En una cena que tuve con dos amigos hubo un intenso debate: uno de mis amigos se lamentaba que en su ciudad había habido un incremento de robos de vehículos sin que la policía hiciera nada; el otro, que había trabajado unas semanas para una empresa de venta de alarmas para hogares (lo echaron por la pandemia), decía que todas las empresas de seguridad invierten en campañas para promover el miedo y hacer así más caja.
Este 2021, recién ha salido el informe de Estamos Seguros con el número de robos de automóviles en España en 2019. Estamos hablando de más de 40.000 robos al año, aunque la dinámica sea descendiente (según su informe). Las provincias de Sevilla, Barcelona y Madrid son donde hay más posibilidades de que te roben el coche. Y los modelos más atacados son el Seat León, el Seat Ibiza y el Volkswagen Golf.
En México, los problemas de inseguridad afectan también a los automóviles y los datos se mantienen estables. En 2018, fueron sustraídos más de 90.000. En Argentina, el 2019 fue el peor año de los últimos 12: 36.833 robos en total. En la capital de Colombia, Bogotá, en 2020 hubo 2.329 casos y las cifras son constantes año tras año.
Y todo esto solo en cuanto al robo del automóvil en sí. En primer lugar, vamos a tener que añadir a esos datos el robo de motos, camiones, furgonetas y otros vehículos. Después, tendremos que sumar las sustracciones en el interior del vehículo. Aquí los números se disparan: ¿quién no conoce a alguien a quien le hayan robado lo que llevaba en el coche? Vamos a tener que tomar medidas para estar más seguros.
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¿Cómo se roban los coches?
Hay muchas formas de robar un coche. A finales del siglo pasado, lo habitual era que forzaran la puerta (era bastante fácil) y te hicieran un puente para encender el coche. Este sistema ya no funciona, porque los coches están más protegidos y tienen mecanismos más complejos, pero cuidado si tenéis un modelo antiguo.
Una segunda forma, muy violenta, sería asaltar al conductor antes de que entre al coche y robarle las llaves. O pararlo mientras conduce con una excusa y hacerlo salir. No obstante, las maneras más usuales hoy en día son:
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Con radiofrecuencia: los ladrones disponen de un inhibidor de frecuencias que inhabilita el cierre centralizado a distancia. El coche no se va a cerrar y va a quedar a disposición de los malhechores. O bien han estado siguiendo a un objetivo en particular o bien pasa en aparcamientos de grandes supermercados.
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A partir del OBD: los ladrones acceden al interior del vehículo forzando la puerta. En Internet se venden aparatos como el Turbodecoder, una llave que puede abrir coches de las marcas Audi, Porsche, Volkswagen, Mercedes, etc. Una vez dentro, con otro aparato se conectan a la toma OBD, que es el sistema de protocolo obligatorio de comunicación que nos permite conectar con todas las centralitas del vehículo, haciendo creer al sistema que se dispone de llave para poner en marcha el coche rápidamente.
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Con una centralita clonada: los ladrones abren el capó y cambian la centralita electrónica del vehículo por una centralita clonada que no pide la llave para arrancar el coche.
También debemos tener cuidado en si nos llaman para hacer una revisión y nos dicen que pasarán a recoger el vehículo.
¿Qué tipos de sistemas antirrobo existen?
Podemos pensar que la mejor forma de que no nos roben el coche, es tener uno totalmente hecho polvo. En primer lugar, la mayoría de gente quiere un coche en buen estado y, en segundo lugar, y aquí queríamos llegar, los ladrones no siempre roban con motivos económicos: dar una vuelta con el coche o experimentar la adrenalina que produce saltarse las normas puede ser suficiente para ellos.
Después, gran parte de los coches no son sustraídos para ser utilizados, sino para aprovechar sus piezas. Son llevados a una nave industrial y allí son desguazados.
1. Sistemas de prevención
La mejor manera de evitar un robo es que no te roben el coche. ¡Qué obviedad! Lo es, pero la prevención es una cosa que los conductores suelen pasar por alto. No debemos aparcar en zonas “conflictivas”, tampoco podemos dejar el coche estacionado por muchos días en el mismo sitio y, si tenemos un coche de media gama o alta, su mejor sitio es el garaje. A partir de aquí, si aparcamos en la calle, nuestro objetivo es que los ladrones se fijen en los otros coches: es la ley de la calle. ¿Cómo lo hacemos?
Lo primero es instalar un sistema antirrobo manual, que veremos a continuación. Los sistemas manuales pueden ser desactivados sin problema en manos de expertos, pero se tarda un rato. Si los ladrones ven que no será un robo fácil, probablemente busquen una presa más asequible. En segundo lugar, no tenemos que dejar objetos a la vista. Ni gafas, ni sudaderas, ni bolsos.
¿Cuántos de vosotros no cumplís con estos dos procedimientos? ¿Y por qué? Tomar precauciones es aceptar que te pueden robar, pero negar la posibilidad puede ser vuestra perdición.
Finalmente, tenemos que instalar una alarma potente y extravagante, tipo sirena de camión. La gente de la calle termina por acostumbrarse a las alarmas de coches que suenan por un pequeño toque y ya no les prestan atención. Poner una alarma diferente alertará a los vecinos y espantará a los malhechores.
2. Sistemas manuales
Vamos ahora a ver los sistemas manuales. Por muy buenos que sean, los ladrones dedican toda su “jornada laboral” a buscar cómo desactivarlos. No obstante, como ya hemos dicho, nuestro objetivo es disuadir al ladrón dejándole claro que no somos un objetivo tan fácil. Y, evidentemente, si no es un experto, no podrá superar los siguientes obstáculos:
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Cepo antirrobo: los cepos antirrobo funcionan para los coches, pero adquieren más importancia en los remolques o caravanas. El cepo Auto Companion (37,07€), con sus tres puntos de anclaje, el bloqueo de la rueda es total, y su estructura circular impide que se pueda desmontar la rueda. El Warrior WA820 (29,99€) es más simple y fácil de colocar, pero igual de efectivo.
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Antirrobo de pedal: este dispositivo sirve para bloquear el embrague, el freno y el acelerador. El Zerone (23,99€), de acero inoxidable y con 8 agujeros, es muy práctico, robusto y difícil de quitar. Tenemos que ir con cuidado con estos sistemas: se tienen que ajustar bien a los pedales, si no, no sirven para nada.
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Antirrobo de volante: este mecanismo bloquea el volante. El Artago 840A/B (44,94€), con su diseño de doble función, bloquea el volante de forma que protege al mismo tiempo del robo del coche y del airbag. Estos antirrobos ocupan poco espacio y son muy seguros. Tiene que ir bien ajustado y, en el caso de que no funcione con nuestro volante, tenemos que cambiar el mecanismo.
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Antirrobo volante-pedal: es un sistema que bloquea el volante y el embrague o freno. El de la marca LQKYWNA (32,99€) adopta un diseño de cilindro de doble bloqueo para evitar el desbloqueo forzoso. El Bunker BP80/B (74,95€) está considerado el más seguro del mercado. Su arco basculante de acero endurecido antisierra lo cierra una cerradura de discos con sistema antiganzúa y un disco antitaladro de 2mm, además viene con 3 llaves planas reversibles y servicio de duplicado.
3. Sistemas digitales y electrónicos
Dentro de este grupo, se incluyen soluciones más avanzadas que no permitirán al ladrón arrancar el vehículo ni saber cómo superar los obstáculos.
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Cortacorriente: el cortacorriente es el sistema más bien valorado por los mecánicos y expertos en seguridad. Se trata de un dispositivo que debe instalar alguien que sepa cómo ponerlo y que elimina la posibilidad de arrancar el coche, porque no tendrá electricidad para hacerlo. El cortacorriente se coloca en un lugar oculto del vehículo que solo conocerá el propietario. Para que él pueda arrancar el coche, tiene que llevar un dispositivo electrónico o una tarjeta, que le dará el que lo coloque. También existe la posibilidad de desactivar el cortacorriente con una combinación secreta de botones del coche. Para el ladrón es prácticamente imposible saber dónde está este dispositivo. Además, si lleva un inhibidor de frecuencias, el coche no arrancará de ninguna manera.
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Localizador GPS/GSM: a partir de 40€, puedes colocar un localizador en el coche. Es útil para saber dónde está tu vehículo, pero quizá cuando lo actives ya será demasiado tarde porque estará desguazado. Los ladrones pueden desactivarlo con un inhibidor de frecuencias. Pero, es un sistema recomendable porque nos permite a nosotros gestionar rápidamente la pérdida.
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Cambiar la toma OBD: la última forma es proteger la toma OBD. Se puede hacer poniéndole un candado de máxima seguridad para que los ladrones desistan, o bien cambiarla por otro tipo de sistema como, por ejemplo, una toma RS-232, que suele ser personalizada para cada coche, conectada al sistema OBD a partir de un adaptador. El ladrón vendrá preparado para un tipo de toma y se encontrará otra muy diferente a la cual no se podrá conectar.
En resumen: ¿qué necesito?
Equipar los tres sistemas electrónicos es la mejor solución para que no te roben el coche. Los precios son variables y hay que hacer una pequeña inversión, pero es más barato que pagar un coche nuevo. No obstante, tenemos que impedir que al ladrón se le pase por la cabeza intentar nada, por tanto, un sistema manual (el que queráis) también es imprescindible. Si queréis solo pagar uno, sin duda, el mejor es el cortacorriente.
Tenemos que pensar que tan importante como disuadir al ladrón es que nosotros nos sintamos protegidos. Debemos poner un sistema con el cual nos sintamos totalmente seguros. Y precaución y anticipación, sobre todo, no penséis que a vosotros no os van a robar: los insensatos son los preferidos de los amantes de lo ajeno. Y, finalmente, una cobertura de seguro antirrobo también es esencial, que nos cubra tanto el robo como un posible destrozo, ya que, si el ladrón se frustra, puede pagarlo con nuestro coche.
