Cómo reparar la pintura del coche quemada por el sol (7 consejos)

Al igual que nuestra piel, la carrocería de un vehículo se resiente ante una continua exposición solar. Para que no lo haga, conviene seguir unos hábitos que le permitan mantener el aspecto radiante del primer día.

Cómo reparar pintura quemada por el sol

El verano, una época de calor y de sol que, bien aprovechada, puede sentar de maravilla física y mentalmente. No obstante, para un vehículo no tiene la misma repercusión por lo general, sino más bien lo contrario. La pintura que lo baña es la más perjudicada por los rayos solares y conviene tomar las precauciones y las soluciones necesarias para evitar que el aspecto del automóvil se vea mermado.

Dicho esto, en este nuevo artículo de Topdriverz se van a detallar una serie de consejos acerca de cómo reparar la pintura del coche quemada por el sol. Y es que el cuidado de la carrocería no entiende de estaciones y constantemente hay que darle la dosis necesaria para ello.

¿Cómo debe repararse la pintura que se ha quemado por el sol?

Es el momento de pasar a la acción y enumerar una serie de tips y de hábitos útiles para ayudar a conservar la mejor cara del coche de cualquier usuario.

1. Limpiar el coche

Quizá este sea el más obvio, pero no por ello menos importante en absoluto. Para proceder, conviene echar mano de un jabón específicamente preparado para actuar sobre carrocerías ya que, de esta manera, se obtendrán los resultados esperados. Así se eliminarán diferentes tipos de suciedades como la resina de los árboles, una deposición de ave, partículas de polvo o la grasa que haya hecho acto de presencia. Posteriormente, hay que secar el coche acabando con cualquier resto de agua que quede por eliminar.

Limpiar coche pintura

2. Lijar la pintura del coche

Para que haya una cierta homogeneidad en la apariencia, un papel de lija fina es la mejor herramienta para conseguirlo. Y es que sol puede provocar que el barniz protector de la pintura salte y hagan acto de presencia irregularidades. No obstante, cualquier papel de lija no vale para conseguir ese propósito. Para dar con la tecla, este tiene que ser de 1200 o 1500 ya que si está por debajo de la primera cifra es muy fácil dañar la pintura.

Para aprovecharlo correctamente, hay que hacer movimientos circulares y, de esta manera, se evitará que queden marcas. Conviene hacer un poco de fuerza mientras que se esté lijando hasta que la superficie se palpe lisa al tacto. Eso sí, tampoco es plan hacer fuerza sobre el mismo punto ya que es nocivo para la pintura.

Una vez que se haya lijado y se aprecie que el resultado es positivo, hay que repetir la maniobra con un papel de lija 2000 con el que rematar la uniformidad tan deseada. En el caso de que tengas una lijadora eléctrica, no hace falta el último elemento comentado ya que bastará con usar pulimento y pasar por todo el coche de forma metódica.

Este último es un producto (generalmente líquido) compuesto de microabrasivos que se encarga de acabar con la capa superficial de la laca dañada, colaborando en la recuperación del brillo en gran medida. Sus componentes tratan de actuar sobre los rasguños empequeñeciendo su presencia haciendo que se fundan con el resto de superficie y sean un reflejo de la luz. Es especialmente eficaz frente a arañazos que puedan aparecer tras raspar la carrocería de forma accidental con un objeto afilado o que se deriven del contacto con arbustos o ramas.

3. Pintar

En el supuesto caso de que los rayos de sol hayan dañado profundamente la pintura del coche, es totalmente aconsejable pintar mediante un spray específicamente preparado para ello. De esta forma el resultado será mejor y tendrá una vida más larga. De todas formas, lo mejor es consultar con un especialista para saber cuál es el más indicado en función del modelo de coche, el fabricante, año y características. También es importante tener en cuenta las condiciones atmosféricas con las que suele convivir.

Pintar coche

4. Pulir y/o encerar

Tras los pasos ya explicados, lo mejor es pasar una pulidora de coche para encerar todo el coche. Es buena idea hacerlo con una eléctrica a baja intensidad llevando a cabo movimientos circulares de manera persistente. El resultado es una recuperación lenta aunque progresiva del brillo, así como la desaparición de las manchas ocasionadas por el sol.

En caso de no tener esta herramienta se puede recurrir a un paño de microfibra, aunque este requiere de mayor fuerza y tiempo para conseguir unos resultados prácticamente idénticos. Como detalle, hay que decir que las ceras naturales y sintéticas son menos agresivas con la carrocería, ya que la laca original no se ve afectada mientras que se recompone la pintura del coche. Las primeras se pueden encontrar en tiendas especializadas en artículos de automóvil, mientras que las segundas son más económicas y actúan como sellador enlazando con la pintura y evitando suciedades.

Como última opción, en caso de que los productos ya citados no hayan aportado lo que se esperaba de ellos, se puede recurrir a una plastilina limpiadora. Para sacarle el provecho necesario, conviene cubrir el área de la superficie con ella tras haberla limpiado, ajustar y frotar con delicadeza. Finalmente, tan solo hay que quitarla con una toalla o paño de microfibra. Todo ello conviene hacerlo, por lo menos, una vez al mes.

5. Sellar

Precisamente toca hablar ahora del sellamiento, y del que, como se acaba de explicar, es protagonista la cera sintética entre distintas alternativas. Este paso es esencial para recuperar la integridad y las bondades de la pintura que baña el coche para que esté protegida y recubierta. Así no volverán a aparecer problemas como consecuencia de una extensa exposición a los rayos solares. Eso sí, para sacarle el máximo partido conviene que su acabado coincida con el del resto del vehículo, por lo que es conveniente informarse de cuál es el que mejor se ajusta al modelo en cuestión.

6. Dotarse de los recursos adecuados

Cualquier tarea de higiene que se tenga que emprender sobre el coche requiere de unos recursos determinados, no vale cualquier cosa. Para enjabonar y secar se puede emplear bayetas y toallas de microfibra, mientras que si solamente hay polvo en este caso es preferible recurrir a agua a presión y una manguera para, posteriormente, dejar secar.

7. Más vale prevenir que curar

Para no tropezar con la misma piedra de nuevo, conviene aplicar una serie de buenas prácticas que garanticen que el vehículo luzca como nunca:

  • Protegerlo ante una exposición continua a altas temperaturas, sobre todo al sol, ya que el barniz se debilita por la acción de los rayos solares y desencadena la aparición de manchas con transparencia.
  • Rehuir de trayectos en los que haya caminos repletos de polvo, que sean susceptibles de poner perdida la pintura de barro, tierra o lodo.
  • Pulir el coche con cierta frecuencia, ya sea cada seis meses, dos o incluso de forma anual.
  • Estacionar el vehículo en una zona de sombra o a cubierto siempre que sea posible. No obstante, conviene que no sea bajo un árbol ya que pueden caer ramas, hojas, frutos o resina.
  • Cubrir el techo con una lona en el caso de que vaya a permanecer unas horas a la intemperie.
Cuidar coche

¿Cuánto cuesta reparar la pintura de un coche?

Si el usuario cree que todo lo comentado es demasiado arduo en su opinión, o que lo ha intentado por todos los medios y no ha conseguido los resultados esperados, siempre puede recurrir a un taller de chapa y pintura para dar con la solución definitiva. No obstante, la pregunta que protagoniza este párrafo no tiene una respuesta absoluta, ya que depende de factores como las horas de trabajo invertidas y los recursos empleados para ello.

Por otra parte, para establecer un presupuesto hay que decidir cómo se quiere que se pinte el coche, si se pretende pintar entero o por piezas. Lo que sí que es seguro es que va a ser más económico por ejemplo pintarlo del mismo color que tenía originalmente, ya que la cantidad de capas que hay que darle son menos y no hay necesidad de tapar al anterior. No obstante, si solamente se va a pintar el techo puede crearse un gran contraste con la pintura antigua del resto de la carrocería a pesar de que será más barato.

En el caso de que se decida cambiar el color de la pintura, hay que avisar a la DGT para hacer la actualización correspondiente en el permiso de circulación, así como a la aseguradora ya que la póliza del seguro puede no estar responsabilizada de los costes derivados de dicho cambio.

Para acabar, hay que decir que en cada comunidad autónoma hay un precio aproximado de media para pintar el coche, siendo de unos 730 € en el caso de los lugares más económicos y de una cifra por encima de los 2000 € en aquellos sitios que exigen rascarse más el bolsillo.

Ojalá que esta entrada que ha tratado 7 consejos de cómo reparar la pintura del coche quemada por el sol sirva de ayuda y apoyo a los lectores para resolver algún contratiempo que afecte a la integridad de su vehículo. Porque como se ha podido comprobar en estas líneas, el compañero de viaje con cuatro ruedas también necesita recibir cariño.

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