Marc Márquez ha sido el gran dominador en la categoría reina del motociclismo hasta que sufrió aquella fractura de húmero en 2020 durante el Gran Premio de España disputado en Jerez. Ha sido ganador de ocho títulos del Campeonato del Mundo de Motociclismo en tres categorías distintas: 125cc, Moto2 y MotoGP, donde ha cosechado seis títulos.
Últimamente a Marc Márquez le han pasado un sinfín de cosas. Y es que hace unas semanas sufrió una caída mientras estaba entrenando motocross y que le supuso una leve contusión en la cabeza. Ese contratiempo le dejó sin correr el Gran Premio disputado en Portimao (Portugal) el pasado fin de semana. No obstante, es probable que el próximo año vuelva a mostrarse competitivo tras las victorias cosechadas este año.
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Biografía de Marc Márquez
Para poner todo lo ya contado en contexto, en TopDriverz vamos a contar detalles de su vida, sus inicios en el motociclismo y todo lo que ha conseguido en su carrera deportiva, que es mucho como ya sabréis los que seguís la competición de MotoGP habitualmente.
Primeros pasos
Marc Márquez nació en la localidad de Cervera (Lérida, España) el 17 de marzo del año 1993, lugar donde sigue residiendo a día de hoy junto a su familia, a la que también pertenece su hermano Álex Márquez, campeón de Moto3 (2014) y de Moto2 (2019) y que también corre en MotoGP. A los cuatro años el gusanillo de las dos ruedas ya le picaba, como prueba de ello hizo sus primeros pinitos a lomos de una moto de juguete que contaba con ruedines para que el pequeño no perdiera el equilibrio.
Con cinco años ya participaba en carreras en su pueblo. No obstante, además del asfalto también le llamaba la atención el motocross, ya que todos los corredores salían a la vez y el tiempo por vuelta no era tan importante. Sin embargo, no había categorías en aquel momento para que compitiera. Con seis años, su padre Juliá le compró una KTM de 50 para que se lo pasase en grande haciendo enduro. Un poco más tarde por fin cumpliría su deseo de correr en motocross, hasta el punto de ser subcampeón de Cataluña en el 2000 y, al año siguiente, proclamarse campeón del certamen regional.
No obstante, no dejó de lado el enduro, disciplina en la que fue cuarto de su categoría subido a una Kawasaki 65 con marchas. En 2002 tuvo lugar el punto de partida de todo lo que ha venido después, ya que comenzó a competir en asfalto. No lo hizo nada mal en el curso de su debut, ya que finalizó en tercera posición el campeonato de Cataluña. Al año siguiente, con diez años ya saboreó las mieles del éxito gracias a su victoria en el Open Racc 50 centímetros cúbicos subido a una Rieju.
En 2004 ya se enfrentó a una competición parecida relativamente a la que conoció en sus primeros años mundialistas, ya que participó en el Campeonato de Cataluña de 125 cc formando parte del equipo Racc Impala y a lomos de una Honda CBR 125. Como curiosidad, quedó subcampeón por detrás de su actual compañero en el Honda Repsol: Pol Espargaró. Como ocurrió con el motocross, al año siguiente ganó el título con el mismo equipo. El bicampeonato lo firmó en 2006 y le permitió dar el salto al Campeonato de España de Velocidad (CEV). Además, en ese año conoció a Emilio Alzamora.
El CEV, la antesala al mundial
En el certamen nacional Márquez corrió con una KTM 125 FRR, con la que obtuvo su primera victoria en Jerez (2007). Terminó noveno en la clasificación general, lastrado posiblemente por sus escasos 43 kilos de peso y sus 150 centímetros de estatura que le penalizaron sobre la montura, ya que la inercia de su máquina le empujaba hacia fuera de la trazada.
Debut en el mundial y primeros resultados
El año 2008 será recordado por Márquez y por el motociclismo español como el de su debut en el campeonato del mundo de 125 centímetros cúbicos. En esta aventura le acompañó la misma marca que en el CEV, KTM, y el equipo Repsol, donde compartió box con Tito Rabat. Tampoco se olvidará aquella temporada gracias al podio que consiguió en Donington Park, con 15 años y 126 días, convirtiéndose en el español más joven en hacerlo y el segundo de la historia.
El curso siguiente mejoraría lo conseguido en el anterior, ya que volvió a subir a uno de los tres cajones del podio en Jerez y firmó un par de pole positions: la primera en Le Mans, que le situó como el segundo más joven de la historia en conseguir este logro. La otra fue en Sepang (Malasia) y pudo ser su primer triunfo de no ser por una rotura de motor. Finalizó en octava plaza la general.
La primera corona de 2010
La marca que le había acompañado en los últimos tiempos, KTM, se marchó del mundial tras acabar 2009. Esto propició que Márquez se uniera a Derbi y al equipo Ajo Motorsport para disputar su tercera temporada en el campeonato del mundo de 125 cc. Como dice el dicho: a la tercera fue la vencida. Y tanto que lo fue ya que se coronó campeón del mundo tras obtener sus primeras victorias y firmar una actuación épica en el GP de Portugal disputado en Estoril.
Estrenó su casillero de victorias en Mugello el 6 de junio de 2010 con motivo del GP de Italia, lo que fue el comienzo de una racha triunfal de cuatro victorias consecutivas que tuvieron como enclaves Montmeló, Silverstone y Assen. Eso sí, como se ha adelantado ya ninguna tuvo la epopeya del país vecino. Márquez se cayó en la vuelta de formación que precedía a la reanudación de la carrera, que se había detenido por la lluvia, lo que dañó seriamente su moto a menos de diez minutos del comienzo. Los mecánicos repararon in extremis la moto, ayudados también por otros pilotos incluso.
Lo que vino después fue, sencillamente, espectacular: salió desde el fondo de la parrilla, se puso cuarto tras el primer paso por línea de meta y acabó ganando por delante de Nico Terol, con quien se acabaría jugando la corona en Valencia. No arriesgó demasiado en la última cita y aseguró el campeonato quedando cuarto, a pesar de que había sido el más rápido de la clasificación.
El bienio de Moto2
El paso por la categoría intermedia no fue un camino de rosas para el ilerdense, especialmente su año de rookie. Varias caídas y el problema de visión que ha vuelto a sufrir le impidieron disputar las dos últimas carreras de 2011 y, de esta manera, disputarle hasta el final el título al que también es su compañero de equipo como probador, el alemán Stefan Bradl. A pesar de todo lo que le pasó, firmó siete triunfos y once podios en total de la mano del Catalunya Caixa Repsol.
Nada iba a tener que ver la temporada siguiente de 2012, a pesar de que poca pretemporada pudo hacer por el contratiempo ya mencionado. Subió al cajón más alto del podio en nueve ocasiones y 14 en alguno de los tres. Los colosos de MotoGP ya estaban avisados de lo que se les venía encima.
Llegar y besar el Santo
En 2013 Marc Márquez debutó en la categoría reina de MotoGP de la mano del que es su actual equipo: el Honda Repsol. Su desembarco en el equipo oficial de la marca del ala dorada fue propiciado por la prematura retirada de la competición del australiano Casey Stoner a los 27 años, quien precisamente había sido el último en ganar con los japoneses en 2011. Desde aquella temporada hasta 2018 su compañero fue Dani Pedrosa.
Y es que todo le salió bien ese año, ya que solamente se bajó del podio en Mugello, a causa de una caída, y en Phillip Island tras ser descalificado. En total, seis triunfos y otros diez podios para ser el primer debutante que logra el título de MotoGP y el más precoz en conseguirlo. Entre los momentos importantes hay que destacar el tercer puesto en Catar en la prueba inaugural, su primera victoria en Austin y las maniobras en Jerez y Laguna Seca que recordaron a las ya míticas de Rossi ante Jorge Lorenzo primero y precisamente ante su autor original en suelo estadounidense después.
El histórico 2014
El segundo año en la categoría reina vio el dominio que Márquez era capaz de ostentar, ya que hizo pleno de victorias en las diez primeras carreras, a las que siguieron tres más. Ese arranque fulgurante le hizo igualar a lo conseguido por Mick Doohan y Giacomo Agostini, y acabó superando en victorias al australiano y en poles a su predecesor en Honda, Casey Stoner.
Un 2015 agridulce y polémica con Rossi
La regularidad que mostró en sus dos primeros años no la tuvo en 2015, con hasta seis caídas. Un hecho que le apartó de la pelea por su quinto título demasiado pronto para ser quien lo defendía. Si por algo recordará este curso Márquez será por ser el comienzo de su enemistad con Valentino Rossi, que coincidió precisamente con la oportunidad más clara que tuvo el italiano para conseguir su décimo título.
Aquellas intensas batallas en Argentina y Países Bajos fueron los antecedentes a aquella patada en Sepang que ya forma parte de la historia de este deporte. Todo esto no impidió que obtuviera la victoria en cinco carreras y cuatro segundos puestos.
Recuperación del trono
Quizá el de 2016 fue el más “conservador” de todos sus títulos hasta el momento, ya que materializó el mismo número de triunfos del año anterior en su pentacampeonato, acompañados de muchos podios: hasta doce. El siguiente sería, junto al primero de MotoGP, el más sufrido tras llegar a Valencia emparejado con Andrea Dovizioso en puntuación. El italiano venía recortando distancia en las últimas carreras, pero no fue suficiente: primero por una salvada en la primera curva de Márquez y después porque el de Ducati se fue al suelo.
El año siguiente fue una continuación ya que Ducati y Dovizioso seguían acechando su reinado, pero el catalán mantuvo una distancia relativamente cómoda sobre él, a pesar de que la primera carrera de Catar cayó del bando rojo. Con todo ello, sumó nueve victorias y cantó el alirón en Motegi a falta de tres carreras para el final. El último campeonato antes de la pandemia volvió a mostrar un Márquez dominante, con doce victorias en su haber, 18 puntos y 420 puntos de récord. Lo aseguró en Tailandia tras un precioso duelo casualmente ante el campeón de 2021, el francés de Yamaha Fabio Quartararo.
Lesión y vuelta a la competición
Esa primera carrera disputada tras el confinamiento en Jerez fue el comienzo del calvario de Márquez. Sufrió una fortísima caída cuando estaba remontando y que le produjo una fractura del húmero de su brazo derecho. Trató de correr a la semana siguiente, pero al poco de subirse a la moto comprobó que no se había recuperado óptimamente y estuvo todo el año parado pasando por el quirófano varias veces.
Este año volvió en Portugal precisamente firmando un séptimo puesto, y no falló ante su cita con Sachsenring y Austin, circuitos a izquierdas que le van como anillo al dedo, además de la última conseguida en Misano. Ojalá que en 2022 pueda regalarnos otra vez su magia.
