El primer paso hacia esa forma de libertad que representa conducir un coche pasa por aprobar el examen tipo test que corresponde al permiso B. Para muchos será relativamente fácil si se les da bien esta tipología de prueba, al fin y al cabo se le proporcionan todas las respuestas posibles sin tener que pensar más allá de eso, a diferencia de las preguntas que implican un gran desarrollo.
Dicho esto, como somos conscientes de que hay muchos usuarios jóvenes que consultáis el portal y que tenéis en mente obtener el permiso de circulación (o estáis en ese trance), desde TopDriverZ hemos elaborado una lista con 11 consejos para aprobar el examen teórico del carnet de conducir que ojalá os sirva de ayuda para pasar con éxito dicho test.
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¿Qué hay que hacer para sacarse el examen teórico del carnet de conducir?
Como lo prometido es deuda, es la hora de meterse en materia y pasar a desgranar cada uno de los tips que pueden ser muy útiles para superar exitosamente el examen teórico del carnet de conducir.
1. Acertar con la autoescuela elegida
El camino hacia ese aprobado que tanto ansías comienza en una elección acertada de la autoescuela que te va a acompañar hacia tu objetivo. Por ello, cerciórate de que proporciona un material didáctico que se adecúa a lo que va a aparecer o puede hacerlo en el examen, las instalaciones que dispone, que los profesores cuenten con una buena cualificación para impartir las clases, el itinerario que ofrecen de sesiones teóricas y clases prácticas, etcétera.
No obstante, también tienes que pensar en las circunstancias que marcan tu día a día, ya que si tu tiempo libre es escaso (por el trabajo u otros asuntos sobre los que priorices) quizá te convenga optar por un centro en el que te ofrezcan la opción de preparar el examen desde tu propia casa de forma online.
2. Organizarse y planificar
En base al temario que contenga el libro, los tests que quieras o puedas hacer día a día y el tiempo que le hayas guardado a su preparación conviene que elabores una planificación. De esta manera, no tendrás por qué agobiarte y siempre seguirás un orden que te permitirá ver la orilla cada vez más cerca. Establecer unos objetivos semanales puede ser una buena idea para hacerlo realidad sin lugar a dudas.
No vamos a engañarte, si eres estudiante esto que acabamos de contar lo tienes mucho más interiorizado que una persona que hace tiempo que dejó de estudiar. Si este último caso es el tuyo, entonces es importante que indagues acerca de técnicas de estudio que puedes aplicar. También es muy importante mantener un ritmo constante de estudio ya que, de perderlo, entonces será muy difícil recuperarlo y volver a adaptarse.
Lo que sí te decimos de antemano es que no recurras continuamente a la memoria, ya que ello puede impedir que razones y aprendas correctamente varios de los contenidos examinables cuando sean preguntados de una manera diferente a como te los han preguntado previamente.
3. Preguntar lo que no entiendas en clase
Las clases presenciales están para asimilar de mejor manera lo que viene en el libro que hay que consultar, pero también para que el profesor aclare las dudas que hayan aparecido por tu cabeza respecto, por ejemplo, a la prioridad que tiene un determinado tipo de señalización sobre otra. Y es que todo aquello relacionado con la normativa o con aspectos técnicos tiene su enjundia y es importante contar con la aclaración de un profesional con los conocimientos necesarios para comprenderlos.
4. Haz muchos tests
Como dice esa frase tan utilizada en el mundo del fútbol: se entrena como se juega. O lo que es lo mismo: prepara el examen haciendo varios entre los cuales puede encontrarse el que tengas enfrente el día del examen. De esta manera te vas a ir acostumbrando al escenario que vas a vivir en carnes propias la fecha que finalmente te presentes. Además, si apuntas las respuestas erróneas que has introducido obtendrás mayor facilidad para acertarlas las próximas veces.
Solo se permiten tres errores en el examen a lo largo de las 30 preguntas que aparecen en la hoja del test, así que puestos a equivocarse mejor hacerlo ahora en casa o delante del monitor del ordenador facilitado por el centro de formación. La base de datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) contiene unas 15.000 preguntas, así que conforme más tests hagas más probable será que encuentres todas las preguntas que te caerán en la prueba.
5. No tengas prisa en presentarte
Para este tip también vamos a recurrir a otra quote: las prisas no son buenas consejeras. Y es que no debes de olvidar que los trámites para participar en una convocatoria de examen implican un coste económico que saldrá de tu cartera, o de la de tus padres, cifrado en 90 €, a lo que hay que sumar el reconocimiento médico o examen psicotécnico que se requiere entregar antes para demostrar que se tienen las capacidades necesarias para conducir. Este oscila entre los 20 y los 50 €.
Para que no tires el dinero, lo mejor es que decidas presentarte cuando encarriles varios tests aprobados seguidos. Como ya te hemos comentado, es el mejor simulacro que puedes hacer para habituarte a lo que te vas a encontrar el día D. Por tanto, te recomendamos que no te engañes a ti mismo/a a la hora de dictaminar si cuentas con la suficiente preparación para poder superar el examen.
6. Pide una beca
Si la inversión que implica sacarse el carnet de conducir te ahoga económicamente hablando, es aconsejable que solicites una beca con la que poder costearte la preparación y la obtención del permiso de circulación B. La Fundación Mapfre y la compañía editorial EOL son dos de las instituciones a las que puedes acudir para ello, entre otras.
7. Afronta el camino con positividad
Como suele decir en sus charlas el formador y conferenciante Victor Küppers, todo suma pero la actitud multiplica. Encarar con buenos ánimos cada fase de la preparación de la prueba (clases teóricas presenciales, tests de simulacro, las horas delante de las páginas del manual…) y el examen final es fundamental para sacarlo adelante.
La mente es muy poderosa y no saber lidiar con emociones negativas como la frustración, los nervios previos al examen o la tensión que aparece de repente cuando ves algo que no entiendes te alejará de tu objetivo. Así que para facilitar esta tarea a veces tan difícil puedes incorporar a tu rutina prácticas que favorezcan una percepción bonita de lo que hay alrededor: escuchar música relajante o motivadora, colocar en tu dormitorio frases que te hagan ver todo de otro color, ver vídeos que te hagan reír antes de estudiar o de ir a clase…
8. No hables de las preguntas con los compañeros antes del examen
Hablar durante todo el trayecto sobre las posibles preguntas que pueden caer en la prueba con tus compañeros y las respuestas que corresponden te puede poner más nervioso/a de lo que ya estás de por sí, además de poner en duda las capacidades que has ido adquiriendo a lo largo de los días y meses de preparación que has llevado a cabo.
Lo mejor es confiar en el trabajo que se ha hecho y no en lo que diga una u otra persona de las que se presentan a la prueba, que en principio habrán hecho prácticamente lo mismo que tú.
9. Lee con detenimiento cada pregunta
A raíz de lo ya comentado sobre la importancia de comprender lo que se estudia, conviene hacer hincapié en la importancia que tiene una lectura previa de las cuestiones que aparecen en el examen antes de contestarlas de forma impulsiva.
Como se ha dicho por aquí también antes, hay preguntas que se pueden formular de diferentes maneras y es muy común caer en la trampa de contestar lo primero que pasa por la cabeza. Por lo tanto, la comprensión de lo estudiado y del enunciado de cada cuestión aquí juega un papel fundamental.
10. Ni se te ocurra hacer quiniela
El test tiene tantas opciones en cada pregunta como los resultados posibles de cada partido de los que conforman la quiniela de cada fin de semana. No obstante, eso no significa que sea un juego de azar, así que dedica el tiempo que necesites a leer tranquilamente las preguntas que aparecen.
11. Convierte tus debilidades en fortalezas
Ser consciente de las limitaciones que se tienen es el primer paso para convertirlas en virtudes. Entre ellas pueden figurar la dificultad para gestionar las emociones, un tema determinado de los contenidos, ciertas expresiones del lenguaje de la DGT, la falta de tiempo para preparar el examen como es debido… Son muchos los obstáculos que pueden aparecer en la mente del candidato.
Por tanto, una buena idea para poner una solución al problema es apuntar en un papel, a modo de lista como se está haciendo en estas líneas, los aspectos que tienes que mejorar para conseguir finalmente ese aprobado que tanto deseas. Esto hará que te sientas más cerca del objetivo.
