Un título de campeón del mundo en la Fórmula 1 nunca se regala, aunque sí que sea cierto que es vital contar con un monoplaza veloz. Por este motivo, hay campeones que no trascienden de la misma manera que otros y su legado no deja tanto eco. Eso sí, cada uno de ellos demostró y ha demostrado tener un talento especial a la hora de ponerse a los mandos de los coches más tecnológicos y rápidos del planeta.
En ese selecto club se encuentra Jenson Button, que escribió su nombre en el palmarés del Gran Circo con Brawn GP (lo que hoy es Mercedes) allá por el año 2009. El inglés tuvo una gran carrera deportiva en la categoría más prestigiosa del automovilismo, y bien merece un reconocimiento de este humilde portal como se ha hecho anteriormente con otras leyendas.
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Biografía de Jenson Button (1980 - actualidad)
Tras haber introducido a grosso modo la figura de Jenson Button, es el momento de hablar en profundidad de todo lo que hizo en este deporte, cómo se inició en él y en qué anda metido actualmente tras haber colgado el casco y los guantes hace unos años. A buen seguro que habrá cosas en su trayectoria que os sorprenderán.
1. Inicios
Jenson Alexander Lyons Button, conocido por todos como Jenson Button, nació el 19 de enero de 1980 en la localidad de Frome, ubicada dentro del condado de Somerset (Reino Unido). La verdad es que su vínculo con el motor le viene de familia, y es que su padre John fue piloto de rallycross y se hizo un nombre en esta especialidad a bordo de su Volkswagen Escarabajo.
Fue a los 7 años, gracias precisamente a su padre, cuando se inició en el mundillo del karting, ya que este le compró un kart para que disfrutase de la pasión que estaba empezando a sentir por el motor. No obstante, no fue hasta los 13 años cuando empezó a competir en esta disciplina por la que tantos y tantos pilotos de Fórmula 1 han pasado. Fue con su padre precisamente con quien creció, ya que se divorció de su madre y se fue a vivir con él para emprender su formación en el automovilismo.
Su adolescencia estuvo marcada, deportivamente hablando, por los éxitos que cosechó en el karting: se proclamó campeón británico en dos ocasiones cuando estaba en cadetes y otras más en el certamen Open de su país. Su adaptación a la categoría júnior fue inmediata, ya que acabó cuarto en la primera cita que disputó en ella, lo que le impulsó a viajar a Italia para competir en el certamen Inter-A.
En la meca del karting brilló con luz propia, de forma que en dos años ganó el ICA y el europeo de la Fórmula A, siendo además el más precoz de siempre en conseguirlo. Fueron sus últimos logros antes de adentrarse en los monoplazas y de tomar el camino más parecido al sueño que perseguía.
2. El paso a los monoplazas
Con la mayoría de edad ya cumplida, Jenson Button hace la transición hacia los monoplazas en la Fórmula Ford, y lo hizo a lo grande proclamándose campeón en su país y del F-Ford Festival que se celebró sobre el trazado de Brands Hatch. También fue subcampeón de Europa de esta disciplina, lo que le valió el galardón de piloto promesa por parte de Mclaren Autosport BRDC, así como una prueba con el monoplaza de F1 a finales del año siguiente (1999).
Tras tan exitoso curso, decide tomar parte en la Fórmula 3 británica, certamen en el que entra con el pie derecho consiguiendo la tercera plaza final y erigiéndose como el mejor rookie. La última prueba que corrió en su formación fue el Gran Premio de Macao, donde rozó la victoria. Decimos última porque ya le había llegado la hora de la verdad, el desafío para el que se estuvo preparando toda su vida: la Fórmula 1.
3. Desembarco en la Fórmula 1
Además de probar ese Mclaren tan anhelado por los éxitos que cosechaba, Button también probó el monoplaza del equipo Prost. Sin embargo, la vacante que había dejado el italiano Alex Zanardi en Williams le acabó asegurando un asiento en el Gran Circo, y finalmente se unió a la histórica escudería británica. Frank Williams organizó un test rápido entre él y Bruno Junqueira, corredor de la Fórmula 3000 por aquel entonces, y se llevó el gato al agua ante el brasileño.
Con su fichaje, se convirtió en el británico más joven en llegar a la Fórmula 1, y fueron varias las personalidades que elogiaron su desembarco en el campeonato, como por ejemplo el expiloto Gerhard Berger, quien habló de él como un “fenómeno” o quien fuese su jefe de equipo en karting, Paul Lemmens, que le comparó ni más ni menos que con Ayrton Senna. No faltaron también las voces críticas por su inexperiencia y juventud, pero acabó respondiendo más a las expectativas de sus afines que de sus haters.
A pesar de que en su debut cometió un error durante la clasificación del Gran Premio de Australia del 2000, y que su motor dijo basta a once vueltas del final, no tardó en conseguir sus primeros puntos en el campeonato. Y es que en la segunda fecha de Brasil acabó en una magnífica sexta posición. Las grandes actuaciones que regalaría de ahí en adelante le llevaron hasta la octava plaza final con 12 puntos, y su desempeño no pasó desapercibido para otros equipos obviamente.
Al acabar su temporada de rookie, decide cambiar Williams por Benetton-Renault, a pesar de que aún tenía contrato con los de Grove. Le costó mucho tomarle el pulso al equipo francés, y no fue hasta cuando pasó a tomar el nombre de Renault (2002) cuando mostró su mejor cara.
Se decía que, en aquella época, estuvo un poco perdido, con demasiadas extravagancias fuera de la pista que, posiblemente, incidieron para mal en su rendimiento. Dicho esto, en el primer año de azul tan solo obtuvo dos puntos y en el segundo recuperó su tono y mejoró incluso los números de Williams. Decidió marcharse a BAR Honda en un movimiento que esperaba que fuese el impulso definitivo para codearse con los grandes, algo que consiguió con cierta frecuencia.
3. Cielo e infierno con BAR y Brawn GP
Cuando más cerca estuvo fue, sin lugar a dudas, en 2004, cuando consiguió sus primeros podios y alcanzó la tercera posición final, solamente superado por los inalcanzables Ferrari de Michael Schumacher (campeón) y Rubens Barrichello (subcampeón). Tras los altibajos de 2005 y parte de 2006, saboreó su primera victoria en Hungría 2006, la cual estuvo marcada por la lluvia del principio y el intento de remontada frustrado por aquella tuerca de Fernando Alonso.
Button se ganó una gran reputación en este tipo de condiciones, demostrando una astucia en carreras de condiciones cambiantes que le reportaron más victorias en el tiempo. Los dos años siguientes (2007 y 2008) fueron decepcionantes, con aquella decoración inspirada en nuestro planeta que solo gustó a los que la hicieron. Por si no fuera suficiente, la crisis económica desatada empujó a Honda a abandonar el campeonato.
Esta situación estuvo a punto de dejarle sin asiento para 2009, curso en el que la F1 estrenaba reglamento. Finalmente, Ross Brawn, director de Honda, decidió comprar el equipo poniéndole su nombre y mantuvo tanto a Barrichello como a él como pareja de pilotos, con unos salarios reducidos a la mitad como parte del acuerdo de compra.
El doble difusor y la configuración de aquel monoplaza blanco y verde pistacho fue el cóctel que le llevó a campeonar, tras 6 victorias y 9 podios. Eso sí, en cuanto la mayoría de escuderías dieron con la tecla, dejó de ganar, pero la ventaja que había construido en la primera mitad fue suficiente para que, tras el GP de Brasil, cumpliese su sueño. Sin embargo, y como sucedió con Williams y Renault, decidió emprender un nuevo reto tras dejar el pabellón alto y no haber alcanzado un acuerdo económico con el equipo.
4. Fichaje por Mclaren y etapa final en la F1
Para 2010, Jenson Button ficha por Mclaren, donde comparte equipo con Lewis Hamilton durante tres cursos. De esta manera, la escudería de Woking juntó a los dos últimos campeones del mundo, con la clara intención de recuperar el trono perdido. Lo cierto es que empezó muy bien su andadura, con victoria en Australia en su segunda carrera, y en China semanas después. Sin embargo, esos coches plateados no estuvieron a la altura de Red Bull y Ferrari, que se mostraron más regulares y competitivos.
En 2011 se reivindicó con creces, como lo demuestra su subcampeonato tras un Sebastian Vettel intratable, y su legendario triunfo en Canadá, lo que será para siempre la carrera más larga de la Fórmula 1 tras poco más de 4 horas. Aquel domingo en el Gilles Villeneuve dio una clase magistral de resiliencia y de versatilidad para imponerse en la última vuelta al tetracampeón alemán.
El curso siguiente obtuvo sus tres últimas victorias en la F1: Australia, Bélgica y Brasil. No pudo hacer más dada la escasa fiabilidad del MP4-27, lo que seguramente hizo que su compañero Hamilton decidiese marcharse a Mercedes. Fue el inicio de su fin, porque en los tiempos venideros (2013-2015) Mclaren estuvo muy por debajo de los mejores, y eso repercutió indudablemente en su rendimiento.
Ni la llegada de Fernando Alonso a Woking, quien fue su último compañero de equipo, evitó el naufragio de la escudería, especialmente cuando confió sus motores a Honda. Su última carrera fue en Mónaco (2017) sustituyendo al español con motivo de las 500 Millas de Indianápolis. Quién sabe lo que pudiera haber conseguido con un Mclaren competitivo.
5. Vida personal y retirada
En 2014 tuvo que afrontar el duro momento del fallecimiento de su padre, quien le acompañaba con asiduidad a las carreras. Se ganó el reconocimiento de Caballero de la Orden del Real Imperio Británico el 1 de enero de 2010 tras la consecución de su título y con su fundación, Jenson Button Trust, se ha involucrado en muchas causas benéficas. También se le ha visto en varios grandes premios como hoster entrevistando a varios de sus antiguos rivales.
