Tipos hay muchos, casi podríamos decir que hay tantos tipos de neumáticos como posibles necesidades en la carretera, y cada uno con unas medidas y características que los diferencian de los demás. Independientemente de los tipos, en todos ellos rige un sistema de denominación que ha de ser compatible con cada vehículo antes de ser montados.
Una serie de medidas homologadas y equivalentes entre sí que no puede superar una variación del 3% (hacia arriba o hacia abajo) sobre el total del diámetro del conjunto neumático-llanta de serie del coche. De esta manera nos aseguramos no desajustar aspectos como la correcta medición del velocímetro y no nos “tumbarán” de primeras en la ITV.
Actualmente casi la totalidad de los neumáticos que ruedan por nuestras carreteras son de tipo radial y sin cámara. Como veremos en el artículo de hoy, son varios los tipos de neumáticos que podemos montar en nuestros vehículos, siendo los neumáticos de verano los más habituales en nuestro país.
Los neumáticos, como bien dice nuestra cabecera, son uno de los elementos más importantes en cuanto a la seguridad activa de nuestro vehículo, por lo que en el momento de adquirir un neumático, hay que tener en cuenta diversos factores como: que sean seguros (adherencia, ruido y confort), que no contaminen y que ahorren combustible. Para ello, existen varios tipos de neumáticos según características constructivas, como bien son la banda de la rodadura, la forma del dibujo, la época del año para la que están construidos o el tipo de uso (conducción) para el que están pensados.
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¿Cómo se clasifican los neumáticos?
Antes de decantarnos por una marca u otra, es necesario conocer los diferentes tipos de neumáticos y sus características. Seguro que has oído hablar de la mayoría de ellos, pero es probable que sepas poca cosa acerca de sus características constructivas. Saber un poco más acerca de los tipo de neumáticos te ayudará a elegir qué marca y qué modelo de neumático son los mejores para tu estilo de conducción y contexto de circulación, y aparte, te darán una mayor seguridad al volante y ese plus de confort y disfrute en la carretera gracias a estos conocimientos. Sin más dilación, estos son los 10 tipos de neumáticos que ruedan por nuestras carreteras.
Neumáticos según la estación
Los primeros tipos de neumáticos se clasifican según la estación del año, es decir, según las condiciones climatológicas que ofrece cada estación.
1. Neumáticos de verano
Están pensados principalmente para rodar en verano y épocas calurosas, ya que la goma está fabricada expresamente para una mayor adherencia a esos asfaltos con altas temperaturas. Además están pensando en reducir la resistencia a la rodadura y permitir una conducción más dinámica. Estos neumáticos en contextos nevados o gélidos pierden su efectividad. A pesar de todo, podemos decir que son aptos en condiciones de lluvia moderada ya que están diseñados para asfalto seco y temperaturas moderadas.
2. Neumáticos de invierno
Los neumáticos de invierno son muy aconsejables para una mayor seguridad en las estaciones más frías del año. Estos neumáticos llevan la famosa denominación M+S y son los más indicados para circular sobre la nieve, pudiendo prescindir de las cadenas y su incómoda instalación. También son aconsejables para hielo o lluvia con temperaturas ambientales inferiores a los 8 grados, ya que si los usamos con estas condiciones pero con temperaturas más elevadas, se desgastan prematuramente.
Sus principales características son que están hechas de un compuesto más blando y unas láminas en la banda de la rodadura que hacen que el agarre al asfalto sea más severo y menos deslizante. En definitiva, son mejores que las cadenas y mucho más cómodos de utilizar.
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3. Neumáticos all seasons
Los all seasons, como su nombre en inglés indica, se pueden utilizar tanto en verano como en invierno, siendo válidos para ambas estaciones. Hay que decir que, tras su evaluación, responden mejor en climas fríos que los neumáticos de verano. A pesar de su versatilidad, nunca actuarán de la misma manera que unos de verano e inverno en sus respectivas estaciones. Su uso va a depender exclusivamente del tipo de país en el que residimos. Nosotros aconsejamos su uso en aquellos climas donde las temperaturas exteriores no sean muy extremas y se mantengan estables a lo largo del año, si, España es un buen ejemplo.
Neumáticos según el perfil
Hablar del perfil del neumático es hablar de la relación de aspecto, es decir, dependiendo de la anchura y la proporción entre la goma y la llanta, se pueden clasificar los neumáticos en dos grupos: perfil alto y perfil bajo.
4. Neumáticos de perfil bajo (conductor deportivo)
Los neumáticos de perfil bajo están revestidos de un borde protector de la llanta. Estos neumáticos presentan menos deriva, lo que se traduce en una mejor precisión cuando el conductor toma una curva siendo el neumático preferido para los amantes de la conducción deportiva. ¿Por qué? Porque permiten un excelente agarre en seco y mejor frenada.
El desgaste de estos neumáticos es menor a comparación de los de perfil alto, no generan tanto calor. Pero en contra, al ser de perfil bajo y al estar enfocados a una conducción deportiva, su duración es menor.
5. Neumáticos de perfil alto (conductor convencional)
A diferencia de los de perfil bajo, los neumáticos de perfil alto están hechos para un mayor confort y una conducción mucho menos deportiva. Estos neumáticos tienen mucho más aire en su interior y tienen más absorción de los de perfil bajo, lo que los hace menos sensibles a terrenos irregulares, baches o bordillos. Es decir, los neumáticos de perfil alto amortiguan mucho más el impacto que los de perfil bajo.
Actualmente los neumáticos de perfil bajo están de moda ya que se asocia lo deportivo con la elegancia, puro marketing. Las marcas han sido las encargadas de asociar la mayor visibilidad de la llanta con la exclusividad. Haciendo que el consumidor conduzca neumáticos de perfil bajo por postureo y sin saber que son mucho más vulnerables a los pequeños choques diarios.
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Neumáticos según su dibujo
Los dibujos del neumático afectan directamente a sus prestaciones, por lo que dependiendo del dibujo que tengan, serán más óptimos para según qué tipo de contextos.
6. Neumáticos simétricos
Los neumáticos simétricos tienen el mismo dibujo (idéntico) en ambos lados, es decir, tienen una banda de rodadura con el mismo perfil tanto en el interior como en el exterior. Este tipo de neumáticos es el más habitual en los coches compactos y urbanos.
Los simétricos son más económicos que los asimétricos o direccionales, además, garantizan una buena adherencia y estabilidad por lo que la relación calidad-precio es óptima. Lo malo que tienen es su mal comportamiento sobre mojado y que con el paso de los años, se están dejando ya que no se adaptan a los vehículos deportivos (por ejemplo). .
7. Neumáticos asimétricos
Como podemos intuir, los neumáticos asimétricos tienen diferentes dibujos tanto en el interior como en el exterior del neumático, lo que permite exprimir y optimizar mejor las partes de la rueda, además de mejorar la experiencia en la conducción. Por la parte exterior los bloques de goma son más anchos que los simétricos y ofrecen mayor adhesión al asfalto en curvas. Por otra parte, el interior está diseñado con un dibujo en forma de tubo para drenar el agua en carretera mojada. Este tipo de neumáticos los “calzan” todo tipo de vehículos sin importar el segmento.
8. Neumáticos direccionales
Este tipo de neumáticos son muy fáciles de identificar ya que su dibujo es en forma de “V” o de flecha. Principalmente está pensado para evacuar con la mayor brevedad posible las grandes cantidades de agua que se pueden acolumar en el neumáticos durante la marcha a una velocidad elevada. Su óptimo control sobre mojada es por excelencia su mayor ventaja y reduce al mínimo las posibilidades de aquaplaning. Por contra, su durabilidad es menor dadas sus gomas blandas en la estructura de la rueda y el ruido es un poco más fuerte que los demás tipos de neumáticos.
Neumáticos según su interior
Algunos tipos de neumáticos esconden bajo el caucho algunas sorpresas gratificantes que pueden salvarte de algún que otro apuro, vamos a verlos.
9. Neumáticos antipinchazos
Haciendo honor a su nombre, los neumáticos antipinchazos, también conocidos como runflat, están especialmente diseñados con refuerzos en el interior que permiten rodar sin aire sin sobrepasar los 80 km/h cuando previamente se ha dado un caso de pinchazo. Es decir, son esos neumáticos que te pueden dar el oxígeno necesario para llegar a una estación de servicios o al taller más cercano teniendo el control del vehículo.
Su funcionamiento es muy sencillo, cuando se produce un pinchazo los runflat liberarán el aire y perderán presión de una manera mucho más pausada y lenta, aguantando el peso del vehículo sin deformar la llanta y teniendo en todo momento, el control del vehículo por parte del conductor.
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10 Neumáticos sin aire
Es ese neumático que se adapta 100% a todas las irregularidades del pavimento, no se pincha ni exige un mantenimiento regular. Es una tecnología muy avanzada (y muy cara) que se usa principalmente para calzar vehículos del sector agrario y de la construcción. En alguno de los casos, pueden verse en algún todoterreno que se ruede por superficies muy irregulares, pero repetimos, el inconveniente es que son muy caros.
11. Neumáticos ecológicos
Últimamente (y no es para menos), las tendencias actuales circulan en base al cuidado del medioambiente, por lo que el uso de estos neumáticos es cada vez más frecuente. En su proceso de fabricación destacan por sus compuestos especiales y por un dibujo que mejora la resistencia al rodamiento alargando la vida útil del neumático. Tratando de conseguir, de esta manera, disminuir en la medida de lo posible el consumo de gasolina y reduciendo las emisiones contaminantes que tanto dañan nuestro planeta.
