Los más jovencitos solo conocen 2 campeones mundiales, Hamilton y Rosberg, y los más mayores no recuerdan un dominio tan incontestable ni en la época de Michael Schumacher. En los últimos años, ha tenido el mejor coche de la parrilla, pero sus compañeros de equipo han tenido el mismo monoplaza y no han conseguido 6 mundiales en 7 años.
¿Qué es lo que le hace tan especial al chico de Stevenage? Recorreremos su historia para ver si conseguimos descifrar cómo uno se puede convertir en el mejor piloto de la historia.
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La vida de Lewis Hamilton: ¿el mejor de la historia?
Lewis Hamilton es candidato a mejor piloto de Fórmula 1 de la historia. Y, evidentemente, detrás de un campeón de tal envergadura se esconde una fascinante historia que recorreremos en este artículo.
1. Los inicios de Hamilton
En 1995, con tan solo 9 años, el pequeño Lewis se acercó a Ron Dennis para pedirle una foto y descaradamente le dijo: ¡Hola! Me llamo Lewis Hamilton. Gané el campeonato británico y algún día quiero correr para ti. Pero, ¿quién era este niño tan atrevido? Lewis Hamilton nació el 7 de enero de 1985 en Stevenage, Reino Unido.
Desde los 2 años vivía con su madre, Carmen Larbalestier, después de que ella se divorciara de su marido Anthony. El padre no se desentendió de su crianza y con 6 años le compró un kart: apoyaría su carrera como piloto si estudiaba duro en la escuela. Además, tuvo que trabajar en tres trabajos distintos para pagar los gastos de su hijo. Y a partir de los 12, Lewis se fue a vivir con él.
Ron Dennis decidió patrocinar la carrera del chico ya que se le veían aptitudes de ganador. Hamilton había empezado a competir a los 8 años y 2 años más tarde, ya hemos visto como ganaba el campeonato británico de karts en categoría cadete. Todos las competiciones en las que participó, las ganó y, evidentemente, el señor Dennis, que le había dicho "llámame de aquí 9 años", no pudo esperar más y lo fichó con 13 años para su programa de desarrollo de pilotos de McLaren.
Nunca antes ninguna escudería había apostado por alguien tan joven. En 1998 y 1999 participó en distintas competiciones junior de karts con buenos resultados, pero su consagración llegó en el 2000, cuando consiguió el Campeonato Europeo de Formula A y el Campeonato Mundial. En 2001 pudo competir contra Schumacher, quien hizo una aparición estelar en una carrera de karts en Kerpen, Alemania.
2. Una nueva esperanza: Hamilton y el éxito
Su primer contacto con un coche en 2001 fue espectacular, tan espectacular como estamparlo a la tercera vuelta en un test para la Formula Renault. Pero esto no lo amedrentó y consiguió la 5ª posición en la competición. Al año siguiente, mejoró resultados, ganó 3 carreras y quedó 3º. Fue en 2003, tras un comienzo poco prometedor, que ganó 10 carreras y se alzó el título (¡sin participar en las dos últimas carreras!).
En Formula 3 compitió en 2004, quedando 5º tras pilotos como Nico Rosberg. En diciembre de aquel año 2004, probó por primera vez el F1 de McLaren. En 2005, ganaría de forma incontestable la F3 Euroseries con 15 victorias en 20 carreras. En la GP2 de 2006 ganó el campeonato batiendo a Nelson Piquet Jr: había nacido una nueva esperanza para el equipo de Ron Dennis.
Desde 1993 que McLaren no ponía a un debutante a los mandos de un F1. Pero al lado tendría al gran Fernando Alonso, quien podría ser su mentor. Al fin y al cabo, el asturiano era el favorito para ganar el mundial, ¿no? Bueno, tras conseguir Lewis un podio en su primera carrera de 2007, las cosas ya no estaban tan claras: durante los 7 primeros GP, quedó entre los 3 primeros, cosechando 2 victorias en Montreal e Indianapolis.
Y en el paddock, aquel hombre que conoció con 9 años soñaba en poder coronar con los laureles a un británico. La historia ya es de sobra conocida: tras las luchas intestinas de Hamilton y Alonso, ganó Raikkönen en la última carrera.
En 2008, Hamilton ya dejó claro que no tenía que pedir permiso a nadie: ganó en un final de infarto en el GP de Brasil. Cuando Massa ya había ganado la carrera y quedaba virtualmente campeón del mundo, Hamilton se sacó de la manga un adelantamiento a Glock en la última vuelta, un adelantamiento de aquellos que solo pueden hacer los grandes campeones. Hamilton era indiscutiblemente el campeón del mundo de F1.
3. Toca esperar, Lewis
En 2009 apareció un coche que volaba: el BPG001 de Brawn GP. Y el coche de McLaren no llegaba ni para competir el título. Hamilton consiguió 2 victorias y un 5º lugar final. En 2010, el MP4-25 era mucho más competitivo, pero aún consiguiendo 3 victorias, no llegó a ser una amenaza para los Red Bull y los Ferrari. Hamilton era un ganador nato, muy competitivo, pero ya parecía resignado a ocupar un lugar secundario en la historia de la F1.
En 2011, los Red Bull seguían incontestables. Hamilton volvió a ganar 3 carreras, pero ¿para qué? Las tres victorias las consiguió por errores de estrategia de sus rivales. Quedó 5º en la clasificación final y, por primera vez, quedaba por detrás de su compañero de equipo (en aquel momento, Jenson Button).
En 2012, tenía un coche para ganar, pero los problemas de fiabilidad de su MP4-27 hicieron que sus poles no se convirtieran en victorias. Otro fiasco de temporada quedando 4º. Estaba allí gracias a Ron Dennis, su valedor, su amigo, pero, ¿valía la pena seguir en un equipo que ya no podía competir para estar arriba?
4. Empieza lo bueno: Mercedes
En 2013, para sorpresa de muchos fichó por la escudería Mercedes, junto a Nico Rosberg. El F1 W04 daba un rendimiento parecido o quizá peor que el McLaren de los años pasados y Hamilton solo consiguió 1 victoria. Quedó 4º y su compañero, 6º. No obstante, ya se intuía algo en la marca alemana. Bueno, intuir no sería la palabra más adecuada porque había mucho trabajo duro detrás, pero Mercedes tenía ganas de marcha.
Y lo que viene ahora fue del gusto de Mercedes, aunque los aficionados no se lo tomaron nada bien: los alemanes consiguieron 7 campeonatos mundiales seguidos. Los rivales desaparecieron del mapa de un día para otro. Mantuvo la emoción una rivalidad que veremos en el siguiente capítulo, pero solo corría una escudería. Veamos:
En 2014, Hamilton se impuso con 11 victorias en 19 GP. En 2015, bajó el rendimiento un montón y solo consiguió 10 victorias y el mundial. En 2016, sus 10 victorias no le sirvieron de mucho, porque ganó Rosberg, pero todas las carreras menos 2 fueron ganadas por los Mercedes. En 2017, 9 victorias para Hamilton y un nuevo campeonato.
En 2018, volvía a las 11 victorias y el mundial. En 2019, 11 victorias y otro mundial. En 2020, 11 victorias más (no estamos haciendo copiar y pegar, fue así de insultante) y el séptimo campeonato para Lewis: había empatado a Michael Schumacher en la cima de los pilotos más laureados, pero Hamilton tenía muchas más victorias en su haber.
5. Duelo entre hermanos: Rosberg y Hamilton
Al principio, hemos obviado que Rosberg y Hamilton eran amigos desde jóvenes, ya que habían vivido una trayectoria parecida. Para que nos hagamos una idea de la relación personal que tenían, en 2008, cuando Rosberg consiguió su primer podio en la F1, Hamilton corrió a abrazarlo. En 2013, el alemán sumó 1 victoria más que su compañero, pero no había rencor entre buenos compañeros.
Simplemente, tenían un coche que podría ser bueno en el futuro, pero que, de momento, les permitía correr sin presión. No obstante, en el GP de Malasia, el equipo impidió al alemán adelantar al británico, aunque llevaba mucho mejor ritmo, para mantener el 3r y 4º lugar. Rosberg se mosqueó un poco.
En 2014, 2015, 2016 se desató la locura: el paddock viviría una de las historias más convulsas y más tristes de la historia de la F1. En los duelos vibrantes Prost-Senna, Alonso-Hamilton o Webber-Vettel, no estábamos hablando de amigos. Ahora sí: en el GP de Mónaco de 2014, cuando Hamilton dominaba el mundial y Rosberg tenía el mejor tiempo de la Q3, en la última vuelta de la clasificatoria, el alemán tuvo un pequeño accidente impidiendo a su compañero mejorar su tiempo. La prensa se encargó de criticar a Rosberg y Hamilton pensó que lo había hecho adrede. Y al final del GP, que ganó Nico, Lewis declaró que ya no eran amigos.
En cada carrera restante de aquel año, y de los 2 siguientes, la tensión fue inmensa. La cantidad de problemas, de órdenes de equipo desobedecidas, de sospechas de que los problemas de fiabilidad de los coches eran intencionados, de críticas en público y en privado fue tal que lo que podía haber sido una bonita e intensa rivalidad, se convirtió en algo casi penoso. Finalmente, Rosberg abandonó el equipo en 2017.
6. Hamilton, sin rival
Hamilton ha estado muchos años sin un rival digno, aparte de Rosberg. Cuando le pusieron Bottas de compañero, muchos se reían porque quedaba claro que este solo serviría de fiel escudero y no le disputaría nada. En 2021 todo está más parejo; Verstappen, Leclerc o Mazepin le pueden pasar por delante. Parece que si Mercedes ficha a Russell, volverá la tensión y la competitividad entre compañeros.
Esto ha permitido al británico convertirse en el mejor de la historia en números absolutos. No obstante, el aficionado a la F1 solo concede el título de leyenda a aquel piloto que le ha hecho vibrar de emoción, ya que esta es la esencia de la mejor competición del mundo del motor.
Es indiscutible que es un grandísimo piloto, esto no se lo quita nadie, pero ¿hubiera podido hacer lo mismo en igualdad de condiciones con los otros pilotos? Esta es la gran pregunta; nosotros daremos nuestra opinión porque nos gusta que haya debate: Hamilton quizá no hubiera conseguido tantos mundiales, pero habría demostrado que está en el top 5 de mejores pilotos de la historia.
