Todo deporte empieza a coger notoriedad gracias, a su vez, a las leyendas que van construyendo sus protagonistas con el paso del tiempo y de sus logros. El motociclismo no es una excepción, y en su crecimiento intervinieron varios genios que iniciaron el camino que, posteriormente, han seguido y están siguiendo muchos otros pilotos en nuestros días.
Si hay un pionero de este deporte en España ese es Ángel Nieto. Él fue con quien empezó toda esta fiebre por las dos ruedas en el país y quien inspiró a los que salieron campeones en las épocas venideras. Sus 12+1 títulos mundiales le sitúan como el segundo piloto más laureado de la historia del mundial de motociclismo, por lo que no podía faltar en estas líneas al igual que no lo hicieron otros míticos nombres cuando se les ha dedicado un post.
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Biografía de Ángel Nieto (1947 - 2017)
Tras haber puesto en contexto lo que supone la figura de Ángel Nieto en el motociclismo, es el momento idóneo para empezar a contar detalles de su vida, así como todo lo que hizo por este deporte durante su existir, tanto como piloto en activo como en su faceta posterior como jefe de equipo y comentarista. Allá vamos.
1. Comienzos
El 25 de enero del año 1947 pasó a la historia, entre otras cosas, como el día en el que Ángel Nieto vino al mundo. El destino quiso que naciera en la ciudad de Zamora, pero junto a su familia emigró a Madrid cuando tenía tan solo un año para crecer en el barrio de Vallecas. Criado en una familia humilde, sus padres fueron quienes construyeron el hogar en el que se crió.
En sus calles estableció sus primeros vínculos con el mundo de las motos, concretamente en el taller de Tomás Díaz Valdés, periodista que más tarde se dedicó a tratar información del mundo del motor. Entre las razones principales que le llevaron a empezar a trabajar allí como aprendiz fue la delicada situación económica de sus padres, lo que le obligó a dejar de lado sus estudios cuando era un niño.
En la que era aquel momento su segunda casa, se ganó el apodo de El Niño, el cual le acompañó hasta en sus primeros años de carrera deportiva. Y es que, en el depósito de la moto que le acompañó en sus primeras carreras, aparecía un chupete pintado sobre él y ese sobrenombre. Con 12 años se fue a trabajar a otro taller en la ciudad de Madrid, el Motos Yepes ubicado junto al popular Rastro de la capital española. Sin embargo, la experiencia no le llenó en absoluto y, a las dos semanas, se marchó. Mientras trabajaba, tomaba parte en carreras para aficionados: tanto en Madrid como en otras que tenían lugar en otros puntos de la geografía española.
En una de esas carreras celebradas en su ciudad, conoce a Paco Bultó, dueño y fundador de la marca de motos Bultaco. Se coló en los boxes donde estaba Bultó y le preguntó cómo podía hacerlo para trabajar en el departamento de competición de su marca. El popular empresario le recomendó escribir una carta y ya le responderían más adelante.
La respuesta nunca llegó y, cansado de esperar, aquel jovenzuelo Ángel Nieto toma una de las decisiones más importantes de su vida: mudarse a Barcelona. En la ciudad condal vivió con su tía y, mientras tanto, buscaba trabajo como mecánico para seguir ganando experiencia laboral.
2. Una vida nueva lejos de sus padres
Como dijo en una entrevista, los comienzos en su nueva ciudad fueron duros, ya que trató de que le cogieran en Derbi, pero no hubo manera. Decidió tomarse una revancha con el destino y se plantó un día en la puerta de la fábrica de Bultaco para esperar a Bultó. Cuando llega, le recuerda que hablaron en Madrid y su insistencia encuentra premio, ya que accede a mandarle a su departamento de competición como aprendiz.
Sin embargo, su estancia es breve dado que uno de los pilotos oficiales, de apellido Medrano, se va de gira y él está decidido a acompañarle a pesar de que no tenga dinero para pagarle. Ángel quiere aprender y convertirse en un mecánico de competición a todas luces, y para ello se conforma con que pueda comer durante su estancia y dormir en el Renault Dauphine que transportaba a ambos.
Una vez que termina esa gira, ha de volver a Barcelona, y cuando vuelve se queda sin trabajo ya que se había ido sin permiso a acompañar a Medrano. No obstante, esos viajes le sirvieron para conocer a personal de Ducati y la marca italiana le da empleo en la fábrica que tiene en la ciudad. Eso sí, hay un pequeño problema: las motos más pequeñas de su nueva empresa eran de 125 centímetros cúbicos y había que ser mayor de edad para conducirlas.
Para su suerte, el jefe del Departamento de Carreras de Ducati, un tal Bartolotti, le pide a Derbi una moto de 50cc para correr en una carrera sobre el trazado urbano Carlos III. La marca española no puede acceder a esa petición, pero a cambio le proporciona la de Juan Ignacio Mitjans, profesional que se dedicaba a hacer los carenados. El resto del equipamiento, lo que hoy sería el mono, se lo proporciona alguien que no conoce, y con todo acaba quinto.
Tras ver su actuación aquel día, en Derbi le dicen que, si quiere volver a pilotar una de sus motos, se tiene que ir a la fábrica con ellos a trabajar, lo cual satisface a Ángel dado que eso es lo que intentó una vez que se mudó a Barcelona. Eso sí, para todas esas pruebas en las que había corrido y en las siguientes que iba a correr, tuvo que falsificar la documentación requerida al no tener aún la edad mínima permitida.
3. Competición con Derbi y Ducati
Con Derbi tiene la posibilidad de participar en carreras de distintos certámenes, como el Campeonato de España y el Mundial. No obstante, en el que tocó la gloria tantas veces aún no podía acudir a todos los circuitos, sino a los que estaban más cerca: Francia, Alemania, Países Bajos y el Gran Premio de España claro. En el primer año de viajes por Europa, es capaz de conseguir dos quintos puestos, aunque su temporada se ve truncada por un grave accidente en Francia.
Su primera victoria de renombre llega en Sevilla durante el Campeonato de España de 1965, de la mano de Ducati, que le había fichado tras haber rechazado la oferta de renovación de Derbi. Le habían denegado viajar a Daytona (Estados Unidos) para una prueba del Mundial y no se lo tomó muy bien. Se da a conocer en su país en 1966, con unos resultados más brillantes que le ponen en el mapa y en boca de la gente.
4. Llega lo mejor
Vuelve a Derbi poco después, aunque solamente como piloto, y su foco está puesto única y exclusivamente en convertirse en el primer campeón del mundo español. El cambio de reglamento en la categoría de 50 centímetros cúbicos de 1969, por el que los motores permitidos pasan a ser monocilíndricos y las cajas de cambios han de tener como máximo 6 velocidades, le vienen como anillo al dedo, como lo demostró consiguiendo su primer título.
Revalida la corona en la categoría más pequeña en 1970 antes de debutar a lo grande en 125cc ganando los dos primeros que disputa (1971 y 1972), al mismo tiempo que reedita éxito en 50cc (1972). Estuvo dos años sin ganar antes de volver a tocar el cielo en ambas categorías durante el final de la década de los 70´ (1975, 1976, 1977 y 1979) y principios de los 80´ (1981, 1982, 1983 y 1984). Nunca ganó en la categoría reina de por aquel entonces, los 250cc, pero dejó un legado inolvidable y se hizo muy querido en el paddock por todos.
5. Retirada y vida más allá de los circuitos
Fue tras la temporada 1986 cuando Ángel Nieto decidió dejar el deporte que tanto le dio y que le convirtió en un icono del deporte español. Tras ello, tuvo más tiempo para pasarlo con sus dos hijos, Ángel o Gelete y Pablo, que nacieron durante sus años dorados en los circuitos y que siguieron los pasos de su padre profesionalmente hablando.
Eso sí, nunca se desligó del todo del mundial, porque más tarde creó su propio equipo y se involucró en otros. De hecho, vivió in situ el título de 125cc conseguido por Emilio Alzamora (1999) cuando él ejercía de director técnico en su equipo del Vía Digital Team. En la televisión estuvo un montón de tiempo como comentarista, viendo cómo sus hijos y su sobrino Fonsi intentaban emularle. Fue quizá este último con su subcampeonato de 250cc en 2002 el que más cerca estuvo de emularle mínimamente.
Tuvo otro hijo muchos años después de la retirada, Hugo, con su segunda esposa, y en el verano de 2017 nos dio la peor noticia de todas las que podía darnos con su accidente en quad durante sus vacaciones anuales en Ibiza, concretamente en la carretera que comunica a dicha ciudad con una pequeña localidad llamada Santa Eulalia. Un edema cerebral masivo nos privó de seguir disfrutando de su energía y buen rollo en cada Gran Premio. Qué raro se sigue haciendo que no esté.
