Cómo mantener el parabrisas en buen estado: 7 consejos útiles

A lo largo de los 365 días del año, la unión entre el conductor y el coche se va haciendo más fuerte ya que no paramos de hacer viajes: vacaciones, trabajo, escapadas, visitas… Innumerables son los motivos por los que cogemos el coche día sí día también.

Parabrisas

El 90% de la información que recibimos durante la marcha es a través de la vista. Por esta razón, mantener en buen estado el parabrisas es clave para hacer más seguros nuestros trayectos.

No somos conscientes del número de horas que llegamos a pasar dentro de nuestro coche: vacaciones de invierno, de verano, de semana santa, subidas al pueblo y uso diario. Son quizás algunos de los motivos más populares para coger el coche. No obstante, un estudio elaborado por DriveSmart dice que los conductores españoles pasamos una media de 51 minutos al día al volante. En consecuencia, los motivos por los que cogemos el coche, se disparan.

Así que si cogemos el coche tanto como los estudios dicen, tener el parabrisas limpio y en buen estado es de vital importancia a la hora de emprender un trayecto, ya que toda la información que seamos capaces de percibir del estado y situación de la vía, será a través de la vista; en concreto, un 90% de toda la información que seamos capaces de procesar.

Se ha hablado mucho de cómo los cambios de temperatura afectan a los cristales de los parabrisas (ya que son el elemento estructural). Cuando llega el verano, el calor provoca que la carrocería empiece a dilatarse y, en este caso, el parabrisas debe seguir sosteniendo el techo. Y no solo eso, sino que tanto la carrocería como el parabrisas tienen diferentes puntos de dilatación, por lo que si este no está en buenas condiciones, pueden aparecer los primeros chinazos.

Dada la importancia que tiene el parabrisas en el vehículo, se acoplan en él diversos sistemas de asistencia a conducción muy útiles como los sistemas ADAS (aquella tecnología que ayuda a reducir los riesgos que aparecen cuando circulas). En los parabrisas, se instalan sensores en la luna delantera capaces de detectar obstáculos del entorno y enviar la información al ordenador central del vehículo para que realice la maniobra correspondiente. Los principales sistemas ADAS en el parabrisas son: lectura de señales, frenado de emergencia, detección de peatones, control de velocidad adaptativo y control de luces adaptativas.

Consejos para cuidar tu parabrisas

Conservar el parabrisas impoluto es vital para nuestros intereses en la carretera. Y no solo porque un parabrisas en mal estado puede inutilizar los sistemas de seguridad ADAS. Sino porque toda la información que seas capaz de captar durante la marcha a través de la vista, será por el cristal.

Las temperaturas más extremas y las grandes diferencias de temperatura son los mayores enemigos de los parabrisas. En verano y en invierno es cuando más parabrisas “petan”, así que en el artículo de hoy, te explicamos cómo mantener el parabrisas en buen estado.

1. Las altas temperaturas castigan a los cristales en verano

Durante el periodo estival debemos cuidar al máximo nuestro parabrisas. ¿Por qué? Porque los cristales sufren más tensiones en verano a causa de las temperaturas extremas. Las diferencias térmicas generan grandes tensiones en los cristales, por lo que cualquier golpe puede provocar una rotura del cristal.

Y todos sabemos que una rotura o un chinazo en el cristal, con el paso del tiempo, es sinónimo de rotura irreparable. Por estos motivos (y más en verano), si detectamos cualquier indicio de rotura, lo más recomendable es acudir a tu taller de confianza para repararlo antes de sustituirlo.

Un parabrisas “sanado” recupera el 100% su rigidez original, por esta razón recomendamos encarecidamente el control periódico y regular del estado del parabrisas durante el verano.

2. Insectos y más insectos (sobre todo en verano)

Las plagas de insectos son algo inevitable en verano, en consecuencia, es muy habitual que muchos ellos acaben estampados en nuestro parabrisas. Sus restos son más difíciles de quitar de lo que pensamos y cuando chocan contra nuestro cristal durante la conducción, pueden dejar una gran mancha que dificulta nuestro campo de visión notablemente.

Por esta razón, es muy importante llevar siempre nivelada la mezcla de agua y líquido limpiaparabrisas en el depósito. Ya que si no llevamos líquido en él, al pasar las escobillas lo único que conseguiremos es escampar las manchas provocadas por los insectos. De ahí que veamos menos.

Además, recomendamos no usar los limpiaparabrisas cuando llevemos el sol de cara porque hará que no veamos nada durante unos segundos. En numerosas ocasiones el uso del limpiaparabrisas ensucia más que limpia, pues las nubes en verano suelen estar cargadas de polvo. Recuerda, con una luna que no esté limpia del todo, extenderemos la suciedad en vez de limpiarla.

3. No actives el limpiaparabrisas con polvo y arena

La sequedad y las elevadas temperaturas provocan que haya más partículas de polvo y arena en el ambiente. En relación, a causa del calor las grietas que hay en el asfalto se dilatan y en ellas se acumula polvo, que es levantado por los vehículos al pasar por encima. Por no hablar del manto de arena que recubre nuestro coche cuando vamos a la playa y lo recogemos al final del día.

En estos contextos de polvo y arena no debes activar por nada del mundo los limpiaparabrisas; por consiguiente estarás provocando una situación de riesgo para tus cristales ya que podrían acabar rayados fácilmente.

Entonces, ¿qué hago? La mejor solución en situaciones de polvo y arena es limpiar el coche con agua a presión, en caso de encontrarnos lejos de una manguera con estas características, es recomendable llenar de agua una garrafa y retirar la mayor parte de arena y polvo incrustada en nuestros cristales.

4. Protege la carrocería: evita las resinas y los excrementos de pájaro

Si vas a dejar un largo rato tu coche aparcado, nuestro consejo es que no lo dejes bajo un árbol. En caso de no tener más remedio, lo mejor sería colocarle una funda, es la única manera de proteger el vehículo de los excrementos de pájaro y las resinas de los árboles y no son muy caras. No obstante, si no has podido evitar cualquiera de las dos dos manchas, debes actuar cuanto antes ya que las resinas y los excrementos se endurecen progresivamente dificultando su eliminación.

Por suerte, si has llegado a tiempo te recomendamos aplicar agua caliente a presión en cualquier lavadero de coches. Si nos encontramos lejos de cualquier punto de lavado, un remedio interesante es aplicar sobre la resina aceite de oliva o mantequilla y dejar pasar 5 minutos. Al rato, frota la superficie con un paño de microfibra y trata de eliminar la resina. Si la mancha se ha secado demasiado y es imposible su extracción, lo mejor es acudir a una tienda y comprar un limpiador específico.

En el caso de los excrementos de pájaro, la prevención es mucho más necesaria ya que las cacas contienen ácidos que pueden dañar severamente la tapicería exterior. Si el excremento no se retira a tiempo y el coche no está encerado, hay riesgo de perder tono de color en la zona afectada. Nuestro consejo es que extiendas un trapo húmedo durante 10 minutos sobre el excremento para que se ablande, tras este tiempo, retira con movimientos circulares y suaves el excremento para no dañar la pintura.

5. En invierno, mezcla el depósito con agua y líquido anticongelante

Antes de la llegada del frío, te recomendamos llenar el depósito con agua y líquido anticongelante. ¿Por qué? Durante el invierno el agua con jabón se puede congelar debido a las temperaturas extremas, lo que podría congelar la bomba del sistema y rallar el cristal.

Para eliminar el hielo que se forma en el parabrisas de forma eficaz, es aconsejable rociar el parabrisas con alcohol: el alcohol tiene un punto de congelación más bajo que el agua, por esta razón, si la capa de hielo no es muy gruesa, es una buena opción para quitar el hielo de nuestro cristal. Una vez eliminado el hielo, es momento de accionar el limpiaparabrisas para dejar la luna completamente limpia y despejada de hielo.

6. No descongeles el parabrisas con agua caliente o con la calefacción elevada

Muchos conductores tienen la mala costumbre de querer descongelar el parabrisas con agua caliente o con la calefacción a toda potencia. Este mal hábito popularizado entre toda la multitud, provoca que los cristales sean vulnerables a rupturas y chinazos debido al cambio brusco de temperatura con el exterior.

En este contexto, el riesgo que conlleva consigo la conducción es mucho mayor, debido a que nuestros cristales son más vulnerables a cualquier impacto imprevisible durante la marcha.

7. En caso de suciedad resistente, deja un trapo con agua y jabón toda la noche

Muchos expertos en mantenimiento recomiendan esta práctica para eliminar las manchas más incrustadas. Se recomienda usar un trapo con agua y jabón (o algún producto de limpieza), y dejarlo actuar durante toda la noche sobre el parabrisas.

Lo que conseguiremos realizando este consejo es ablandar aquellos elementos incrustados que resisten al lavado convencional. Una vez pasada la noche, es aconsejable que con un paño de microfibra húmedo tratemos de expulsar la suciedad resistente de nuestro parabrisas. Seguidamente, podemos aplicar un cubo de agua para humedecer más el cristal y acto seguido activar el limpiaparabrisas. Para terminar, como último remedio previo al taller, lo ideal es utilizar un paño de microfibra con una solución de bicarbonato.

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