Como hemos comentado a lo largo de entradas anteriores, la situación de emergencia climática y medioambiental que vive el planeta hace necesario tomar ciertas medidas para el bien de todos. En esas medidas se incluyen las relacionadas con la industria de la automoción, que tiene cierta parte de responsabilidad en la emisión de gases de efecto invernadero tan nocivos para nuestro bienestar.
Ante esta tesitura, España y varios países europeos han creado lo que se conoce como zonas de bajas emisiones para tratar de reducir al mínimo posible la contaminación atmosférica en el ámbito urbano por parte de los vehículos. Dicho esto, a lo largo de las próximas líneas, en TopDriverz vamos a explicar qué son exactamente y bajo qué normas y criterios se rigen por lo general.
- Te recomendamos leer: "Las 11 marcas de coches que más contaminan del mercado (con cifras)"
Zonas de bajas emisiones: ¿qué son?
Una vez concluida la introducción para poner todo en contexto, es el momento de ir al grano y tratar en profundidad de qué se tratan las zonas de bajas emisiones y cómo se regulan. Allá vamos.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Cambio Demográfico de España las define como “áreas en las que el acceso a determinados vehículos está restringido debido a sus emisiones”. El órgano ministerial asegura que su razón de ser radica en “mejorar la calidad” del aire y especifica que están circunscritas a un espacio determinado en el seno de una ciudad, o incluso la ciudad entera.
Dicho esto, se puede decir que son lugares o espacios geográficos concretos y delimitados espacialmente en los que se regula la entrada de vehículos que son susceptibles de generar contaminación a ciertos niveles. Su regulación está sujeta a una serie de condicionantes, también puede estarlo al pago de una tarifa de acceso o encontrarse completamente restringidas.
- Te recomendamos leer: "Las 4 etiquetas de la DGT: ¿qué información nos dan?"
Tipos de zonas de bajas emisiones
Según el grado de regulación que se lleve a cabo en su seno, se pueden encontrar distintas tipologías de zonas de bajas emisiones. No obstante, es preciso indicar que dicha regulación está subordinada a reglamentos concretos fijados a nivel municipal:
1. Temporales
Corresponden a aquellas en las que las limitaciones se ven condicionadas a un deterioro de la calidad del aire o bien a antecedentes de contaminación monitorizados por las distintas estaciones climáticas de la ciudad en cuestión.
2. Permanentes
En su caso, las prohibiciones son firmes e inamovibles, de forma que se regulan en base al sistema de distinciones medioambientales establecido por la Dirección General de Tráfico (DGT), el cual aparece brevemente en cada reseña de coches que se hace por aquí. Para pedirlas, se puede ir bien a cualquier oficina de Correos, a cambio de cinco euros y sin tener que pedir cita previa, o al taller de confianza al que se vaya con frecuencia. La clasificación de estas etiquetas funciona de la siguiente manera:
- Sin etiqueta: engloba a todos los coches alimentados a través de gasolina que fueron matriculados antes del año 2000, así como a los diésel que lo fueron antes del 2006.
- Etiqueta B: corresponde llevarla a los coches que funcionan con gasolina que datan de entre el 2000 y el 2006, así como los de diésel que van de 2006 a 2013.
- Etiqueta C: acoge a los vehículos de cuatro ruedas de gasolina que se matricularon después de 2006 y a los que se nutren de gasóleo matriculados después de 2014.
- Etiqueta Eco: se limita única y exclusivamente a autos híbridos.
- Etiqueta CERO: involucra tanto a coches eléctricos como a híbridos cuya autonomía se sitúe por encima de los 40 kilómetros.
3. Otras ZBE
Al margen de las ya comentadas, hay otras como las Zonas Área Central Cero Emisiones (ACCE) que solamente admiten la entrada de vehículos de hidrógeno, eléctricos, híbridos y de gas natural ocasionalmente; y las APR/SER en las que sus residentes pueden entrar, estacionar o aparcar gracias a que cumplen con unas condiciones especiales.
¿Cómo se regulan las ZBE?
Si nos detenemos en el caso de España por ejemplo, lo cierto es que entrarán en vigor a nivel nacional a partir del año 2023. Así lo estableció la Ley de Cambio Climático y de Transición Ecológica, que empezó a aplicarse el 22 de mayo de 2021 y que anunció esa adaptación que tendrán que llevar a cabo las áreas urbanas de multitud de ciudades. Las poblaciones que, en palabras de su artículo 14, están obligadas a crear ZBE, son aquellas que cumplan estos requisitos:
- Que tengan más de 50.000 habitantes.
- Territorios insulares.
- Municipios que superen los 20.000 habitantes y que superen algunos límites de emisiones.
Con estos preceptos, se pueden sacar ciertas conclusiones, como que, al menos, unas 149 ciudades que acogen a 25 millones de personas (prácticamente la mitad de la población del país) tendrán que contar con una zona de bajas emisiones. Como hemos dicho ya por aquí, los Ayuntamientos son quienes deciden qué vehículos pueden acceder y cuáles no. Este precepto obedece a la idea de la DGT de unificar la señalización.
Sin embargo, el hecho de que el consistorio sea el encargado de regularlo puede dar lugar a que un mismo coche tenga prohibida la entrada a una zona de bajas emisiones de una ciudad pero puede entrar en otra. Por ello, esta institución fomenta que se comparta información entre vehículos y núcleos urbanos mediante el Punto de Acceso Nacional de información al tráfico. También se puede decir que todos aquellos conductores que tengan un auto con la etiqueta Eco o CERO tienen garantizada la entrada a cualquier tipo de ZBE sin excepción.
¿Qué ciudades españolas tienen ZBE?
Las dos principales ciudades del país, Madrid y Barcelona, son las que están más dotadas de ellas. En el caso de la capital, ha ido sufriendo cambios desde que viese la luz aunque sin mover las prohibiciones generales. De esta forma, los vehículos que carecen de etiqueta no pueden entrar a la actual zona de Madrid 360, que corresponde a la parte más céntrica de la urbe: Gran Vía, Sol, Atocha, Chueca, Malasaña, Embajadores, Lavapiés y Cibeles. En el caso de los que cuenten con las etiquetas B y C, tampoco pueden circular por aquí, a menos que tengan la intención de ir a un parking directamente. También es preciso indicar que se añadió otra más en Plaza Elíptica.
En el caso del espacio ubicado en la ciudad condal, va a prohibir el acceso de coches con la distinción B a partir de 2024, aunque de inicio planteó hacerlo precisamente a partir de 2022. A diferencia de lo visto con Madrid, no tiene tantas excepciones y matices para los residentes. En lo que sí han tenido manga ancha las autoridades en Barcelona es en lo relativo a los horarios, ya que las restricciones se llevan a cabo de lunes a viernes entre las 7 de la mañana y las 20 horas de la tarde a los autos que no lleven etiqueta.
Al margen de ellas, en otras urbes hay lo que se conoce como planes específicos contra la episodios temporales de contaminación, los cuales se pueden observar en ciudades como Valladolid, Valencia y Sevilla. Estas iniciativas no solamente atacan los picos de contaminación atmosférica generados por el tráfico, sino que también incluyen a aquellos producto de la climatología. De esta manera, se activan en cuanto se superan, durante un tiempo, los niveles de partículas nocivas medidos mediante las estaciones de la ciudad en cuestión. Para ello, siguen criterios dictados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
¿Hasta qué punto son efectivas las ZBE?
El grado de eficacia de las zonas de bajas emisiones está marcado por la extensión física que constituye su espacio, así como de las reglas concretas establecidas en lo que se refiere a la circulación y al acceso. No obstante, hay estudios que han sacado conclusiones positivas acerca de su presencia.
Por ejemplo, en Alemania se analizaron tres ciudades con ZBE en sus adentros. El trabajo certificó que se produjo una reducción de entre el 5 y el 10 por ciento de PM10, que son una serie de partículas muy nocivas de materia suspendidas en el aire de menos de 10 micrómetros de tamaño. La ya citada Madrid Central consiguió, cuando tenía este nombre, redujo hasta un 32 por ciento las emisiones de dióxido de nitrógeno gracias a las medidas que se implementaron bajo su funcionamiento.
¿Y dónde hay ZBE en el resto de Europa?
Grandes urbes pertenecientes al Viejo Continente acogen este tipo de espacios. En el caso de la ciudad de Milán se distinguen cuatro zonas distinguidas por el tipo de vehículo que puede acceder a cada una de ellas, así como otros requisitos. Londres fue la primera en establecer una tarifa de pago por entrar en su zona conocida como Central London en el año 2003, y actualmente tiene dos de baja y ultra baja emisión.
En París pasa algo parecido a lo visto con España, de forma que, desde 2016, el Gobierno exige que se coloque un distintivo llamado Crit´Air que cataloga a los vehículos galos en seis categorías en base a sus emisiones para permitirles circular por la llamada Zona de Circulación Restringida.
Finalmente, en Roma hay lo que se llama Zona de Tráfico Limitado que solamente permite entrar gratis a residentes, empleados y conductores de vehículos eléctricos. Los de gasolina y diésel matriculados antes del 2000 han de pedir un permiso con tarifa que parte de 76 euros anuales. A ella hay que sumar otras dos zonas más, haciendo hincapié también en los modelos de gasolina y diésel.
