La obligatoriedad del seguro de coche o de moto no es un capricho de las autoridades: es la aceptación de que las personas cometen errores, de que la tecnología a veces falla y, en definitiva, de que no hemos sido capaces de obtener una circulación segura para todos. Por tanto, tarde o temprano es muy probable que nos veamos envueltos en un accidente, que ya puede ser un ligero golpecito o algo más grave.
Alguien debe asumir las consecuencias y cada país establece el mínimo de la cobertura obligatoria: hay quienes solo hacen cubrir las lesiones físicas o las indemnizaciones por muerte y hay quienes obligan a las compañías a hacerse cargo de las reparaciones a terceros.
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¿Cuáles son los mejores consejos para que la póliza del seguro del coche sea más económica?
Realmente no podemos dar un número exacto con el que puedas decir: este es el precio perfecto para la póliza. De hecho, las compañías intentan que, cuando buscas información por internet, el precio sea lo último que veas. Ahora que disponemos de comparadores de seguros, conviene remarcar que el mejor precio se establece por comparación. Debemos mirar aquellas condiciones que nos interesan y ver quién nos ofrece lo mejor para nosotros.
Si es verdad que un precio alto suele ser una “estafa”, lo es más que un precio barato nos puede dar sorpresas desagradables, así que debemos aspirar a un precio simplemente ajustado. Pero como consumidores podemos hacer 15 cosas que nos permitirán tener todavía un mejor precio. Vamos a verlas.
1. Bonificaciones
En primer lugar, vamos a mirar si estamos en una compañía que siente aprecio por sus clientes y apueste por fidelizarlos. Con los años, las mejores compañías ofrecen bonificaciones por antigüedad y buena conducción que nos pueden beneficiar. Si al principio, el precio es un poco más caro, con los años nos saldrá más a cuenta estar allí.
2. Amenaza con cancelar el seguro
Es una opción arriesgada, pero que nos puede dar buenos resultados. Si vemos que podríamos cambiar a una compañía similar y cancelamos el seguro actual, la compañía seguramente intentará ofrecerte unas mejores condiciones para que te quedes. Aprovechémoslo.
3. Comparar los precios
En pleno siglo XXI es totalmente imprescindible comparar las distintas ofertas que hay en el mercado. Con los comparadores digitales no tenemos ninguna excusa para no hacerlo. Ellos han recopilado toda la información disponible para cada modelo y cada característica determinante del conductor, para no caer en el error de pagar de más en una compañía cuando otra te ofrece lo mismo por menos. Se estima que se puede llegar a ahorrar de un 10 a un 15% de la póliza. Y después debemos mirar opiniones para garantizar que la aseguradora es fiable.
4. En la carretera, máxima precaución
Este truco es muy obvio, pero lo es tanto que muchos lo descuidan. Ahora las aseguradoras suelen perdonar la primera “falta”, pero por cada incidencia va a subir la prima del año siguiente. Por tanto, debemos mantener la máxima precaución en la carretera para evitar accidentes causados por nosotros, debemos evitar que nos metan multas de tráfico, no podemos estacionar el coche en barrios con altos porcentajes de robos… En definitiva, si usamos siempre el sentido común y la precaución, evitaremos una sorpresa a primeros de año.
5. Escoge solo lo que necesites
La persona que te atienda personalmente, ya sea por teléfono o en la oficina o por internet directamente, te ofrecerá un pack que incluirá multitud de coberturas para darte la sensación de total protección frente a los peligros. Después de sentirnos reconfortados, es el momento de parar y reflexionar sobre si necesitamos todas las coberturas que se nos ofrecen. ¿Queremos una cobertura contra daños por nieve si vivimos en una zona donde nunca nieva? En caso de dudar, evidentemente siempre es mejor tener de más que de menos, pero si vamos con el presupuesto ajustado, vamos a renunciar a las cosas que no necesitemos.
6. No financies ni fracciones las cuotas
Es verdad que hay familias que tienen dificultades para abonar el precio de la prima de golpe. Por eso, algunas compañías ofrecen poder fraccionar la cuota o financiarla con un banco. No obstante, a no ser que las circunstancias no dejen otra opción, nosotros no recomendamos hacer este procedimiento porque lo más seguro es que te cobren algún tipo de recargo con lo que el precio final se puede disparar. Debemos intentar ahorrar para poder afrontar sin problemas este pago.
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7. Mira bien qué coche quieres
Las aseguradoras tienen personal muy potente analizando datos y más datos y tienen muy claro que ciertos coches son más propensos a tener accidentes. Si nos compramos un coche de 300CV, aunque nosotros seamos unos amantes del respeto por los límites de velocidad, la compañía va a desconfiar de nosotros sí o sí, con lo que nos va a cobrar de más. A la hora de adquirir un vehículo, debemos tener en cuenta este aspecto. Si te lo puedes permitir, pero, si ya llegamos justos para el coche, el seguro será un verdadero quebradero de cabeza económico.
8. Cuidado con la motorización
En la misma línea que el anterior consejo, ahora mismo la motorización que ofrece unas mejores condiciones para la prima es el motor de gasolina. Los diésel pagan siempre más y los eléctricos y los híbridos, al ser una tecnología que no sabemos cómo evoluciona en el tiempo, tampoco generan la mayor confianza en las aseguradoras. Ellas van a lo seguro y, de momento, lo seguro es la gasolina (aunque el cambio eléctrico es un imperativo ya).
9. Cada seguro en la misma compañía
No solo las grandes aseguradoras ofrecen seguros de auto, hogar, salud, etc., sino que las medianas también. Y esto puede ser una ventaja, porque les gusta ofrecer packs con coberturas en las distintas ramas con un buen descuento global. Es, sin duda, una muy buena opción contratar los distintos servicios en la misma compañía. No obstante, debemos estar seguros de que estará a la altura y que tenemos buenas referencias de ella, para no tener problemas de más.
10. Pago por uso
Una alternativa muy interesante a las pólizas tradicionales es el denominado pago por uso. Las compañías ofrecen contratos muy específicos para conductores que suelen usar muy poco su vehículo. Las dos partes salen ganando porque la aseguradora arriesga poco y tú pagas mucho menos al año. Debemos considerar, pero, que no podemos excedernos en los kilómetros que nos impongan al mes o en otras condiciones, porque entonces nos harán pagar una penalización poco atractiva.
11. Vamos a mirar una franquicia
Cada vez están más de moda los seguros con franquicia y no es para menos: son una opción muy recomendable para ciertos perfiles de conductor. La franquicia es la parte económica que tu asumes en cualquier indemnización o reparación que se tenga que afrontar por parte de la compañía. La primera parte del dinero la vas a cubrir tú y la compañía va a cubrir el resto. Esto está muy bien si te consideras un conductor precavido que tiene pocos accidentes porque vas a ahorrar mucho en tu póliza (cuanto más valor tenga la franquicia, menos pagas de prima). Ahora bien, debemos tener unos ahorros para poder afrontar los gastos de la franquicia en caso de accidente.
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12. Valora los extras
La compañía asegura un vehículo inicial que se supone que es el que viene de serie. Hasta aquí no hay complicación. El problema surge cuando queremos modificar nuestro vehículo con extras, desde unos altavoces, un techo solar o incluso una modificación en el motor. Lo más seguro es que la prima suba, en primer lugar, porque las reparaciones van a ser más caras, y, en segundo lugar, porque la modificación va a influir en la percepción que tiene de ti la compañía. Si intuyen riesgo, vas a pagar de más.
13. Los conductores adicionales
Es usual que un coche tenga más de un conductor, que ya puede ser la pareja o los hijos mayores de edad. En caso de siniestro, la compañía se va a mosquear si el conductor no era el que estaba inscrito en la póliza, así que recomendamos valorar la inclusión de conductores adicionales. Aquí hay un pequeño detalle importante y es que, si el adicional es joven, sí que nos pueden hacer pagar bastante más por el tema del riesgo. No obstante, cada vez más algunas compañías optan por ofrecer pólizas conjuntas que salen bien de precio.
14. Cuidado con la cancelación
Cuando renovamos la prima y se suele renovar automáticamente, lo hacemos el 1 de enero y por un año. Si ya hemos decidido cambiar de compañía, por ley en muchos países está establecido que el límite para comunicar la baja de la póliza es de 2 meses antes del fin de año. ¿Qué pasa si lo hacemos fuera de término? Pues que la compañía en el contrato seguramente haya impuesto una cláusula que impide darse de baja o lo permite a cambio de una fuerte penalización, con lo que perderemos todo el ahorro que pensábamos tener con el cambio de compañía.
15. ¿Podemos mentir?
Para acabar, vamos a aclarar un punto que los conductores se plantean: ¿se puede mentir a la aseguradora? Sabemos que un señor casado de 40 años con el coche normal aparcado en un garaje va a pagar menos que un joven de 20, soltero, con multas de tráfico y que va por malos ambientes. El joven podría plantearse mentir o poner como conductor de la póliza a su padre. Nosotros recomendamos que no lo hagáis porque, si tenéis un accidente o se descubre el fraude, la compañía os puede anular el contrato o llevaros a juicio por falsificación de datos.
