Los 10 coches más míticos de Le Mans (y su historia)

La ilustre carrera de resistencia ha forjado la leyenda de pilotos y marcas con el paso del tiempo. Echa un vistazo en este post a los coches más famosos e ilustres de Le Mans.

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Si hay una carrera de resistencia conocida en todo el mundo esa es Las 24 Horas de Le Mans. Esta especialidad del automovilismo pone a prueba una cosa que muchas otras no lo hacen con tanto énfasis: el trabajo de equipo. Y es que un buen o mal relevo entre los pilotos compañeros puede facilitar el camino hacia la victoria o lastrar las opciones de éxito.

Como prueba prestigiosa del deporte de motor que es, en TopDriverz vamos a dedicarle un espacio hablando de los 10 coches más míticos que han pasado por Le Mans en sus cerca de 100 años de vida. Unos más bonitos, otros más rápidos, pero todos ellos se hicieron un hueco en la memoria de los aficionados y en la historia de la competición. ¿Los conocéis?

Los 10 coches más ilustres de Le Mans

Una vez que hemos llevado a cabo la introducción de rigor, es el momento de ir al grano y describir cada uno de los autos que se construyeron una reputación en la prueba de resistencia más importante del planeta. Al lío.

1. Bentley Speed 6

Bentley es uno de los nombres más asociados con la carrera francesa. No en vano, se proclamó ganadora cinco veces durante la década de los años 20´ del siglo pasado. Si hay uno que destacó por encima del resto fue el Bentley Speed 6, de color verde, equipado por un motor de 6.597 centímetros cúbicos y que le aportaba entre 147 y 150 CV de potencia. Ello le permitía alcanzar una velocidad punta de 137 kilómetros por hora y vencer en los años 1929 y 1930.

Bentley Speed 6

2. Alfa Romeo 8C

Justo después de que la marca británica marcase época en la carrera, llegó Alfa Romeo con su 8C para intentar seguir sus pasos. Con un aspecto ciertamente similar a los bólidos que más tarde protagonizarían los primeros años del campeonato de la Fórmula 1, el coche italiano no tuvo rival entre 1931 y 1934 con sus 4 triunfos consecutivos, para lo que contó con un propulsor de 2.336 centímetros cúbicos y 142 CV que le llevaba hasta los 170 kilómetros por hora. El que inició el camino fue el 8C 2300 y lo siguió con un aspecto coupé que era muy distinto. En 1938 sorprendió a propios y extraños por su aspecto cerrado y, de no haber sido porque se les pinchó una rueda y se les rompió una válvula, quizá hubiera ganado aquella edición.

Alfa Romeo 8C

3. Jaguar D-Type

No solo Bentley ha cantado victoria aquí como marca británica, sino que también lo hizo Jaguar en su momento. Su época de esplendor en el trazado de Bugatti tuvo lugar durante los años 50´, saboreando las mieles del éxito por primera vez en 1951 con el XK120C, dos ediciones después con el C-Type e hicieron lo propio con el D-Type en tres seguidas: 1955, 1956 y 1957. Aquel dominante auto llevaba a bordo un motor de 3.442 centímetros cúbicos y 200 CV de potencia que le permitían superar los 260 kilómetros por hora. Su diseño tan especial, los logros deportivos que consiguió y las 16 unidades que se produjeron para calle le convirtieron en una auténtica reliquia.

Jaguar D-Type

4. Ford GT40

Con la decoración de Gulf en la carrocería, Ford tocó la gloria gracias a las bondades de su GT40. Lo cierto es que tardó en brillar con luz propia sobre Le Mans, ya que tras varios intentos logró vencer gracias al equipo JWA Squad con unidades desarrolladas, que contaban con cabezales Gurney-Weslake en su motor V8 de 4.9 litros y 425 CV, lo que le llevaba hasta los 340 kilómetros por hora. Mención especial merece lo conseguido en 1969, cuando se impuso por menos de 100 metros de diferencia al Porsche 908, una de las más emocionantes hasta el final que se pueden recordar.

Ford GT40

5. Porsche 917k

En la década de los 70, Porsche empezó a construir su legado en Le Mans. Para emprender tal difícil empresa se dotó del 917k. Con una cola corta y aletas verticales firmó un doblete 1-2 en la edición de 1971, un diseño que representaba el movimiento desde las curvas con aspecto redondeado habituales en los 60´ hasta los bordes más cuadrados y duros de los 70´.

Como dato, logró un récord de distancia sobre el segundo el año que equipó su chasis 053, hecho de magnesio más ligero, sacándole dos vueltas enteras al circuito. Llevaba un propulsor de 4.907 centímetros cúbicos y 600 CV de potencia que le permitían alcanzar los 354 kilómetros por hora y también el triunfo en 1976 y 1977. En los 80´, con el 956 y el 962 de cola larga también dominó entre 1982 y 1988, con multitud de decoraciones.

Porsche 917k

6. Toyota GT-One

Mucho más recientemente, el Toyota GT-One se ganó un hueco en la historia de la carrera de resistencia más importante. Lo hizo en medio de la era GT1 que marcó un antes y un después a finales del pasado siglo. Esto se tradujo en diseños de fábrica más parecidos a los coches del Grupo C que a los autos que podemos ver en las calles y por las carreteras.

El look agresivo y peculiar del coche japonés le abrió un hueco en la memoria de todos los aficionados a Las 24 Horas de Le Mans, aunque tuvo cerca la victoria en 1998 y 1999, pero entre problemas mecánicos, paradas en boxes lentas y accidentes no pudo lograr el ansiado triunfo. Como ya sabréis, recientemente sí que ha podido ganar con la presencia de Fernando Alonso.

Toyota GT-One

7. Audi R8

Con el cambio de siglo, Audi decidió apostar decididamente por la prueba de resistencia, y lo cierto es que le salió a pedir de boca. Desde entonces, consiguió un total de 13 victorias sobre el trazado de Le Mans. El R8 fue con el que llegó y besó el santo en el año 2000 y que siguió ganando, de forma consecutiva, hasta 2002 primero, y después en 2004 y 2005. Para lograr tal hegemonía, equipó un motor biturbo de 3.600 centímetros cúbicos y 610 CV de potencia. Siguió sus pasos el R10 TDI entre 2006 y 2008 con tres victorias más bajo el brazo.

Audi R8

8. Mazda 787B

Más bonito que hegemónico, el Mazda 787B se ganó un lugar en los corazones de los aficionados a principios de la década de los 90´, con una decoración que combinaba el verde y el naranja, con líneas despejadas, y que se complementaba con un motor rotativo. Contra todo pronóstico, venció en 1991 consiguiendo el primer triunfo para un fabricante japonés en la historia de la competición.

Los 50 kilos que se descargó antes de la carrera y la falta de fiabilidad de algunos de sus rivales explican aquel hito. De esta manera, la asistencia de ORECA con el desarrollo del motor rotativo resultó en una gran ventaja. A partir de ahí, nunca más volvió a estar ni cerca de repetir logro, pero su estética es difícil de olvidar para los seguidores más fieles de Las 24 Horas de Le Mans.

Mazda 787B

9. Ferrari 250 LM

Fiel al mundo de la competición, Ferrari tuvo sus años dorados también en el autódromo de Bugatti. Sobre todo en la década de los 60´ del siglo pasado, cuando se presentó con el 250 LM para llevarse la victoria en el broche final a lo conseguido entre 1960 y 1965 de manera consecutiva. De aspecto coupé y cerrado, llevaba a bordo un motor V12 de 3.286 centímetros cúbicos y 320 CV de potencia que le llevaban a rozar los 300 kilómetros por hora.

A finales de esa época, con el 330 P4, estuvo a punto de recuperar su dominio con un diseño más estilizado y curvilíneo que se apoyó en una mecánica liderada por su V12 de cuatro litros y culata de tres válvulas. Logró la segunda y la tercera posición a pesar de que el vencedor Ford MkIV le sacaba 32 km/h de velocidad punta en la recta.

Ferrari 250 LM

10. Peugeot 905

La marca francesa ha sido profeta en su tierra durante varias ediciones de Las 24 Horas de Le Mans. Especialmente a inicios de la década de los 90´, con las victorias en 1992 y 1993 gracias, en parte, a un chasis monocasco hecho de fibra de carbono que cuya ligereza permitió que su peso se limitase a 750 kilos apenas.

También llevaba a bordo un motor V10 fabricado en aleación ligera con cuatro válvulas por cilindro y 3.5 litros que desarrollaba 600 CV de potencia. Fue tal la genialidad con este propulsor que la marca del león se lo proveyó a Mclaren, con ligeros cambios, para que lo empleara en la Fórmula 1 entre 1994 y 2000, tiempo en el que Mikka Hakkinen consiguió sus dos títulos. Para conseguir el primer triunfo en aquel 1992, le pudieron dotar de 20 CV más y una aerodinámica revisada por completo, y en la siguiente edición firmó un triplete histórico con los 905 EVO 1bis.

Peugeot 905
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