10 consejos para evitar lesiones conduciendo

No nos engañemos: no es normal sentir molestias o dolores cuando conducimos o cuando bajamos del vehículo. La prevención y la adopción de ciertas costumbres nos permitirá una conducción plácida y saludable. Os presentamos 10 consejos para evitar lesiones conduciendo.

Evitar lesiones

En los viajes largos, la excitación por llegar al destino en la ida y el cansancio por volver forman parte del proceso de la conducción. Asumimos que habrá tramos más pesados y otros más amenos y nos mentalizamos para ello. Sabemos que vamos a tener que parar cada 2 horas para tomarnos un refresco y beber agua a fin de evitar dormirnos en el volante. Sabemos que es bueno ir con la música o hablando con los acompañantes para evitar la fatiga mental. No obstante, parece que muchos conductores asumen como algo inevitable la posibilidad de sentir molestias o dolor.

Dolor de espalda, en el cuello, en los brazos, en las piernas. Son muchas las partes del cuerpo implicadas en la conducción y, por tanto, existe el riesgo real de que se produzca una lesión. Y ya hemos dicho que a muchos les parece normal salir del coche y decir: me duele… Hoy vamos a demostrar que con diez sencillos consejos mejoraremos nuestra experiencia de conducción y evitaremos muchas de las microlesiones asociadas al volante. Además, sentirse cómodos mejora nuestra capacidad de respuesta ante un imprevisto.

Consejos para no lesionarse mientras conducimos

Aquí vamos a dar unas indicaciones que funcionan para conseguir nuestro objetivo, pero es preciso decir dos cosas: es nuestro cuerpo el que sabe mejor qué es lo que le funciona o no. Es decir, si cambiamos el asiento a la altura adecuada, pero no nos sentimos a gusto, podemos volver a la situación inicial sin problema.

En segundo lugar, si sentimos dolores prolongados y no funcionan las medidas de este artículo, quizá tengamos una lesión más grave. Será el traumatólogo o un fisio quien nos diagnostique y nos cure el problema.

Las lesiones nos afectan a todos, pero, si somos personas de edad avanzada, tendremos que extremar las precauciones.

1. El asiento

El asiento es fundamental. En primer lugar, al adquirir el vehículo tenemos que asegurarnos que los materiales y el tapizado sean buenos y cómodos. No podemos escatimar dinero en este sentido porque lo vamos a pagar caro. Una vez tenemos un asiento de calidad, toca ajustarlo. La altura del asiento es propicia si los ojos del conductor están a la altura del parabrisas, porque tenemos que conseguir tener visibilidad hasta el final del capó.

Lo repetiremos más adelante, pero la clave está en que las piernas puedan estar ligeramente dobladas al pisar los pedales. Referente a la distancia del volante, las manos también van a tener que estar un poco dobladas. Debemos cerciorarnos de que estamos cómodos y, si el ajuste inicial, vemos que no es bueno, paramos un momento y ajustamos mejor el asiento.

2. El respaldo

El respaldo es la parte clave de una conducción cómoda. Cada uno lo pone como quiere, pero realmente tenemos que vigilar que no esté demasiado recto ni demasiado reclinado. El objetivo es que los brazos queden suficientemente estirados. La gestión correcta del respaldo nos permitirá ahorrarnos dolores de espalda y cuello, siempre tan molestos.

Es esencial mantener una buena postura durante todo el trayecto. En las situaciones de reposo, tenemos que procurar no arquearnos y restar cómodos en el asiento y el respaldo. En los momentos de hacer los cambios de marchas, algo que pasa muy a menudo en los coches manuales, vamos a tener que flexionarnos suavemente, sin movimientos bruscos. Al ser un movimiento que se repite, si no nos movemos bien, podemos sufrir lesiones y hasta una hernia discal.

3. Los pedales

La distancia de los asientos a los pedales también es importante, ya que usarlos es una constante en todo el trayecto. Por tanto, tenemos que conseguir una postura correcta para evitar que los movimientos repetitivos nos desgasten las articulaciones. La rodilla siempre debe estar flexionada unos grados, ya que, si conducimos demasiado rectos, el pie resbalará en el pedal cuando tengamos que hacer un movimiento brusco.

Hay que situarse, pues, correctamente para maniobrar con comodidad y no forzar los músculos de la pierna, sobre todo, los gemelos o los isquiotibiales ni dañar las rodillas. José Santos, fisioterapeuta, indica que “una mala postura del pie en el pedal, puede suponer que apoyemos la articulación en la parte del salpicadero donde se sitúa la palanca de cambios. Este roce continuo con una de las terminaciones del nervio ciático puede hacer que la pierna se duerma y perdamos capacidad de respuesta”.

4. El reposacabezas

El reposacabezas no está pensado para reposar la cabeza en él. Actúa como un elemento de seguridad pasiva y no es adecuado que respaldemos la cabeza allí. Nuestros ojos tienen que estar a la mitad de la altura de la pieza para conseguir que, en caso de accidente, no se produzcan latigazos cervicales.

5. El volante

Que el volante tiene que estar sujetado por las dos manos, es de las primeras cosas que se aprenden a la hora de sacarse el carné. Mejoramos la seguridad y la capacidad de respuesta. No obstante, hay un segundo motivo por el cual es mejor conducir con las dos y colocadas en la parte superior del volante: evitaremos las molestas luxaciones de muñeca o otros tipos de lesión en manos, muñecas y antebrazos. Durante la marcha, tenemos que evitar cruzar los brazos.

Los hombros también son una parte del cuerpo que puede sufrir las consecuencias de una mala postura al conducir. Si queremos cuidar los trapezios y evitar sobrecargas vamos a medir la distancia del volante al asiento. Los codos tienen que estar estirados, pero no rectos del todo. También afecta a los hombros colocar el codo en la ventanilla al conducir: la postura no es natural y algunos modelos tienen una altura que eleva la posición del hombro y también puede afectar a las cervicales.

6. Cinturón

El cinturón nos protege en caso de accidente, pero es importante que no nos afecte a la conducción. La colocación correcta es que pase por la clavícula, siempre alejado del cuello y adaptado al cuerpo, sin la posibilidad de que se formen dobleces. Si va demasiado pegado al cuello, nos puede causar lesiones en esta zona y, en caso de accidente, no sería tan efectiva, incluso lastimándonos más.

7. Retrovisores

Los retrovisores no deben suponernos un obstáculo. Deben estar colocados de manera que podamos tener una buena visión trasera sin que tengamos que mover la cabeza. Una correcta disposición del retrovisor es la siguiente: el retrovisor interior tiene que estar centrado en la luneta trasera y los laterales nos tienen que permitir ver hasta el final del coche, ya que, a más abierto esté el ángulo, más visión tendremos. Si la colocación es correcta, podremos evitar dolores en la zona del cuello y no tendremos que lidiar con ángulos muertos.

8. Pausas

Las pausas son imprescindibles y no solo para que los niños vayan a los servicios. Los descansos sirven para poder hidratar bien el cuerpo y para realizar estiramientos y relajar las articulaciones. Las paradas se tienen que realizar cuando más o menos el cuerpo te lo pida, pero no pueden exceder las 2 horas de conducción. Aunque vayamos con ganas de llegar, no descansar nos puede hacer provocar un accidente.

En Internet, podemos encontrar multitud de ejercicios adaptados a las necesidades del conductor, desde una retrusión craneocervical, hasta movimientos de cuello laterales, estiramientos de los músculos de las piernas, etc. Debemos asegurarnos que nos los enseñan fisioterapeutas y que los hacemos bien y con las repeticiones que tocan.

9. El copiloto y los acompañantes

No podemos olvidarnos de los otros pasajeros del vehículo y ellos no pueden olvidarse de su salud. Están sujetos a sufrir molestias si su postura no es adecuada. En el caso del copiloto, no debe nunca poner los pies por encima del salpicadero, porque, en caso de accidente, puede sufrir lesiones muy graves. Y, sobre todo, evitemos sacar las manos por la ventana porque cualquier impacto nos podría hacer daño o causar una amputación.

10. La entrada y la salida

Para evitar lesiones al meterse y salir del vehículo, los fisioterapeutas del Colegio Profesional del Colegio de Fisioterapeutas de Madrid, recomiendan entrar primero con la pelvis, sentándonos en el asiento y haciendo punto fijo, y después rotar las piernas al interior. Para salir del coche, habría que hacerlo en sentido contrario.

Bonus track: ropa y calzado adecuados

La DGT nos recuerda que una ropa y un calzado adecuados son imprescindibles para conducir. Para conducir el calzado tiene que ser cómodo, flexible, sujetar el pie y con buen tacto en los mandos para pisar los pedales con fuerza y precisión. Debemos evitar chanclas y sandalias, zapatos con tacón o rígidos. Las suelas deben estar secas y limpias antes de conducir para no resbalar.

Referente a la ropa, la DGT nos deja claro que la vestimenta también condiciona al conductor, ya sea en trayectos cortos o más prolongados. La abultada ropa de abrigo propia del invierno es poco recomendable ya que impide el correcto ajuste del cinturón de seguridad y le resta eficacia cuando entra en acción.

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