hay que han asociado su nombre a la industria de la automoción y ello le ha retribuido gran popularidad a lo largo y ancho del planeta, y un ejemplo muy claro lo representa el protagonista de estas líneas que vienen a continuación.
Elon Musk será recordado por varias cosas en el futuro cuando ya no esté en la primera línea de sus numerosos negocios. El CEO de Tesla y también dueño de Twitter es una de las personalidades de nuestros días, por lo que merece, sin lugar a dudas, un post de este humilde portal a modo de biografía como hemos hecho con tantos otros. Su relación con el motor es conocida, pero queremos ir más allá y conocer su historia.
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Biografía de Elon Musk (1971 - actualidad)
Tras introducir y romper el hielo con el protagonista que va a centrar la atención de la presente entrada, es el momento de ir al grano y hablar de Elon Musk con el mayor detalle posible y desgranar los secretos que hacen de él alguien diferente y muy influyente en nuestra sociedad. Allá vamos.
1. Primeros pasos
Elon Musk nació el 28 de junio de 1971 en la ciudad de Pretoria, Sudáfrica. Sus orígenes la verdad es que no parecen muy humildes, sino más bien lo contrario. Su padre Errol se dedicaba a la ingeniería y su madre, Maye, era nutricionista y también hacía sus pinitos como modelo en su Canadá natal. Dicho esto, en su infancia y adolescencia nunca le faltó nada de lo necesario para prosperar y crecer.
La ambición se ve que es algo que lleva en los genes su familia, y es que sus otros dos hermanos más jóvenes, Kimbal y Tosca: el primero trabaja como director ejecutivo de la agencia de publicidad OneRiot y la segunda fundó Musk Entertainment y ejerce el puesto de productora cinematográfica. Desde bien pequeño, Elon Musk ha tenido muchas inquietudes: a los 10 años recibió su primer ordenador, un Commodore VIC-20, que aprendió a programar y, posteriormente, vendió a la revista “PC and Office Technology” el primer programa espacial que creó llamado Blastar a cambio de una cantidad de 500 dólares.
El campo de la programación le ha reportado bastante pasta, la cual dedicaba a comprar cómics, ordenadores y juegos de rol. No obstante, la filosofía es otro ámbito que le llama la atención desde que era adolescente, ya que a partir de los 15 años empezó a leer a autores de referencia como Schopenhauer y Nietzsche. Cuando tenía 18 años, sus padres se divorciaron y emigró con su madre a Canadá, donde empezó una nueva vida junto a sus hermanos también, quienes tuvieron que hacer frente a dificultades económicas para poder estudiar en alguna universidad. Aún así, a base de préstamos, trabajo y esfuerzo lo consiguieron.
Elon Musk empezó su formación universitaria en la Universidad de Pennsylvania allá por el año 1992. Se matriculó en las licenciaturas de Administración de Empresas y Física gracias a una beca que obtuvo, estudios que finalizó en 1995 en otro centro: la Escuela de Negocios Wharton. No obstante, continuó formándose para conseguir el doctorado en Física Aplicada y Ciencias Materiales por la Universidad de Stanford (California). Sin embargo, decidió apostar por el que era su sueño: crear su propia empresa. Eso sí, para hacerlo realidad tuvo que recurrir a la ayuda económica de su hermano Kimbal y su gran amigo Greg Kouri. Esta fue la primera gran aventura por la que empezó a construir su fama mundial como emprendedor.
2. Emprendimiento
Convencido de que Internet iba a cambiar el mundo de cabo a rabo, en el año 1995 crea la compañía Zip2, una tecnológica que se dedicaba a aportar servicios de desarrollo, alojamiento y mantenimiento a distintos sitios web de medios de comunicación. Dichos medios tenían la posibilidad, dentro de su plataforma, de ofrecer servicios comerciales adicionales a sus lectores.
Un tiempo más tarde, en el año 1999, la empresa es vendida a Compaq Computer a cambio de 307 millones de dólares, una auténtica barbaridad de dinero de los cuales él recibió 22. Con esa morterada, Musk decide reinvertir en otro sector digital, los medios de pago electrónicos, y su siguiente reto tomó el nombre de X.com, lo que hoy conocemos todos como Paypal.
Desempeñó el papel de presidente y CEO de la compañía tras poner sobre la mesa 12 millones de dólares. En este proyecto le acompañó el ingeniero Ho al que ya conoció cuando montó Zip2. Pronto X.com se fusionó con Confinity, compañía de software hija de Silicon Valley, lo que derivó en el gran sistema de pago que conocemos hoy en día. Sería en 2001, tras infinitas discusiones internas sobre el software a emplear (Linux o Microsoft), cuando pasa a llamarse finalmente Paypal.
Funcionó genial su negocio, como bien lo demuestra el hecho de que en 2002 facturaba 240 millones de dólares al año y que ya empezaba a cotizar en bolsa. Ante tal éxito, eBay se interesa en hacerse con la empresa. Inicialmente, la venta era algo que Musk y más gente no veían, pero cuando subieron la apuesta a 1.500 millones de dólares la cosa cambió y la vendieron.
De esa operación, él se quedó con 180 millones de dólares como accionista mayoritario de Paypal, cantidad que aprovechó para reinvertir en 2 de sus 3 misiones principales desde que estuvo en la universidad: la conquista del espacio como medio de preservación de la raza humana y el desarrollo de energías renovables. La otra era los avances tecnológicos e Internet, y le pareció que ya estaba cumplida con todo lo hecho hasta ese momento.
3. Nuevos horizontes
Con este ambicioso reto por delante, Elon Musk destina 100 millones de dólares a crear SpaceX, 70 millones para Tesla Inc y 10 millones para SolarCity. La primera de ellas tenía como propósito hacer más accesibles los viajes al espacio para las personas disminuyendo su coste económico. Las otras dos veían la energía solar como un medio adecuado para la conservación del medio ambiente, a través de la aportación de energía para los hogares y el desarrollo de coches eléctricos.
Tesla la fundó en 2003, aunque los comienzos no fueron fáciles para él por los problemas que tuvo con los cofundadores. De hecho, acabaron en los tribunales, pero Musk se salió con la suya y en 2008 asume el puesto de Director Ejecutivo y principal artífice de los productos de la factoría californiana que, en anteriores entradas, os hemos mostrado. Eso sí, la insuficiente financiación que aportaron sus compañeros de viaje en esta aventura les hizo trazar una estrategia que, con el tiempo, demostró ser errónea.
Compraban carrocerías del Lotus Elise para, posteriormente, meterles baterías, motor eléctrico y controladores, lo que se traducía en un gran aumento de peso por encima del 60 por ciento, de manera que las pruebas de choque originales quedaban invalidadas. El Tesla Roadster fue el conejillo de indias y víctima de esa chapuza.
Todo cambió cuando, con el dominio de tesla.com y la marca Tesla registrada comprados, empezaron a diseñar desde cero un turismo eléctrico premium de 5 puertas y que presumía de prestaciones propias de un deportivo, el Tesla Model S. Eso sí, los suministradores de piezas de automóvil no querían venderles elementos de calidad, lo que obligó a Tesla a hacerlas por sí misma mediante integración vertical y, de paso, evitar su ruina.
Todo después cogería forma y salieron más y más coches de su trabajo, así como las gigafactorías en Nevada y en China. Desde 2016 está fusionada con SolarCity, que se convirtió allá por 2011 en el mayor proveedor de sistemas de energía solar en Estados Unidos. En ella Musk no manda tanto, sino que delega en su primo Lyndon Rive las principales responsabilidades como consejero delegado y cofundador.
4. Fortuna y curiosidades
Gracias, en gran medida, a las acciones que posee de Tesla, en 2021 fue nombrado hombre más rico del mundo y persona del año por la revista Times. Su fortuna está estimada en unos 218.000 millones de dólares y consideró en 2022 que, con toda la pasta que tiene ahorrada, era buen momento para hacerse cargo de su red social favorita: Twitter.
Puso sobre la mesa unos 44.000 millones de dólares para adquirirla tras muchas idas y venidas, y dejó claro qué quería hacer de Twitter bajo su mandato: hacer de ella un lugar para expresarse libremente, sacarla a bolsa previa transición a empresa privada, dar la posibilidad a los usuarios de editar sus tweets, hacerla de código abierto para que cualquier persona pueda proponer cambios o mejoras, reducir la cantidad de publicidad presente y la posibilidad de conseguir la verificación de la cuenta mediante suscripción a Twitter Blue.
Al margen de todos sus negocios, Musk tiene muchas batallitas que contar. Con su fundación se ha involucrado en muchos proyectos solidarios para que sistemas de energía solar muy eficientes estén presentes en áreas del planeta golpeadas duramente por los desastres naturales. En la gran pantalla ha tenido sus momentos, como por ejemplo cuando hizo un cameo en la archiconocida serie The Big Bang Theory o prestó la fábrica de SpaceX para el rodaje de la película Iron Man 2, en la que él también sale. Desde luego que su vida no ha tenido pausa y parece que no la va a tener. Mientras tanto, disfrutemos de sus Tesla.
