No os descubriremos la pólvora si decimos que llegar y, sobre todo, mantenerse en la Fórmula 1 es algo sumamente complicado. La competitividad que caracteriza al Gran Circo y el carácter que adquiere cada uno de los pilotos con el paso de los años son los ingredientes de ese cóctel explosivo. Eso por no hablar de lo costoso que es económicamente este deporte y la imperiosa necesidad que tienen las escuderías de que sus integrantes traigan bajo el brazo sponsors.
Si hay alguien que conoce de primera mano la dureza de lo que acabamos de contar es Carlos Sainz Jr (hijo o sin Jr, como prefiráis). El español ha tenido que superar un sinfín de dificultades para ocupar el sitio que ocupa actualmente, como es uno de los dos monoplazas rojos de Ferrari tan anhelados por todo aquel que sueña con llegar a la categoría de mayor renombre en el automovilismo. Por ello, de él hablaremos largo y tendido en las próximas líneas.
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El largo camino de Carlos Sainz Jr
Tras poner todo en contexto, es el momento ideal para repasar la carrera deportiva y la vida de Sainz desde sus primeros pasos hasta nuestros días.
1. Inicios
Carlos Sainz Vázquez de Castro nació el 1 de septiembre del año 1994 en la ciudad de Madrid. Sus orígenes familiares son de sobra conocidos, ya que su padre fue bicampeón del mundo de Rallyes y tricampeón del Dakar. Por ello, la pasión por las cuatro ruedas le ha acompañado desde su más temprana infancia. No en vano, dio sus primeros pasos en el circuito indoor de karting que tiene su progenitor en varios puntos de la capital de España.
No obstante, no fue hasta su preadolescencia cuando empezó a batirse el cobre en el mundo del karting. Lo cierto es que no tardó en destacar en esta disciplina, ya que en 2006 consigue el campeonato de la Comunidad de Madrid, sube al podio con un gran tercer puesto en el Trofeo de la Industria celebrado en Parma (Italia) y finaliza en segunda posición de la Carrera de los Campeones. Por ello, se puede decir que la adaptación no fue un problema en absoluto, a pesar de que comenzó a una edad más tardía que muchos otros pilotos que hemos tratado por aquí.
En el año siguiente continuó cosechando éxitos, ya que se proclamó campeón del Trofeo Internacional Ciudad de Alcañiz. En 2008 abrió fronteras hasta el punto de disputar el campeonato de Asia-Pacífico KF3, que ganó en la ciudad china de Macao, y se quedó con la miel en los labios en España, donde fue subcampeón. También pasó por otros certámenes como el alemán, el Andrea Margutti de Italia y la Mónaco Kart Cup.
2. Fichaje por Red Bull
El primer gran éxito que le permitió emprender el camino hacia la Fórmula 1 llegó de la mano de su victoria en la ya citada Mónaco Kart Cup. Campeonar en esta competición disputada en el Principado fue su pasaporte para unirse al programa de jóvenes pilotos de Red Bull. La escuela puso sus ojos en un chaval que acababa de ganar uno de los campeonatos más prestigiosos de promoción en el mundo del motor.
Ese mismo año, fue subcampeón del Europeo y de España, además de acabar tercero en las WSK Internacional Series. En 2010 hizo la prueba para entrar a formar parte del programa ya citado de la bebida energética, test que superó gracias a la ayuda que le habían brindado en el Circuito del Jarama antes Emilio y María de Villota durante la preparación.
Su andadura comenzó en la Fórmula BMW europea compitiendo con el Junior Team, y lo cierto es que su estreno en la categoría fue bueno dado que fue el mejor novato. A esa experiencia la complementó con tres carreras del campeonato de Asia-Pacífico, entre las que ganó la disputada en el circuito de Macao, especialmente destacada por su pole position y la autoridad con la que se impuso sobre sus rivales.
En 2011 cambió BMW por Renault, ya que se inscribió en la Fórmula Renault 2.0 NEC y fue protagonista de la Eurocup Fórmula Renault. En la primera de ellas se proclamó campeón, además rompiendo el récord de precocidad convirtiéndose en el más joven, y en la segunda fue, precisamente, subcampeón con 200 puntos. Esa temporada le dio tiempo a debutar en la Fórmula 3 Euro Series, concretamente en la cita de Hockenheim.
Al año siguiente (2012) participa como piloto de facto en ese certamen, así como en la variante británica. Ganó en un trazado tan ilustre como el de Spa-Francorchamps y sumó varios podios, pero no optó a ganar ninguno de los dos campeonatos, de forma que finaliza noveno en el europeo y quinto en el británico. El último paso antes de llegar a la Fórmula 1 lo dio en la Fórmula Renault 3.5 Series y en las GP3 Series. En esta última se enfocó más aquel curso, donde hace una gran actuación en Mónaco en su debut luchando por la victoria. Además, probó el Red Bull de Sebastian Vettel.
Su rendimiento no fue para tirar cohetes ese año, ya que solamente subió al podio en dos ocasiones y acabó décimo en la clasificación final de las GP3 Series. Red Bull, para animarle, le prometió que, si el año que viene ganaba la Fórmula Renault 3.5, tenía asegurado un volante en la Fórmula 1. Dicho y hecho, y además en su primer curso completo, ya que en 2013 tan solo había participado en algunas citas.
3. Comienza la aventura en Toro Rosso
A pesar de la preocupación que tuvo con el nombramiento de Max Verstappen antes que él, Carlos Sainz fue anunciado como nuevo piloto de la escudería Toro Rosso a finales de ese 2014 tan especial para él. El neerlandés compartió box con él en su primera temporada 2015 y parte de la siguiente, antes de que fuese ascendido al equipo A en el Gran Premio de España 2016.
No se lo puso fácil a ese futuro campeón del mundo, ya que al principio le batió en su debut en el Gran Premio de Australia, pero Mad Max se acabó imponiendo. Aún así, en ese registro de 18 puntos con el que acabó, se pueden destacar muy buenas actuaciones, como su quinta plaza en la clasificación de la carrera de casa en Montmeló o un séptimo puesto en Singapur. Su nefasta racha de cuatro abandonos consecutivos entre Austria y Bélgica.
Cada año fue mejorando, con 46 unidades en 2016 y 54 el siguiente. Eso sí, tras casi tres temporadas en el equipo B, Sainz pedía paso y su equipo de formación no podía satisfacerle.
4. Renault y Mclaren: las dos caras de la moneda
La escudería Renault apostó por el madrileño tras su gran cuarto puesto sobre las cambiantes condiciones de Singapur en 2017. Al equipo francés llegaba un piloto más maduro y curtido que había ido ganando consistencia. No obstante, Nico Hulkenberg era un hueso mucho más duro de roer que el Daniil Kyvyat, a pesar de que empezó muy bien con un séptimo puesto en Austin.
El alemán hizo valer su experiencia y regularidad en ese curso 2018 para sumar 69 puntos, 26 más que Sainz. El hecho de que soliese estar por delante y la oportunidad de fichar a Daniel Ricciardo finiquitó la etapa del español, que tenía que buscarse equipo para conservar su permanencia entre los mejores.
La retirada de su ídolo Fernando Alonso le abrió las puertas de Mclaren, otra escudería con historia pero que venía del ostracismo. A pesar de que no parecía muy halagüeño el panorama, Sainz se echó el equipo a la espalda. Su química con Lando Norris, los cambios mecánicos efectuados y el talento de ambos llevó a los coches papayas a la cuarta posición del mundial de constructores.
El 2019 será recordado como el del primer podio del español en la F1, que llegó desde los despachos en el Gran Premio de Interlagos. Una sanción de cinco segundos para Lewis Hamilton (3º) por echar a Alex Albon del trazado le aupó en diferido al tercer escalón del podio. El 2020, primer mundial de la pandemia, fue mejor aún a pesar de que la mala suerte le privó de más puntos, y de su primer triunfo en Monza con ese coche de seguridad y bandera roja que le pilló en sexta posición tras parar. Aún así, se despidió a lo grande dejando a Mclaren tercero de constructores.
5. Ferrari le hace soñar
En medio del confinamiento que asolaba a gran parte del planeta en la primavera de 2020, Ferrari le anuncia como nuevo piloto de la escudería para los dos próximos años en detrimento de Sebastian Vettel, que no aceptó una renovación a la baja al entender que era una invitación a irse. El resurgimiento de Mclaren tuvo en Carlos Sainz un gran culpable, y de eso tomaron nota en Maranello.
En 2021, con un coche en evolución tras un pésimo 2020, el español firmó su mejor posición final y puntuación, con un quinto puesto y 164.5 puntos que le permitieron vencer a Charles Leclerc en su primer curso de rojo. De hecho, no abandonó en ninguna carrera, y rozó la victoria en Mónaco, en aquel lugar donde empezó a cumplir su sueño. Con el cambio de reglamento de 2022 y unas mejoras en el coche, Carlos Sainz disfrutó de un monoplaza competitivo que le llevó a su primera victoria en Silverstone, el circuito con más mística del campeonato, dado que en él se corrió la primera cita de todas en 1950.
¿Seguirá los pasos de Fernando Alonso, o será un candidato al título sin corona? Lo que es seguro es que España vuelve a soñar en este deporte de la mano de él.
