“Eres tan bueno como la última carrera que hiciste”, esa frase resume perfectamente cómo funciona la Fórmula 1 y la toma de decisiones de los distintos equipos a la hora de fichar o prescindir de un piloto. Los resultados mandan y no tienen memoria, como pasa en cualquier otro deporte, y al protagonista de estas líneas no le han dejado en buen lugar en los tiempos más recientes.
A pesar de ser uno de los referentes de la década en el Gran Circo, Daniel Ricciardo vive en la incertidumbre por su futuro en el mismo. Mclaren no fue un equipo en el que demostrase el gran piloto que es y que irrumpió con fuerza cuando subió al primer equipo de Red Bull, lo que unido a su elevado sueldo dificulta saber en qué escudería puede recalar en 2023.
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Biografía de Daniel Ricciardo (1989 - actualidad)
Una vez que hemos puesto en contexto la figura de Daniel Ricciardo en la Fórmula 1 y en el deporte en general, es el momento de hablar de él en profundidad, sobre sus inicios, su llegada a la élite y los éxitos que ha saboreado para mantenerse tantos años en la parrilla de la categoría reina del automovilismo. Al lío.
1. Inicios
Daniel Joseph Ricciardo nació el 1 de julio de 1989 en la ciudad australiana de Perth, situada en la costa oeste del país oceánico. De ascendencia italiana gracias a su padre Giuseppe, lo cierto es que no creció en una familia vinculada al mundo del motor a diferencia de muchos otros pilotos, aunque en su casa nunca faltó dinero tampoco.
Su progenitor trabajaba como ingeniero de minas y era un gran aficionado, así que sus primeros pinitos fueron más producto de la ambición de su padre y la afición que el propio Daniel había adquirido a lo largo de su infancia. Dicho esto, a los 9 años se inició en el karting, disciplina en la que estuvo compitiendo durante poco más de un lustro, ya que en 2005 dio el paso a los monoplazas.
Los buenos resultados cosechados en su país le animaron a él y a su familia a cambiar totalmente su vida mudándose a Europa, donde se parte el bacalao de la F1 y las principales competiciones de promoción. No obstante, en ese año 2005 hace su debut en la Fórmula Ford de Australia Occidental a los mandos de un monoplaza proporcionado por la escudería Van Dieme. Su carta de presentación es buena con un octavo puesto en la carrera.
Poco después, hizo acto de presencia en otra cita de la Fórmula Ford, aunque esta vez a nivel nacional, que tuvo lugar en Sandown Raceaway, un trazado situado a 25 kilómetros de Melbourne al sudeste y que tiene alrededor una pista de carreras de caballos. Sin embargo, ahí obtuvo un resultado más discreto. Aún así, en 2006 se inscribe en la Fórmula BMW Asiática junto al equipo Eurasia Motorsport.
En ese certamen demostró parte del potencial que tenía, con 2 triunfos que le ayudaron a acabar en la tercera posición final de la clasificación general con 231 puntos, a 59 del campeón de aquella edición, el neozelandés Earl Bamber. No quedó ahí su actividad en aquella temporada, porque en agosto participó, de la mano de Motaworld Racing, en un gran premio de la Fórmula BMW, con un bagaje de una retirada y un octavo lugar en las dos carreras. La guinda la trató de poner en la Fórmula BMW World a final de año, esta vez acompañado de la estructura Fortec Motorsport, evento en el que terminó en quinta posición.
Con la mayoría de edad a punto de cumplir, Daniel Ricciardo tomó parte en la Fórmula Renault, tanto en el campeonato de Europa como en el de Italia. RP Motorsport es su compañero de viaje en este prestigioso certamen, y con uno de sus monoplazas acaba sexto en el país transalpino, con un podio incluido y 196 puntos. En el Viejo Continente no se prodiga tanto, de forma que solamente participa en las carreras de Portugal y España sin conseguir puntos en ninguna de las cuatro que corre.
Siguió con su aprendizaje en la Fórmula Renault en 2008, y aquí muestra una plena adaptación a la categoría: se proclama campeón en la competición de Europa Occidental y se tiene que conformar con el subcampeonato en la europea por detrás de un tal Valteri Bottas. Tras ese bienio, sigue dando un paso más hacia su sueño participando en la Fórmula 3 británica, con Carlin Motorsport, quien le lleva hacia el título con gran autoridad.
2. Entrada en el programa de Red Bull
Como premio, el equipo Red Bull le deja probar en aquel año el RB5 durante una sesión para jóvenes pilotos, la cual termina como el más rápido de la única jornada en la que luchó contra el crono, lo que convenció a los de Milton Keynes para ficharle y tenerle en cuenta para el futuro. Compaginando su nueva labor como probador de la escudería energética, vuelve en 2010 a la Fórmula Renault en la categoría 3.5, en la que resulta subcampeón con 86 puntos solamente superado por el ruso Mijaíl Alioshin con tan solo 2 puntos de distancia.
Con ese gran rendimiento y su reválida del mejor tiempo en los tests de jóvenes pilotos, Ricciardo empieza a ser vinculado con equipos de F1 para 2011, pero no comenzaría corriendo en el gran premio de su país natal y siguió como probador de Red Bull y Toro Rosso.
3. Llega la oportunidad: debut en la F1
El despido del indio Narain Karthikeyan de la escudería Hispania hizo posible que Ricciardo debutase en el Gran Circo allá por 2011, y además en el trazado con más historia del campeonato: Silverstone. Red Bull optó por cederle para que cogiera experiencia en vez de seguir reteniéndole como probador y en competiciones menores. Desde aquella carrera y hasta el final permaneció corriendo para el equipo español, aunque la falta de competitividad de aquel monoplaza le impide brillar pronto, de forma que su mejor resultado es un puesto 18 en carrera y 21 en las sesiones clasificatorias.
No obstante, superó a su compañero de equipo, el italiano Vitantonio Liuzzi, por lo que ese objetivo al menos sí lo cumplió. Con los asientos libres de Sebastien Buemi y de Jaime Alguersuari por decisión de la estructura de Red Bull, Daniel Ricciardo ficha por Toro Rosso para la temporada 2012, en la que se vio superado por su compañero y antiguo rival en la Fórmula Renault, Jean-Eric Vergne. La cosa cambió ligeramente en 2013, cuando sí que logró imponerse y liderar al equipo de Faenza con 20 puntos. Un séptimo puesto en China fue su mejor resultado.
4. El fichaje que le cambió la vida
La retirada de su compatriota Mark Webber le abrió las puertas del primer equipo de Red Bull, por lo que firmó para la temporada 2014, donde compartió equipo con el vigente campeón del mundo, Sebastian Vettel. Era la primera de la era híbrida y, aunque Mercedes no tuvo rival, Ricciardo batió al tío que había ganado los últimos 4 títulos.
Lo hizo a lo grande, porque consiguió sus primeras 3 victorias en Canadá, Hungría y Bélgica (pugna Rosberg-Hamilton con mal final mediante) y subió al podio en otras 5 ocasiones. Su rendimiento le había situado como el líder de la escudería y así lo debió sentir, más si cabe con la marcha del alemán a Ferrari. Sin embargo, con Daniil Kvyat se llevó una sorpresa desagradable en 2015, ya que se vio superado por el ruso, hasta el punto de no ganar y descender hasta la 8ª posición final.
Otra sorpresa, aunque en el sentido contrario, se la llevó a principios de 2016, cuando Red Bull bajó a Kvyat del monoplaza tras su pobre rendimiento hasta el Gran Premio de España, escenario del debut fulgurante de Max Verstappen con su triunfo en Montmeló. Contuvo al joven neerlandés en las carreras restantes, repitiendo 3ª posición final merced a su triunfo en Sepang y 8 podios, y lo volvería hacer en 2017 a pesar de un mal final de temporada.
Sin embargo, en 2018 lo pasó realmente mal con los constantes problemas de fiabilidad de su monoplaza, de forma que tuvo que abandonar hasta en 8 grandes premios, incluido en Azerbaiyán tras chocar con Verstappen. Eso sí, se regaló la victoria en Mónaco que se le había escapado en 2016 por una mala parada en boxes.
5. Fuera de Red Bull hace mucho frío
En una de las decisiones que, a tenor de lo sucedido, menos se entiende en los últimos tiempos en la Fórmula 1, Daniel Ricciardo decide abandonar Red Bull y ficha por Renault, que no era ni siquiera un candidato a ganar carreras. Su adaptación al monoplaza francés no fue sencilla, ya que solamente puntuó en una de las primeras 5 carreras que disputó en 2019, pero acabó demostrando su potencial al año siguiente, 2020, devolviendo al podio en dos ocasiones a la marca del rombo tras varios años: en Nürburgring y en Imola.
La pandemia impidió que aquel curso se desarrollase con normalidad, y eso precipitó que el mercado de fichajes de cara a 2021 se moviese antes del comienzo. Dicho esto, durante el confinamiento decidió no renovar su contrato con Renault y fichar por Mclaren, que venía en clara ascensión desde 2019 gracias al buen hacer de Carlos Sainz y Lando Norris.
Sustituyó al español y volvió a sufrir los problemas de adaptación que ya tuvo durante su etapa en Renault, viéndose muy superado por su nuevo compañero Norris. No obstante, el cambio de motor de los de Woking para volver a emplear Mercedes le permitió conseguir la que es, quizá, su victoria más especial. Fue en Monza, el templo de la velocidad y en la tierra de su familia paterna, y donde hizo que Mclaren volviese a ganar una carrera 9 años después.
Nunca estuvo tan por debajo de un compañero de equipo como en ese momento, pero firmó un triunfo que le reivindicó y con el que demostró que aún tenía cosas que decir en la F1. Desgraciadamente, fue un espejismo y 2022 no fue la confirmación de un Ricciardo líder en Mclaren que devolviese a los días de gloria a este mítico equipo, por lo que fue reemplazado por su compatriota Óscar Piastri a pesar de su gran sueldo (15 millones de €) y el año de contrato que le faltaba. ¿Conseguirá un volante para 2023, o probará suerte en otras categorías del automovilismo? Solo el tiempo lo sabe.
